El fondo de rescate autonómico, o el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), destinará a Cantabria 190,3 millones de euros en 2013, un 28,46% más que el año pasado, después de que el Consejo de Ministros haya aprobado este viernes una ampliación de 50 millones para cubrir la flexibilización del objetivo de déficit, el conocido como déficit asimétrico (distinto para cada comunidad).

Nuestra comunidad autónoma ya tenía luz verde, desde principios de año, para financiar con 140 millones de euros el primer objetivo de déficit que había marcado el Gobierno de España a todas las comunidades autónomas para este 2013, que era del 0,7%.

Pero con la flexibilización asimétrica que aprobó el Consejo de Política Fiscal y Financiera antes del verano, Cantabria pasó a tener un margen más amplio, hasta el 1,13% del PIB.

Y hoy se ha aprobado el FLA para esa relajación del 0,43% en el objetivo, que se cubrirá con una inyección adicional de 50, 3 millones de euros.

De esta manera, este ejercicio el Estado financiará el déficit cántabro con 190,3 millones de euros, incluidas las liquidaciones negativas.

UN 28% MÁS QUE EN 2012

Puede llamar la atención que con un objetivo de déficit más riguroso para este 2013 (1,13% versus 1,5%), el Estado haga aportaciones de liquidez más elevadas que en 2012.

Sin embargo, fuentes de la Consejería de Economía del Gobierno de Cantabria explican que esto se debe a dos factores:

1. El año pasado Cantabria acudió más tarde a pedir el FLA, en el mes de octubre, por lo que había financiado vencimientos de deuda por importe de unos 100 millones de euros con recursos propios. Sumados a los 137 que recibió del fondo de rescate, tenemos el déficit de 237 millones de euros (1,51% del PIB)

2. Este ejercicio el Gobierno central se hace cargo también de las liquidaciones negativas de las comunidades autónomas. Esto es, aunque parezca surrealista, que el Estado le deja dinero a las autonomías para que le devuelvan los anticipos a cuenta de ingresos fiscales que no se han cumplido.

CONDICIONALIDAD

El FLA es un mecanismo que supone, entre otras cosas, un control directo y constante de las cuentas de las CC.AA y una condicionalidad estricta al cumplimiento de los Planes de Equilibrio Financiero formulados por las mismas.

En definitiva, estas ayudas están condicionadas a recortes constatables en la ejecución presupuestaria, que garanticen que los gobiernos regionales cumplan con el objetivo de déficit.

Esto explica que muchas de las partidas presupuestadas en 2012 hayan quedado muy lejos de liberarse, porque compensan otras que requieren un gasto superior al previsto. Y que en los dos últimos ejercicios, el pago de la deuda se haya convertido en la tercera partida más grande de los presupuestos, la tercera consejería, después de Sanidad y Educación.

Así pues, el Ministerio de Hacienda, desde que está operativo el FLA, fija las condiciones presupuestarias, fiscales y financieras de las CC.AA (De ahí que el presupuesto se elabore con las previsiones de crecimiento del Gobierno central, del 0,7% del PIB para 2013, para todas las comunidades autónomas).

Los planes de ajuste son revisados y controlados por representantes del Gobierno Central que tienen capacidad para enviar equipos de inspectores para auditar las cuentas en tiempo real.