Bathco volverá a verse con Getxo en Copa. Foto: Marcos Fierro

Desde su debut fulgurante en División de Honor, en la temporada 2013/14, el Independiente Rugby Club ha vivido siempre con mucha exigencia. Se pedía un título para las vitrinas, y el título no llega. Pero no es algo fácil de conseguir. El club tiene la suerte de contar con un patrocinador muy sólido como Bathco, pero eso no significa que el equipo sea económicamente más fuerte que todos sus rivales de Liga.

Así lo expresaba el director técnico del equipo, Nemesio Ochoa, en la sección ‘El Tercer Tiempo’ del programa Buenas Tardes Cantabria, de Radio Mix FM: «Aquí seguimos currándonos los abonos y las papeletas, viajamos en bus y comemos bocatas. No somos los más ricos de la categoría, ni mucho menos, hay presupuestos mayores que el nuestro, Gernika, Getxo y muchos más. El primer año jugamos la final de Copa y ya todo el mundo quería comer arroz», afirma con plena sinceridad.

Ochoa quiere reivindicar la temporada pasada respecto a la anterior, la primera del club en División de Honor: «Nuestro segundo año ha sido mucho mejor que el primero. Perdimos la Supercopa por un punto en el último minuto contra el VRAC, parece que no tiene valor, quedamos cuartos en Liga y parece que hemos matado a alguien».

Además, hay que contar que en España hay un equipo hegemónico, que lleva años siendo el auténtico ogro para todos los demás: el VRAC Quesos Entrepinares. No es que Bathco no pueda con ellos, es que nadie puede. Los santanderinos han tenido dos finales contra ellos, la de Copa del Rey en abril de 2014 y la de la Supercopa de España pocos meses después, a la que se refería Ochoa.

Desde entonces, no ha habido cambio de tendencia. Los pucelanos dominan con puño de hierro, apenas dejan fisuras visibles, pero siempre cabe la esperanza de que alguien logre derrotarles en un partido decisivo. Bathco sí ha logrado batirles en partidos ligueros en San Román, pero falta dar la campanada en una final.

BALANCE POSITIVO EN 2015

Aun sin títulos, el año 2015 del Bathco no se puede catalogar como malo. La segunda vuelta de la temporada pasada fue impresionante, recuperando buena parte del terreno perdido en los meses finales de 2014. De hecho, en toda esa segunda vuelta, el equipo de Tristán Mozimán ganó todos los partidos menos uno, en Gernika.

Los momentos difíciles fueron dos: la eliminación en Copa del Rey ante Cisneros, en semifinales, con dos derrotas muy apretadas (38-30 en Madrid y 19-23 en Santander), aunque justas, pero que supusieron un varapalo para el equipo y la afición.

Es cierto que, tras tres derrotas ante el equipo madrileño en menos de dos meses, los Verdes se tomaron la venganza en la última jornada de Liga en San Román, pero dos semanas después llegaba la derrota definitiva, en casa con el Hermi El Salvador en el play-off de cuartos de final. Totalmente inesperada, por 14-16, esto daba la temporada por terminada de una manera más abrupta de lo esperado. Ganar en semifinales en el Pepe Rojo al VRAC hubiera sido dificilísimo, pero ni siquiera se tuvo la oportunidad de comprobarlo.

El verano trajo, una vez más, muchos fichajes. Algunos jugadores se marchaban por tener ofertas de ligas más competitivas que la española, otros por temas laborales, y había que rearmar una plantilla competitiva para la campaña 2015/16.

Se dejaba de contar con puntales del equipo como el capitán Pato Todeschini, Tomás Urbaitis, Juan Anaya, Santiago Tobal o Javier Carrión, pero a cambio han llegado otras figuras como Agustín Schab, Matías Sánchez, Mauro Macchi, Joe Hutchinson o Richard Stewart.

El parón estival también trajo una polémica entre presidente y entrenador, finalmente resuelta, pero que llegó a hacer pensar que el puesto de Tristán Mozimán peligraba de verdad. El argentino continuó y parece haber ido ensamblando un equipo nuevo, que pretende llegar al tramo decisivo de la temporada con la capacidad de derrotar a cualquiera.

El técnico argentino, atendiendo a la llamada del programa ‘Villanos y Caballeros‘, se muestra satisfecho de este 2015, y muy optimista de cara a 2016. «El equipo va a dar alegrías», dijo. en la misma línea se expresó en Buenas Tardes Cantabria el presidente, José Marquínez, que opina que el próximo «será nuestro año». Ochoa pone el techo bien alto: «Aspiramos a todo, Copa y Liga».

ARRANQUE DIFÍCIL

La temporada empezó con las dificultades lógicas de incorporar a tanta gente nueva, algo que ha pasado otras veces y que resulta complicado de gestionar: «El análisis objetivo que yo hago es que armar un grupo de cero es muy complicado. Entrenadores de otros equipos flipan con el desafío que tengo de armar grupo año tras año, pero no es justificación, a Chami casi le ganamos en la tercera jornada», dice Mozimán.

Uno de los problemas de no tener al equipo conjuntado es que se hacen demasiadas faltas en los partidos, y eso cuesta puntos: «La indisciplina a principio de temporada es un handicap, a veces el calendario te juega a favor y este año, no» aduce, pero sin mostrarse resignado.

Cayeron algunas derrotas al principio y, cuando parecía que el equipo se entonaba, llegó la derrota en casa ante Alcobendas, a mediados de noviembre, el momento más delicado con el que han lidiado los Verdes en lo que va de temporada. Un partido que empezó 16-0 a favor, y que terminó 26-34 para el equipo revelación de la primera vuelta.

«El resultado de Alcobendas fue un varapalo hasta cierto punto injusto por la trayectoria del equipo, pero no porque no se merecieran ganar los madrileños», admite Ochoa. En realidad, las cosas no iban tan bien en el equipo, precisamente porque hay que coser todo lo nuevo que ha llegado: «Debemos asentar nuestro juego. En unos partidos hemos jugado a una cosa y en otros partidos a otra. Los jugadores no se conocían. Hay que ser un equipo serio y saber a qué jugamos», explica.

Escuchando a Mozimán, queda aún más claro que ese partido fue un punto de inflexión para el Bathco: «La derrota ante Alcobendas fue inesperada. El partido estaba controlado, pero el rival se empezó a crecer y no fuimos capaces de revertir. Dolió mucho, pero nos vino bien para hablar cosas a la cara después del partido. Este tipo de charlas nos han fortalecido. Cosas que pasan en el día a día, pero que tienen incidencia en el campo», cuenta un técnico que confía mucho en el grupo humano que está entrenando.

Y es que la unión y el buen ambiente que se respira en el vestuario es lo que más destacan todos como fortaleza del equipo. «Tenemos una plantilla tranquila y muy unida, ha cambiado la mentalización y hacemos que sientan más los colores. El equipo va para arriba» dice el presidente, plenamente consciente de que el nivel ha subido mucho desde los primeros partidos, allá por septiembre, hasta ahora.

Ochoa habla de «ambiente inmejorable en el equipo. Lamentablemente, influyen mucho las victorias y las derrotas en el deporte», y Mozimán da la clave de que ese ambiente sea tan respirable: «El grupo ha sido muy autocrítico y muy orgulloso, desde un clima positivo, de respeto entre los jugadores, pero se habla todo a la cara en el vestuario». Los problemas se afrontan y se arreglan.

Lo que no debe fallar nunca es el compromiso. Es necesario que el equipo se entregue en cada partido. Con esta claridad lo dice Ochoa: «Queremos poder mirarnos a la cara tras un partido, más allá del resultado».

El nivel se ha elevado en las tres últimas victorias, en Ordizia, en San Román ante Cisneros, y en Gernika. Las obligaciones del equipo son estas: «Consolidar sistema defensivo que al principio hacía aguas, consolidar sistema de ataque que es lo que te da las victorias», declara Ochoa. La primera parte se está llevando a cabo muy bien, la segunda aún se debe mejorar, sobre todo reducir los errores en el juego a la mano.

PARÓN NAVIDEÑO

Llega el momento de descansar. Al no haber tenido partido el fin de semana previo a las vacaciones, el equipo ha afrontado aún mejor este momento de relajación, que viene perfecto: «Tengo mucha confianza en el equipo, me la transmiten los jugadores dentro y fuera del campo. Pero hay algunos que vienen de hacer dobles temporadas. Nos viene bien el parón», comenta Mozimán.

Marquínez ha terminado satisfecho el 2015: «Balance positivo. Estar en División de Honor es complicadísimo. Los equipos se refuerzan cada vez más», certifica el presidente, que ve cómo el nivel de la División de Honor va creciendo y cada vez es más difícil estar en la parte alta de la clasificación.

Un refuerzo reciente ha tenido el equipo. Mike Botha, sudafricano, que no ha podido llegar hasta diciembre por una cuestión de estudios. Teniendo lesionado para mucho tiempo a Alei Blanco, es un momento muy oportuno para que llegue otro tercera línea que pueda suplirle con garantías. «Mike nos viene que ni pintado. Es un perfil distinto al de Alei, pero nos viene muy bien porque queremos un juego dinámico», corrobora Ochoa.

Mozimán es consciente de que el equipo podría estar algo mejor en la clasificación a estas alturas: «Soy bastante exigente conmigo mismo y me hubiese gustado estar más arriba. Con algunos errores menos podríamos estarlo» dice, aunque piensa que el tramo final de la primera vuelta es como para confiar: «Mi balance de la primera vuelta es muy positivo por las sensaciones de estos tres últimos partidos. Se empieza a ver en el campo lo que entrenamos. Los jugadores empiezan a estar adaptados y a gusto» afirma orgulloso.

Ni siquiera en los peores momentos se mostró preocupado: «El cuerpo técnico y la directiva se sorprendían de lo tranquilo que yo estaba, quizá pensaban que estaba loco y no me daba cuenta de la situación», revela con franqueza el entrenador.

TRAS LAS FIESTAS, LA COPA DEL REY

El 2 de enero habrá que volver a los entrenamientos para preparar el partido de cuartos de Copa, que se debe disputar en Getxo. No cabe duda que este título, dos años después de la final perdida en Palencia, sería un espaldarazo a la trayectoria del equipo: «La Copa es uno de los objetivos, el torneo nos gusta, es emotivo, porque si ganas pasas, pero si pierdes estás eliminado».

Pese a que en la plantilla hay muchos jugadores de fuera, va calando en el grupo la gran importancia que tiene ese primer compromiso del año: «La gente está mentalizada en la importancia del partido del día 10 en Getxo. Están con ganas de vacaciones, pero también de entrenar el 2 de enero, que es una fecha que puede ser una putada, para preparar ese partido». Además, el equipo ya podría estar al completo para ese partido, exceptuando la baja de Blanco.

Lo que no ha visto con buenos ojos el head coach de Bathco es el cambio de formato del torneo, que ahora no determina los emparejamientos en función de la clasificación liguera: «Me parece mal que sea sorteo puro la Copa y no se tenga en cuenta la clasificación, pero está aceptado desde el verano y no hay que quejarse», comenta.

Además de la visita de Bathco a Getxo, el SilverStorm El Salvador recibirá a Cisneros y Ordizia a Alcobendas. Los tres que pasen se juntarán con el VRAC Quesos Entrepinares en el bombo de semifinales, donde lo único seguro es que los queseros jugarán fuera de casa, ya que están exentos de jugar en cuartos de final por su participación en competición europea.

Que el equipo pucelano esté en Europa es una alegría, Mozimán no cree que dejarle exento de jugar los cuartos de final sea un agravio para el resto: «Me parece que hay que apoyar que VRAC juegue competición europea, está representando al rugby español y me parece bien el apoyo que se le da desde la federación y casi todos los clubes».

LA TRAYECTORIA DEL BATHCO EN LA ÉLITE

Tercer año ya en la máxima categoría del rugby español. Parece sencillo, quizá por ser un deporte minoritario, pero la competencia es dura y no es fácil formar parte de un grupo de 12 que forman la División de Honor, mucho menos en una comunidad autónoma tan pequeña.

«Es muy difícil tener un equipo al máximo nivel en Cantabria. Sólo estamos Textil Santanderina La Gallofa de voleibol, el Go Fit Sinfín de balonmano y nosotros», se reafirma Ochoa. En el mismo sentido se expresa Mozimán: «Hay gente que no termina de valorar lo que hace este equipo tan humilde, en la afición y en la prensa. Yo lo percibo, pero lo vivo de otra manera, sobre todo con un grupo tan positivo. Hay gente que sigue trabajando aquí de manera desinteresada», confirma.

El director técnico llega a admitir que ha habido momentos en que lo han «pasado mal», y reivindica el papel del equipo cántabro en el rugby español: «Bathco es uno de los responsables del nivel de la Liga. Hay equipos que fichan jugadores constantemente», para rematar «vienen jugadores que ganan la liga en Argentina o hacen muy buenos papeles en Sudáfrica».

El presidente del club secunda esa opinión: «Bathco rompió la dinámica. Los equipos de Valladolid dominaban y eso cambió, nos lo ha reconocido hasta el VRAC». Poco a poco, van aprendiendo la manera de hacer las cosas para no pagar la novatada: «El club ha evolucionado, hemos ido mejorando y ahora tenemos una forma de hacer las cosas más rodada, con más experiencia». Se trata de mejorar la organización para ser competitivos.

El otro sentido en el que trabaja el Bathco es en la cantera. El entrenador destaca mucho la labor en las categorías inferiores: «La base nuestra es cada vez más grande, el salto de la cantera es impresionante, tenemos niños desde los 4 años, algo impensable en nuestro club», destaca.

El argentino no se queda ahí. Ve que hay trabajo del mismo tipo en otros equipos cántabros: «También crece la cantera de otros clubes, el Rugby Santander, cantera muy bien trabajada, en Reinosa, en el Besaya. Es muy positivo para el rugby cántabro». Y no se queda ahí Mozimán, también valora el apoyo que está recibiendo el rugby de parte de la prensa, que ayuda mucho a difundir un deporte como este.

La idea del club no se puede quedar en la cúspide de la pirámide: «Es bueno tener equipo en División de Honor, pero también gente trabajando por debajo», a la vez que destaca la progresiva aparición de jugadores de la tierra en el primer equipo: «Es notoria la aparición de jugadores cántabros, y me genera confianza e ilusión», resaltando a hombres como Saza, David del Río, Fran de Castro o Dani Mañero, de quien dice que «ya es una realidad».

El 2016 pinta bien, y el técnico espera que eso se traduzca también en las gradas: «Buen apoyo de la afición, el equipo en la segunda vuelta brillará más y animará a más gente a venir», asegura. Y ojalá que sea para ver a los Bisontes luchando por un título.