El Ayuntamiento de Torrelavega ha ordenado el desmantelamiento de Espacio Argumosa, el solar habilitado por distintos colectivos para actividades sociales y culturales (como las del Día del Libro o el encuentro de movimientos sociales organizado recientemente por Cantabria No Se Vende).

Lo ha hecho apelando a la falta de homologación de los materiales instalados allí. Y lo ha hecho a la vez que la Audiencia Provincial de Cantabria ha rechazado el desalojo como medida provisional y haya negado que la ocupación de este espacio esté provocando perjuicios a los propietarios.

Espacio Argumosa

En concreto, la notificación del Ayuntamiento ordena a proceder en el plazo máximo de 20 días a partir de la notificación, al derribo y retirada de las construcciones e instalaciones realizadas y al cese de los actos de uso del suelo efectuados sin disponer de la perceptiva licencia ni autorización municipal, así como al vallado y al cierre del solar.

Una vez transcurrido este plazo, si no se da cumplimiento a lo ordenado se procederá a la ejecución subsidiaria del derribo y retirada de conformidad con lo establecido en la ley en que se ampara.

En paralelo, la Audiencia Provincial ha emitido un auto en el que no ordena el desalojo preventivo y señala que no ha habido perjuicio alguno para la propiedad, además de reafirmar lo dictado en autos anteriores por el Juzgado nº 5 de Torrelavega.

Ambas notificaciones han llegado la semana pasada a ACPT (Asamblea Ciudadana por Torrelavega, partido vecinal con representación en la Corporación torrelaveguense que está abanderando la lucha por este espacio.

ACPT ya anuncia que recurrirá la decisión del Ayuntamiento, acudiendo incluso al contencioso-administrativo, y alegan que el mobiliario no debe estar sujeto a las leyes de mobiliario público por estar ubicado en suelo de titularidad privado.

“Es evidente que tanto el equipo de gobierno de Torrelavega, como los técnicos municipales, como algún grupo de la oposición, no han sabido, ni quieren, entender lo que es Espacio Argumosa. Se les escapa de su control, les pone nerviosos como todo aquello sobre lo que pierden el control, y no pueden soportar que en Torrelavega exista un espacio libre alejado de su tutela. Todos ellos podían estar más pendientes de resolver los problemas de Torrelavega, y no de crear uno nuevo una vez que ya fue resuelto por las y los vecinos en el mes de septiembre”, aseveran.