La escalada de violencia contra los gatos en Castro Urdiales continúa impune
Desde hace más de un mes los vecinos de Castro Urdiales, simpatizantes y miembros de la asociación Castro Contra el Maltrato Animal, llevan alertando sobre los ataques continuados a la colonia de gatos que se encuentra en el Barrio de la Loma.
Esta colonia está controlada y cuidada por los propios vecinos, que han esterilizado a los vecinos, pero eso no parece frenar a los maltratadores de animales que ya han acabado con la vida de al menos siete gatos que han sido envenenados, apedreados y tiroteados a base de perdigonazos en las calles de la ciudad.
Otros tantos felinos están heridos o están desaparecidos ante la angustia de los vecinos que denuncian la nula ayuda municipal, que solo se ha transformado en un comunicado de repulsa contra el maltrato animal.
Los vecinos exigen que la policía identifique y actúe contra los agresores, pues han llegado a temer por su propia seguridad ante personas que están disparando por la calle. Además, no tienen ninguna duda de que esta escalada de violencia continuará contra la colonia que ellos mismos han cuidado de crear y mantener.
Ésta se formó a raíz de la implantación del programa C.E.S. (Captura, Esterilización y Suelta) que lleva a cabo el control poblacional de las colonias felinas urbanas, beneficiando tanto a los gatos como a la propia población.
Con la reforma del Código Penal las penas para los que maltratan y matan animales son algo más duras (hasta 18 meses de cárcel en caso de muerte), por lo que la mayoría de los casos sin antecedentes acaban sin orden de ingreso en prisión. Sin embargo, esta prueba de ensañamiento y reincidencia hacen creer a los vecinos que es necesaria una actuación ejemplarizante para estos maltratadores.
Incluso se han llegado a manifestar en las calles para exigir responsabilidades penales a los autores y han iniciado una recogida de firmas que ya supera las 6.000.
Jorge
Estoy completamente en desacuerdo con el maltrato animal pero tengo que decir que en Castro existe un problema con la población de gatos. Hay zonas que realmente no cumplen con unos mínimos sanitarios debido a la concentración de estos animales alentada por la comida que los vecinos les proporcionan. Estoy hablando de la zona de bajada de la Iglesia Santa María hacía la calle San Juan. Considero que no es bueno mantener una concentración de animales en base a restos de comida que se acumulan. Estoy de acuerdo que debemos respetarlos y cuidarlos pero no se puede permitir una concentración como esa. El olor que hay por esa zona creo que no tiene justificación en una ciudad como la nuestra. Recordar, que no está permitido dar de comer a los animales en via pública, que no existe un carnet oficial para ello digan lo que digan y que es perfectamente sancionable, otra cosa es que sea popular hacerlo. Solo pido un poco de sentido común para una convivencia normalizada.