El concurso de apoyo a creadores de Celso y Manolo atrae a 200 proyectos
Casi 200 proyectos se han presentado, una vez finalizado el plazo, al concurso de apoyo a creadores convocado por la tasca Celso y Manolo, uno de los establecimientos que el grupo cántabro Deluz tiene en Madrid.
El objetivo del concurso era apoyar a creadores artísticos y otro tipo de proyectos desarrollados, que serán premiados con White cards, vales para gastar en cenas y eventos de trabajo en este restaurante, una forma de darle vuelta al concepto de las Black Cards de Bankia y sus gastos en reservados y otros lujos.
Otro de los objetivos era poner en valor disciplinas que no tienen encaje en otro tipo de concursos artísticos, como es el caso de los collages (abundan los concursos o festivlaes de cortometrajes, pero no los de esta técnica).
Por eso, las categorías que más éxito han tenido son precisamente las de collage, fotografía castiza o las de regeneración de barrios.
Esta última ha sorprendido especialmente, ya que estaba concebida para locales y centros culturales que hubieran aportado algo al entorno en que se encuentran.
Y, además de esas, han llegado otras iniciativas ciudadanas, desde festivales culturales solidarios hasta particulares que lanzan mensajes reflexivos, etc..
Se suman a otras categorías, como Creación escénica, moda sostenible y videoarte, y los aspirantes tenían que tener entre 18 y 35 años.
En total, se han presentado 180 proyectos, después de ampliar el plazo para una propuesta que ha alcanzado bastante eco mediático en medios nacionales.
Y se repartirán 12.000 euros en premios, concebidos como White Cards, vales para cenas, comidas y meriendas por valor de 1.000 y 500 euros, dirigidas a estos grupos de creadores y que les ayuden en su proceso.
Es la primera edición de este concurso, que se enmarca dentro de las distintas iniciativas de Responsabilidad Social Corporativa de este grupo que cuenta en Santander con los restaurantes Días de Sur, De Luz, El Machi y El Italiano, y en Madrid con La Carmencita, Celso y Manolo y La Vaquería Montañesa, con apuestas como el recurso a proveedores locales, el catering social o los comedores escolares.
Celso y Manolo es una tasca que recoge el testigo de sus fundadores, dos hermanos asturianos, que comían cada día en La Carmencita, una de las tabernas más antiguas de Madrid, que gestionan ahora otros hermanos, los santanderinos Zamora, del Grupo Deluz.