El Palacio de Festivales celebra su 25 aniversario
La Consejería de Cultura ha preparado distintos actos para conmemorar el 25 aniversario del Palacio de Festivales.
Los actos se celebrarán el próximo viernes, día 29, coincidiendo con la fecha de su inauguración en 1991. Fue el 29 de abril de 1991 cuando se abrieron por primera vez las puertas de este emblemático palacio por el que han pasado multitud de personalidades.
Para recordar todos los eventos acogidos durante este cuarto de siglo se abrirá una exposición en la Biblioteca Central, en la que se recordarán distintos aspectos de este teatro y de su funcionamiento a lo largo de estas décadas. La inaugurará este viernes el consejero de Cultura, Ramón Ruiz, 19:30 h..
A través de ella, el visitante podrá recorrer los aspectos arquitectónicos del edificio firmado por Sáenz de Oiza, una relación de algunos de los artistas que han pasado por sus escenarios, muestras de sus producciones líricas, un vídeo que recorre estos 25 años, etc.
El mismo viernes habrá en el Palacio una jornada de puertas abiertas para aquellos interesados que quieran conocer el edificio desde otra perspectiva. Serán un total de tres sesiones: a las 17:00, 18:30 y 20:00, y será necesario cita previa llamando al teléfono 942 361606.
LA HISTORIA REINVENTADA DE PINOCHO
Y como el Palacio de Festivales planea seguir su funcionamiento, al menos, otros 25 años, la máquina sigue engrasada y cada fin de semana ofrece nuevos eventos y espectáculos para toda la clase de públicos.
Este sábado, día 30, no podía ser menos. Y será una función muy destinada a los niños. En la Sala Pereda, a las 17.00 h., llega la historia de Pinocchio, un cuento clásico que siempre puede reinventarse.
Lo hace la compañía leridana La Baldufa Teatro, con una coproducción del Théâtre du Cloître, el Scène Conventionnée, y el Festival National de Bellac. Institucionalmente también han contado con la colaboración de la Generalitat de Catalunya y el Ministerio de Cultura, en las actividades que preparan para niños de partir de 6 años.
Esta historia, de 55 minutos de duración cuenta la vida de un niño libre, sin prejuicios ni complejos, desobediente y travieso, pero, a la vez, ingenuo, muy ingenuo. Geppetto, con el instinto protector de un padre, intenta velar por su educación.
En cambio, Pinocchio, desobediente, se verá inmerso en diversas aventuras, que le harán crecer y madurar como persona hasta acabar extenuado y, prácticamente… con un final sorprendente.
Papel y madera se ponen a disposición de la historia para conseguir una propuesta versátil y muy orgánica a partir de la que podremos sumergirnos en el imaginario de un niño-títere. Un cuento que permite reflexionar sobre valores como la educación, el esfuerzo, la responsabilidad y la sinceridad.