El cineasta y escritor de origen santanderino Daniel Sánchez Arévalo está repitiendo con la acogida de su novela ‘La isla de Alice’ (a estas alturas no os contamos nada nuevo si os decimos que fue finalista a los premios Planeta) el éxito y el fenómeno que tuvo con ‘Azuloscurocasinegro’, su ópera prima de cine, una historia sobre la diferencia entre la aceptación y la resignación, con la que cosechó, a la primera, tres premios Goyas.

Daniel Sánchez Arévalo

Esto es, ni más ni menos que “un gran abrazo” del mundo de la industria, según explicaba entrevistado en BUENAS TARDES CANTABRIA el que será encargado de abrir, este viernes, la Feria del Libro de Santander.

De algún modo, Sánchez Arévalo ha trazado unas líneas paralelas entre ambos trabajos: al cine llegó desde el mundo del cortometraje y para la novela también había tenido su entrenamiento, pues esta no es su primera incursión en las letras (como atestiguan un libro en El Barco de Vapor y otro en Alfaguara).

Ese abrazo, esa búsqueda del contacto, es una constante en los protagonistas de las obras de un autor que considera que en cualquier obra “el proceso creativo no termina hasta que alguien al otro lado no lo lee”. Por eso, valora especialmente la elección por parte de Planeta, que considera que consigue todo esto “mucho más”.

La historia que cuenta en ‘La isla de Alice’ es un relato “intimista” y “de superación”, con una dosis de misterio.

Es la historia de una mujer cuyo marido muere en un accidente en un lugar “donde no debería estar”, por lo que “se obsesiona”, hasta descubrir que estuvo dos años en una isla a la que acude para tratar de “desvelar el misterio”.

Una isla que bien podría estar en Cantabria o en Nueva Inglaterra (que recorrió en busca de escenarios para ambientarla), pero que no “existía” tal y como la soñó, así que la ha inventado, y, es que, al fin y al cabo, “de eso va la novela, de crear nuestro mundo”.

LA FERIA DEL LIBRO

El cineasta y escritor será el encargado de pronunciar el viernes el pregón de la 35ª edición de la Feria del Libro que se celebrará en la Plaza Porticada de Santander hasta el domingo, 1 de mayo, organizada por Libreros Asociados de Cantabria, con el apoyo de la Fundación Santander Creativa, la Consejería de Educación, Cultura y Deporte y el Ayuntamiento de Santander.

El acto tendrá lugar a las 12:00 horas y en él estará acompañado del editor Jesús Herranz, de la editoral Valnera (socio de su padre, el conocido ilustrador José Ramón Sánchez, que tendrá protagonismo tambièn  en la Feria del Libro).

Y supondrá el inicio de diez días de intensa actividad cultural en torno a las letras, en los que el público podrá disfrutar de encuentros con escritores nacionales y locales, presentaciones y firmas de libros, talleres, intervenciones artísticas en vivo, espectáculos familiares, así como actuaciones musicales.

Nexus 4 (Santander), Lisaso (Renedo de Piélagos), Libros (Maliaño), Sancho Panza (Cabezón de
la Sal), Campillo (Torrelavega), Gil (Santander), Estvdio (Santander), Esmeraldo (Torrelavega),
Costa Esmeralda (Laredo), Tantín (Santander), La librería del Puerto (Santander), Centro Papelería (Reinosa), El Crucero (Revilla de Camargo) y Utopía (Santander) son las 14 librerías que van a participar este año.

También estarán presentes el Gremio de Editores de Cantabria, el Ayuntamiento de Santander y la Consejería de Educación, Cultura y Deporte.

Durante los diez días, los libreros participantes harán un 10% de descuento por la compra de cada libro y, por compras superiores a veinte euros, el Ayuntamiento de Santander regalará el libro Fotoficción. Relatos mínimos, editado por el Consistorio y el Centro de Documentación de la Imagen de Santander (CDIS).

El Gobierno de Cantabria regalará ejemplares de Pliegos de poesía “Peña Labra”, libros de la Colección Cantabria (Rutas literarias de la Montaña de José María de Cossío, Poesía de Medio siglo en Cantabria de Manuel Arce, El Duende de Campoo de José Calderón…), así como sobres con las postales “Cantabria, 10 razones para la Humanidad”. Además, el Día del Libro se repartirán de nuevo bombones, en vez de flores, por la compra de ejemplares.