36 millones de euros de gastos no previstos por obras electorales de Santander
Tener la ciudad entera levantada en obras en los meses previos a las elecciones tiene un coste, y no siempre planificado.
En el caso de Santander y las pasadas elecciones municipales de mayo, en las que el PP perdió la mayoría absoluta (pero no el Gobierno de la capital), la ciudad asumió gastos por valor de 36,4 millones de euros que no estaban previstos ni detallados en los presupuestos aprobados para ese año por una treinta de obras que se hicieron e inauguraron esos meses, según refleja documentación municipal consultada por EL FARADIO.
SÓLO SIETE OBRAS CON PARTIDAS CONCRETAS
De hecho, atendiendo a cómo empezó el año, sólo se conocía el detalle de siete obras, entre los que se encuentran proyectos la conexión transversal de la S-20 (el polémico vial de Amparo Pérez), los centros cívicos, los microespacios arquitectónicos o la pasarela peatonal entre la calle Alta y Castilla-Hermida.
Y, en cualquier caso, esas obras acabaron suponiendo más dinero de lo que se había previsto inicialmente.
La mayor modificación respecto a lo previsto inicialmente le corresponde al vial de Amparo (200.000 euros de partida original; 3,8 de partida final).
Aunque también experimentan modificaciones importantes, por encima del millón de euros, los proyectos de la pasarela peatonal entre la calle Alta y la calle Castilla (1,1 millón de euros en un primer momento, otro millón más después), o la construcción de centros cívicos, que pese a contar con la importante cifra de 2,5 millones de euros iniciales, sumó otro millón después.
OBRAS SIN PARTIDAS ECONÓMICAS
Y esto se refiere a los proyectos que tenían concreción inicial, que fueron siete de la treintena de las obras analizadas.
El resto se hicieron directamente sin que en un primer momento se contara, sobre el papel, con ellos, es decir, todo en ellos es un modificado.
Ahí se encuentran trabajos como la renovación urbana de la Cuesta de la Atalaya (1,1 millones de euros), la peatonalización de las calles Rubio y Gravina (1,2 millones), la renovación urbana de la ladera norte de General Dávila (2,5 millones),o la conexión entre la Peña del Cuervo y la nueva pasarela de la calle Alta-Castilla Hermida (1,6 millones).
Pero los principales proyectos sin dotación inicial pese a lo elevado de su coste fueron: la nueva sede de los autobuses municipales en Ojaiz (5,8 millones), la nueva sede de los talleres municipales (5,6 millones), y las rampas mecánicas entre la Plaza de los Remedios, Vista Alegre y General Dávila, con un gasto de 3,8 millones de euros de los que no había constancia en un primer momento.
LA CIFRA DUPLICA A LA DE 2014
Estos modificados por importe de 36,4 millones de euros suponen un incremento de 21,8 millones, es decir, 2,5 veces más que el mismo concepto (gastos no detallados) en el año anterior.
SIN NOTICIAS DE LOS SOBRECOSTES
Eso no significa que todos estos proyectos experimentaran sobrecostes respecto al precio adjudicado (circunstancia que sí se cumple en el vial de Amparo).
Simplemente revela que o no se presupuestó correctamente, con desfases entre la cifra inicialmente prevista y la finalmente gastada, o bien que no se hizo para no proporcionar ‘pistas’ sobre las obras que se querrían ejecutar, todo en una ciudad que tiene a gala la elaboración de una planificación estratégica a largo plazo, el plan 2020.
En cualquier caso, los sobrecostes en Santander son un misterio sin reflejo en el Portal de Transparencia, que dice que en 2014 no se produjo ninguno, de ningún tipo, y que se producen (caso del vial de la S-20 de COPSESA) sin que se hagan públicos los informes técnicos que los justifican.