Este viernes Santander tiene una cita importante con la danza y la coreografía en Madrid.

Será a las 19.30 horas en el Centro Cultural Conde Duque de Madrid, que es la sede de la Comunidad de Coreógrafos, una entidad conformada el pasado mes de septiembre por expertos consolidados en la escena de la comunidad y residentes en Madrid.

Rebeca García y Manuel Martín interpretando la pieza ‘Raqueros’, en la calle del Carmen

Cada mes, se encarga de programar una iniciativa uno de los ocho creadores que lo conforman.

Y este mes de noviembre le toca el turno a Beatriz Palenzuela, quien, junto a Rafael de la Lastra, son los fundadores y directores de la compañía Babirusa Danza.

Los dos, aunque están asentados en Madrid, son de Santander, y de Santander son también los ‘residentes’ que se encargarán de la actividad de este mes.

Se trata de Rebeca García Celdrán y Manuel Martín, veteranos de las tablas, y que, tras una semana de trabajo, expondrán ante el public una pieza “en proceso”, concebida como una “muestra gratuita” que les permitirá obtener el feedback del público ante un trabajo que está “en construcción”.

COREÓGRAFOS EN COMUNIDAD

La Comunidad de Coreógrafos agrupa a ocho creadores jóvenes que representan la vanguardia de lo que es hoy la danza en Madrid.

Todos tienen una carrera consolidada, experiencia internacional y el deseo de mostrar al mundo la vitalidad de la escena coreográfica de la ciudad.

Es un colectivo dentro del cual se unen distintas sensibilidades artísticas y nacionalidades (estadounidense, israelí, venezolana y española), aunque unidos con el mismo compromiso con la danza.

En concreto, la Comunidad de Coreógrafos está integrada por Sharon Fridman, Mey-Ling Bisogno, Beatriz Palenzuela, Camille Hanson, Manuel Rodríguez. Jesús Rubio, Janet Novás y Pablo Esbert.

El objetivo prioritario de la Comunidad de Coreógrafos es establecer un espacio de encuentro, aprendizaje y participación; un punto de referencia que conecte a los diferentes agentes culturales vinculados, tanto artistas de diferentes disciplinas como instituciones y ciudadanos, y que se convierta en una ventana al mundo.

Se trata, destacan, de una unión de fuerzas sin precedentes entre uno de los principales centros culturales europeos y la mayor plataforma de coreógrafos creada en España.

Como complemento a esta labor creativa, la Comunidad de Coreógrafos programará junto con el Conde Duque toda una serie de actividades para fomentar una cultura de la danza.

Y así, se impartirán clases tanto a profesionales como a aficionados, se ofrecerán espacios a otras compañías y también a bailarines nobeles, se organizarán exposiciones, charlas o conciertos y se llevarán a cabo acciones espontáneas que tengan relación con las obras artísticas que los coreógrafos estén desarrollando.