Cantabria No Se Vende celebra la primera de sus asambleas abiertas para redefinirse
El movimiento de movimientos Cantabria No Se Vende celebra este miércoles la primera de sus asambleas abiertas, dentro del proceso de redefinición lanzado por este colectivo.
Será a las 20.00 horas en los bajos de la parroquia del Barrio Covadonga, en Torrelavega, en una asamblea que tiene el doble objetivo de hacer balance de la trayectoria realizada hasta la fecha y de recoger propuestas de organización y movilización social.
Este punto de inflexión en la historia de este colectivo surge al constatarse que ha evolucionado más hacia un “espíritu” que un “movimiento” en el que hace falta saber si “si hay gente dispuesta a tirar del carro”.
Y también al comprobarse que conviven dos fenómenos, una “debilidad” del tejido asociativo y un “agudo reflujo” en la movilización social.
Cantabria No Se Vende (CNSV) surgió de la reflexión, a lo largo de 2011 y 2012, de diversos colectivos y personas que buscábamos confluir para evitar la venta de nuestra tierra y gente a todos los niveles, coordinando un referente de alternativas desde la sociedad civil.
Su gestación se produjo tras largos debates en torno a unos mínimos de funcionamiento consensuados, así como un manifiesto al que se fueron adhiriendo múltiples personas y más de medio centenar de colectivos de todas las comarcas de Cantabria.
Desde esa perspectiva, organizaron charlas y acciones sobre el fracking o los abusos de E.on, conciertos, foros de debate…
Esta es la primera de una serie de asambleas que desembocará, finalmente, un Concejo General, el próximo 7 de mayo, con el objetivo de facilitar un debate, lo más abierto y participado posible para conseguir “otra Cantabria”.