Sobre políticos, dinosaurios, ratas y gatos
|| por IGNACIO MÉRIDA ISLA, VETERINARIO Y MIEMBRO DEL COLEGIO DE VETERINARIOS DEL REINO UNIDO ||
Yo pensé que el tema del control de las Colonias de Gatos eran parte de mi memoria olvidada en Santander. Sin embargo, la moción presentada en el Ayuntamiento de Santander para la instauración de colonias de gatos en la ciudad para el control de las ratas me ha traído a la mente dos imágenes: Políticos y Dinosaurios.
Los políticos que toman una idea y la tergiversan, y los dinosaurios, todos aquellos que han salido a vilipendiar la idea sin haberla entendido; incluido un veterinario, que en nombre del Colegio, no de los colegiados, ha respondido a la misma con una sarta de mentiras (si algo es demostrable como incierto, es una mentira) e inexactitudes.
Las afirmaciones han sido respondidas a nivel nacional por la Asociación Veterinaria Abolicionista de la Tauromaquía y del Maltrato Animal. Creo que es importante explicar en qué debería consistir la iniciativa y porqué es una lástima que los políticos-dinosaurios de esta ciudad no sean capaces de ponerse de acuerdo por el beneficio de todos.
Para empezar, es fundamental explicar lo que son las poblaciones salvajes de animales en las ciudades. En este apartado entran las palomas, gaviotas, gorriones, estorninos, ratas, ratones… y ciertos gatos. Estos animales comparten el espacio con nosotros y debemos gestionar su bienestar, ya que esto repercutirá en el de las personas.
«Si mi tejado tiene una teja rota y tengo un montón de palomas que se cuelan y anidan en él, la solución no es matar a las palomas, sino reparar el tejado»
Siempre se ha asociado la presencia de ratas y gatos con suciedad. Sin embargo, la realidad es algo diferente. Voy a poner un sencillo ejemplo, si mi tejado tiene una teja rota y tengo un montón de palomas que se cuelan y anidan en él, la solución no es matar a las palomas, sino reparar el tejado. Si aparecen ratas o gatos en un solar, la solución no es el sacrificio, sino la recuperación del espacio.
La manera histórica del control de estas poblaciones de gatos ha sido siempre la misma. El sacrificio por distintos métodos. Estas políticas han sido desestimadas por la comunidad científica por ineficaces y crueles.
En el caso de los gatos se ha demostrado que, al eliminar una colonia, su espacio vital es ocupado por nuevos individuos en un pequeño espacio de tiempo. Su alta capacidad reproductiva lleva a que apenas tenga impacto la eutanasia de esos animales. Sin embargo, si los gatos de una colonia son esterilizados (y controlados regularmente), esta no crece en número.
Además, la mayor parte de los comportamientos no deseados en los gatos callejeros son de origen sexual; peleas, marcaje, malos olores etc. Todos estos problemas son controlados con los programas CES (Captura-Esterilización-Suelta). Una rápida visita a la Wikipedia es todo lo que necesita el representante del colegio (me niego a denominarlo veterinario) para ver como en todo el mundo se realizan campañas de esterilización, en algunos países desde hace más de 50 años con gran éxito en la reducción de gatos callejeros.
Los gatos tienen una ventana de socialización con los humanos muy pequeña. Algunos estudios hablan de que los gatos se acostumbran a las personas únicamente en las 7 primeras semanas de vida. Por eso, gatos criados en la calle, evitarán a los seres humanos en lo posible y no suelen ser buenas mascotas.
Un programa de control de colonias bien gestionado, no solo incluye la esterilización; sino que ayudará a reducir el riesgo de transmisión de enfermedades ya que puede incluir la desparasitación regular (bajo coste y fácil aplicación). Un programa más completo, puede incluir chequeos sanguíneos en el momento de la esterilización para comprobar la presencia de enfermedades que pudieran afectar a los gatos domésticos.
Si se quiere, se pueden identificar con microchips. Las opciones de un plan bien diseñado e implementado son infinitas dependiendo del presupuesto. En la situación económica actual entiendo que haya otras prioridades y habría que adaptarse y ofertar soluciones imaginativas, pero las esterilizaciones son algo básico.
«Los gatos cazan casi más por instinto que por apetito»
Los gatos cazan casi más por instinto que por apetito. Por mi consulta pasan gatos con problemas de sobrepeso, cuyos dueños me cuentan que su compañero les trae a casa todos los días algún animalillo a modo de trofeo. Por tanto, el mito de que si no se les da de comer cazarán ratas es algo totalmente ridículo; pero gracias a la presencia de una colonia de gatos, sí que es posible que obligue a otros animales (ratas por ejemplo) a buscarse nuevas zonas de cría.
La cuestión puede resumirse en lo siguiente: para terminar con las ratas debemos recuperar los espacios degradados en la ciudad (convertir solares abandonados en huertos urbanos, por ejemplo), reducir las fuentes de alimento (mantener los contenedores en perfecto estado de mantenimiento, por ejemplo), evitar fuentes de alimento en las calles, educar a los ciudadanos desde pequeños a respetar a los animales de la ciudad. En definitiva, entender y gestionar adecuadamente el ecosistema urbano.