Una normativa del Consejo de Ministros ha permitido que afloren una serie de activos que los bancos no podían contabilizar como dinero, y a partir de ahora, sí, con lo que tendrán un ‘regalo’ extra que les permitirá cumplir con las exigencias de Basilea III, una directiva europea para el sector.

La cifra asciende, finalmente, a 30.000 millones de euros, y se ha logrado gracias a la modificación de los Activos Fiscales Diferidos (DTA, en sus siglas en inglés).

Estos activos son unos créditos fiscales, unas cantidades que la banca no pudo restarse en su factura fiscal, pero que funcionan como un derecho futuro contra la Hacienda pública.

Y se generaron fundamentalmente con las provisiones a las que les obliga la regulación bancaria (es decir, las cantidades que se reservan para hacer frente a la pérdida de valor de sus activos o a la morosidad).

Estos activos tienen impacto en las cuentas de los bancos, como si fuera otro gasto más, pero no se pueden deducir en la base imponible del Impuesto de Sociedades.

El cambio del Gobierno supone modificar la normativa del impuesto de sociedades que se impone a estos activos, que ahora pueden pasar al capital principal, por un valor de hasta 30.000 millones de euros de los que podrán disponer ahora.

El Ejecutivo, a través del ministro de Economía Luis de Guindos, insistía en que no se trata de un préstamo ni una transferencia de dinero a la banca.

Para la Asociación Española de la Banca, que había pedido este cambio, este paso es «una buena noticia» para todo el sistema financiero y para la economía española en general, que permite a la banca española igualarse al resto de entidades europeas.

En cambio, para la PAH, como expresaba su portavoz en Santander, José Ramón Blanco, se trata de un nuevo rescate del Gobierno a la banca, que contraponía con las decisiones judiciales que se han conocido esta semana en materia de hipotecas, que cuestionaban la legislación española en materia de morosidad hipotecaria, vista como un “obstáculo” a la protección del consumidor.

La aprobación cogía a la Plataforma de Afectados por las Hipotecas en un ‘pasabancos’, un pasacalles que habían organizado en Torrelavega por las oficinas bancarias en las que existen casos de desahucios.

TORRELAVEGA Y LOS DESAHUCIOS

Torrelavega, fuertemente castigada por la crisis debido a la onda expansiva del cierre de Sniace sobre otros sectores como el comercio o los desahucios, fue el primer sitio de Cantabria en el que empezó a hablarse de desahucios.

Allí fue donde se hizo público el primer caso de desahucio, donde se creó la primera Plataforma de Afectados por las Hipotecas, donde se abrió la Oficina de Mediación, y también donde se ha hecho el escrache más polémico, el que se realizó al alcalde Ildefonso Calderón.

Esta acción, pese a su respaldo en los tribunales, se saldó con sanciones a los activistas, que se les impusieron sin identificarles, recurriendo a un archivo interno de fotos de miembros de la PAH –que no estaban fichados–, según admitió la Delegación de Gobierno.