Francisco Javier Rodríguez Argüeso y José Ramón Blanco no empezaron su historia con muy buen pie. Él era el consejero de Obras Públicas y Vivienda en la época en que el tema de los desahucios saltó al debate público, y Blanco, el portavoz de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas (PAH) de Santander que canalizó las reivindicaciones de los afectados.

Ya tuvieron un encontronazo cuando Rodríguez Argüeso negó legitimidad, representatividad, a la plataforma, que le reclamó sin éxito una reunión para debatir una propuesta sobre política de alquiler.

Porque ni la fuerza demoscópica de la nueva política, o de los nuevos partidos, si no os gusta esta denominación, puede con los tics de esta Cantabria, que es la que tenemos, en la que todos somos primos y acumulamos demasiada maleta prácticamente nada más nacer.

De modo que con ese comienzo, mal podía evolucionar la relación cuando uno pasó a la bancada de la oposición y el otro a ejercer como diputado del partido que permitió la investidura de ese vórtice que atrae todos los males (o sea, para el PP cántabro de Diego, Miguel Ángel Revilla).

EL DEBATE

Ambos han protagonizado este lunes un bronco debate al hilo de una propuesta de Podemos para adoptar medidas contra los desahucios que recibió enmiendas transaccionales (traducido, sugerencias) de PSOE y PRC.

Una camiseta contra los desahucios durante la intervención de Blanco en el Parlamento

Y eso que el debate comenzó en un buen tono, con la presidenta del Parlamento, Dolores Gorostiaga, instando a Blanco a que se quitara la camiseta verde de los antidesahucios (primero él se negó, ella le insistió y cuando él le preguntó qué pasaba entonces, Gorostiaga le respondió que no sería ella quien le quitaría la camiseta; finalmente, este accedió).

A los morados les reprochó Rodríguez Argüeso la falta de preparación de la propuesta o el hecho de que se incluyeran medidas ya aprobadas o en marcha.

Y dado que lo que se aprobaba llevaba en el lote una petición de cambio de legislación nacional, el diputado del PP consideraba que no era ni el momento ni el lugar más oportuno, planteando como opción que los partidos expongan esas alternativas en la más que inminente campaña electoral.

El apoyo de PSOE y PRC a la propuesta de Podemos sirvió para que Rodríguez Argüeso cargara contra ellos por los desahucios que se produjeron durante sus anteriores mandatos de gobierno.

Asimismo, reivindicó que ningún partido ha hecho más en la lucha contra los desahucios que el Partido Popular (con una legislación que ha sido cuestionada sucesivamente por los tribunales europeos), comentario recibido con indignación por el resto de grupos de la Cámara, mientras criticaba los intentos de aprovechar partidistamente “las desgracias de los ciudadanos”.

VENIRSE ARRIBA

Y al cerrar el debate, José Ramón Blanco, al sentirse en terreno seguro en su tema (algo parecido le pasó previamente a Rubén Gómez, de Ciudadanos, cada vez más cómodo en la tribuna, con una propuesta que se había preparado a conciencia) y ante activistas de la PAH en la tribuna, pues se vino arriba.

Tuvo para todos, en especial para Rodríguez Argüeso; pero también para Ciudadanos (cuyo portavoz, Rubén Gómez, se abstuvo, alegando las dudas sobre la seguridad jurídica que le suscitaban los cambios legales), a quien le reprochó pertenecer a un partido fundado por el IBEX 35 y le comparó con “un Volkswagen nuevo trucado”.

“Parecéis un coche nuevo, pero sois un motor contaminado y que echa humo”, le espetó, a lo que este le respondió, tirando de su ya característica retranca, que él tiene un Megan. (Si ambos, Blanco y Gómez siguen con esa racha, nos aguardan grandes momentos en San Rafael).

También se dirigió a un PSOE con el que en el pasado la PAH tuvo sus roces (aquel mitin de Rubalcaba en Santander, con protagonistas de ambas fuerzas ahora rondando por la Cámara parlamentaria), agradeciéndoles con escepticismo su apoyo (“bienvenidos a la lucha, pero cuando lo veamos lo creeremos”).

La mayor se la reservó para Revilla, a quien le retó a que apoyara el próximo STOP Desahucios (las acciones de los activistas para evitar que un afectado por la hipoteca pierda su vivienda, en el mismo día en que se produce, en realidad, una fórmula extrema cuando han fracasado las demás) y a que se comprometiera a ello “dándole la mano”, como finalmente hizo el presidente.

AFORAMIENTOS

Ha sido una sesión con dos unanimidades: una en materia de violencia de género (difícil) en una semana que tiene en el horizonte la gran manifestación del 7N en Madrid, y otra, en lo relacionado con los aforamientos.

Rubén Góme, portavoz de Ciudadanos

A propuesta de Ciudadanos, y tras las incorporaciones de las aportaciones (enmiendas) del resto de grupos, se creará en el Parlamento, en un plazo de seis meses, una comisión que estudie las medidas necesarias para retirar el fuero (esa exención del paso por determinados juzgados que tienen, por ejemplo, los políticos) a diputados autonómicos y miembros del Gobierno de Cantabria, incluido su presidente.

Y también en pedir lo propio a nivel nacional, para diputados en el Congreso y senadores, junto a miembros del Gobierno y su presidente, si bien para esto en realidad es necesario un cambio en la Constitución, de modo lo que se ha aprobado es la petición de que se haga.

Ha sido un debate sobre en el que Ciudadanos y Podemos han coincidido en rechazar esta fórmula por “anacrónica” y “elitista”, una postura que el PSOE también ha secundado.

Los matices los han aportado el PP, que criticaba la “demagogia” que se hace en discurso sobre los privilegios de los políticos, y el PRC, que negaba estos privilegios y reivindicaba la labor del prestigio, si bien admitía, al igual que el resto de grupos, que en estos momentos se trata de una exigencia social.