Cuando los LEGO se convirtieron en un juego serio
Cuando éramos pequeños los que tenían vocación de ingenieros o simplemente preferían construir a destruir pasaron una buena infancia jugando con los LEGO. Estas piezas de construcción daban multitud de opciones para elaborar diseños propios y fomentar la creatividad.
Hoy en día sabemos también que pueden ser parte de un juego muy serio. Es precisamente lo que trata de explicar la metodología LEGO SERIOUS PLAY, que busca fomentar la comunicación, el trabajo en equipo y la resolución de problemas mediante el uso de estas piezas de ‘juguete’.
Todo a través de preguntas de un facilitador, que incita a cada participante a construir su propio modelo en 3D utilizando piezas de Lego. Se suelen usar en grupos de personas para buscar la resolución de problemas y retos, a la vez que se mejora el trabajo en equipo y la comunicación interna.
Tito de la Fuente es uno de los facilitadores acreditados por LEGO SERIOUS PLAY en Cantabria, y asegura que esta metodología funciona para personas de todas las edades. “Desde niños de 7 y 8 años, capaces ya de hacer metáforas, hasta personas de 99 años, como ponen en las cajas de LEGO”, revela en una entrevista en Buenas Tardes Cantabria.
Él mismo ha probado esta técnica en curso de Emprende KIDS para niños, así como con personas desempleadas, o en diferentes cursos en CEOE, con empresarios.
“NO PENSAMOS PARA CONSTRUIR SINO QUE CONSTRUIMOS PARA PENSAR”
El objetivo de utilizar las piezas de LEGO para resolver problemas que es que las manos conecten con el cerebro, con pensamientos inconscientes o emocionales que al cerebro le cuesta más acceder que a las manos y, de ese modo, “convertimos lo que construimos en metáforas”.
Esta metodología se basa en que la convicción de que la cabeza piensa mejor cuando las manos están ocupadas. “No pensamos para construir sino que construimos para pensar”, cuenta De la Fuente. “De este modo se producen descubrimientos que generan confianza y compromiso”.
Está basada en investigaciones que han demostrado una conexión directa entre las manos y el área emocional de la mente, y experiencias pedagógicas con más de 20 años de antigüedad.
Los talleres son reuniones donde cada participante cuenta igual, expresándose por turnos, y tiene a la vez el mismo tiempo para contar los modelos con los que construye; “en contraste con las tradiciones en que el 20% de los participantes monopolizan el 80% de las intervenciones”, explica De la Fuente como facilitador.
El LEGO se basa en que cada persona es única y que, independientemente del puesto que ocupe en un grupo u organización, tiene capacidad para resolver un problema.
“Su aplicación es inmensa” cuenta De la Fuente. “Se puede hacer un Plan Estratégico Empresarial o diseñar modelos de negocios, o resolución específica de problemas, tanto en empresas como en colegios u organizaciones”.
Es el truco de jugar en serio con piezas simples y conocidas, formando así un lenguaje común en el que todos pueden expresarse y entenderse fácilmente.