Los nominados a los Goya
Este fin de semana se entregan los premios Goya, los premios del cine español. Y hay que decir que la calidad de los trabajos este año es bajita. Vemos una tendencia muy fuerte a la sobreactuación, los guiones repetitivos, los remakes. Pero ahí van nuestros nominados.
-Miguel Ángel Revilla, por la película ‘La industria de Cantabria va bien’, Una historia épica, de ciencia ficción, que lleva a los miembros del Gobierno de Cantabria a visitar una a una todas las fábricas de la comunidad autónoma que no tienen problemas para contrarrestar la absurda imagen que tienen todos de que son pocas. Una historia de incomprensión y superación, al estilo de Jobs.
-Eva Díaz Tezanos, por ‘En busca del nuevo modelo productivo’: El género que más se lleva es el de epopeya postapocalíptica. Es esta una película en la que en una Cantabria arrasada por la crisis industrial, por años de burbujas y por una crisis financiera que la ha dejado tocada…, los pocos supervivientes que quedan se ven obligados a montar sus propios negocios para sobrevivir… mientras sus líderes se embarcan en una búsqueda rodeada de peligros y aventuras: la búsqueda del nuevo modelo productivo.
-Ignacio Diego, por ‘El tripartito del fin del mundo’: Una película de las de catástrofes, al estilo de ‘Lo imposible’, con sabor retro. Un hombre y una verdad: Cantabria se va al garete desde que él no está. Justo desde ese instante, comenzó a crecer el paro y se vendió Cantabria al País Vasco por cuatro duros para llenarla de basuras. Algo así.
-El mejor decorado de ficción: De los autores de “Iba a ser ministro” o “Renuncié a ser diputado nacional”, el proyecto más arriesgado de los últimos años lo encontramos en Santander, una ciudad versátil en la que entran todo tipo de decorados que no son verdad: un Reina Sofía, un anillo cultural y un metro ligero metro-tus…
Con prodigios de la naturaleza como una sede del Museo de Prehistoria que se mueve cada dos o tres años, carteros equipados al más puro estilo Terminator, y en la que los contratos y los logos tienen vida propia y los problemas los causa siempre la oposición.
El resultado, una ciudad imaginaria, tan transparente que casi ni si ve, y en la que todo es tan perfecto que no hace falta pedir perdón nunca porque los fallos no se producen.
Sin duda, los mejores efectos especiales, que, a golpe de infografía, son capaces de convertir una ciudad baldía y tranquila en un hervidero de innovación en el que se posan las miradas de todo el mundo.
-Podíamos hablar de más nominados, de esos actores de reparto, los partidos de la nueva política, que corren el riesgo de convertirse lo de siempre, si no lo han hecho ya.
-O esos secundarios, de lujo, como siempre se dice en el cine español, de los que nunca te acuerdas, pero que siempre están ahí y acaban levantado una película entera, todas esas empresas grandes, esos teleféricos, esos puertos, esos campos de golf, esas constructoras que acaban gestionando lo de todos y encima son recompensados.
-Los nominados al mejor cortometraje, los proyectos modestos, sin ambiciosos, pero constantes y con un talento por explotar, están claros, toda esa gente que se esfuerza por sacar adelante sus proyectos sin que para ellos llegue nunca ese eterno y diferido rescate que hace que muchos en Cantabria hayan ganado ya su particular GRAN APUESTA.