El Parlamento de Cantabria ha sumado este lunes un nuevo consenso de los cinco partidos en materia de infraestructuras.

Si hace semanas el acuerdo (minimizado posteriormente por el expresidente Ignacio Diego) se centraba en las comunicaciones con Madrid y Bilbao (días antes del encuentro entre el presidente cántabro Miguel Ángel Revilla y el jefe del Ejecutivo central, Mariano Rajoy), en este caso se hablaba de cuestiones más cercanas.

“Del AVE de los trabajadores”, como definía a los trenes de cercanías el portavoz regionalista Pedro Hernández, en una alusión que un cada vez más seguro de sí mismo Rubén Gómez, de Ciudadanos, le escamaba un poco, “viendo el historial del AVE en Cantabria, no lo veremos en la vida”.

De Podemos partía la propuesta (que se basa en la reivindicación ante el Gobierno central de mejoras en la red), que era enmendada por el PRC, apoyada por PSOE, PRC y Ciudadanos, y también por un PP, cuyo diputado Javier Rodríguez Argüeso, (exconsejero de Obras Públicas), precisaba no obstante que contenía varios errores, tras cuestionar el compromiso mostrado por la socialista Silvia Abascal con la comunicación por cercanías.

Y poco más consenso en un Pleno que se ha movido entre lo cercano y lo lejano, con un comienzo marcado por un minuto de silencio en memoria de las víctimas del atentado de París y por las últimas víctimas de la violencia machista.

Porque no lo hubo en una petición del PP para desatacar las ayudas al alquiler de vivienda, en la que encontró el apoyo de Podemos, pero no el del PSOE y PRC, ni el de Ciudadanos (que se abstuvo).

LAS FUNCIONES DEL PARLAMENTO

Pero el Parlamento vale para lo que vale (para aprobar leyes, como la que permitía la creación del Colegio Profesional de Dietas, o –y esto es cierto que son palabras mayores a nivel de carga de trabajo–, la tramitación del presupuesto, que esta semana verá el debate de las enmiendas a la totalidad (por parte del PP y la meritoria, por el trabajo que supone, de Ciudadanos).

Pero presupuestos aparte, San Rafael sirve sobre todo, para hablar, y que algo se vote no significa que se vaya a producir luego en la realidad (como saben los defensores de la transparencia que vieron hace ya varias semanas como el Parlamento daba orden de actualizar el Portal, sin que esto haya sucedido).

Y también puede pasar a la inversa, a que se dan casos como este, que aunque la propuesta del PP fue rechazada, el diputado del PRC Ángel Sainz anunciaba que el Gobierno de Cantabria modificaría una orden para tratar de dar cobertura a estas ayudas, entre avisos del exconsejero Rodríguez Argüeso de que esa solución tendría difícil acomodo.

JUEGO DE COMPETENCIAS

Y tampoco fue posible el acuerdo en torno al santanderino barrio del Pilón en materia de urbanismo, en una moción planteada por Podemos, que, finalmente, se quedó sólo y no logró recabar el apoyo del resto de grupos a su moción.

Por parte de Podemos, José Ramón Blanco, exportavoz de la PAH de Santander (que elogió el papel jugado en las reivindicaciones en la capital por la fallecida Amparo Pérez) se dirigía a un Íñigo de la Serna, que es a la vez alcalde y diputado autonómico, pero que fue respondido por José Manuel Igual, alcalde de Arnuero y diputado que sigue los temas urbanísticos en el PP, que calificaba esa intervención como una “vergüenza parlamentaria”.

Lo que pedía Podemos era declarar lesivo (perjudicial, paso necesario para anularlo), un Plan General de Ordenación Urbano “criminal” que da pie a estas actuaciones, algo que el resto de partidos rechazaban alegando que las competencias en urbanismo le corresponden a Santander.

Ya es conocida la postura del PP, que confirmaba que pedirá medidas para evitar las expropiaciones a través de una enmienda a la Ley de Acompañamiento que se tramita junto a los presupuestos y que podría modificar la Ley del Suelo.

Más paradójica resultó la referencia de Ciudadanos a que anular el PGOU sería “surrealista” porque haría “entrar en quiebra”, porque iba en contra de su propuesta electoral para Santander, anular el Plan General, como le recordaba, tablet en mano, José Ramón Blanco a un Juan Ramón Carrancio que conoce bien el Ayuntamiento y que le replicaba, desde el escaño: “pero no así”.

El argumento de la falta de competencias y de la autonomía local no impidió que en el Pleno se abordarán otros temas que afectan a otras instituciones, en este caso nacionales, como el citado acuerdo en materia de cercanías, o una propuesta de Ciudadanos sobre política energética, secundada por todos menos el PP.