El objetivo de unas fiestas populares sin maltrato animal
Este domingo, 24 de julio, comienza en Santander otra edición de la Feria de Toros que forma parte de las actividades de la Semana Grande. Hasta el 30 de julio se llevarán a cabo siete festejos taurinos, seis corridas de toros y una corrida de rejones en la Plaza de Toros de Santander.
Una plaza que el año pasado dio más de 76.000 euros de pérdidas y que este año será el último que cuente con financiación municipal. Al menos así se acordó en el pleno de mayo del Consistorio santanderino que, con los votos de todos excepto del PP, votó a favor de retirar las subvenciones taurinas.
Sin embargo, tras las maniobras del equipo de gobierno y las quejas de las peñas taurinas, el partido ‘muleta’ en Santander, Ciudadanos, está tratando de paliar los daños de esta decisión. Una de las últimas medidas que han presentado es que la plaza de Toros de Cuatro Caminos se utilice como espacio para acoger eventos durante todo el año, como una alternativa para obtener ingresos para su mantenimiento.
Esto alargaría la Feria durante unos años más de lo que les gustaría a las asociaciones animalistas que luchan por el fin del maltrato animal en los festejos populares de Cantabria. En toda España, cada año se calcula que son más de 60.000 los animales torturados durante las denominadas “fiestas tradicionales”.
A las asociaciones antitaurinas y el PACMA (Partido Animalista), se ha unido recientemente otra de reciente creación, DEAN, el Foro para la Protección y Defensa de los animales en Cantabria, que aglutina un total de 16 asociaciones y varios particulares con el objetivo de conseguir en «un plazo razonable» el sacrificio cero de animales en Cantabria.
Aunque «la conciencia, la sensibilidad y la empatía por los animales son cada vez más patentes», el Foro DEAN considera necesario «reunir esfuerzos para cerrar el todavía gran abismo existente entre la sensibilidad de buena parte de la ciudadanía y las leyes y la actuación de la administración».
“SON ACTIVIDADES QUE NO TIENEN CABIDA EN UNA SOCIEDAD EVOLUCIONADA Y MODERNA”
DEAN califica la denominada ‘Fiesta nacional’ como “actos que suponen sangre, miedo, tortura, dolor intenso, angustia y estrés”. De hecho, recuerda que los toros “sufren desde que salen de la ganadería hasta su muerte en la plaza”; y también se centra en las vaquillas, las carreras de burros, la presencia de los animales en los circos y los encierros en los que, además, “se pone en serio peligro la vida de los participantes por falta de seguridad e imprudencias de personas”.
Por todo ello, el foro DEAN ha aprovecho el inicio de la actividad taurina en Santander para exigir a las autoridades que no permitan que las fiestas “se tiñan de sangre y sufrimiento animal” puesto que considera que “son actividades que no tienen cabida en una sociedad evolucionada y moderna”.
“En todas estas fiestas el sufrimiento psicológico puede llegar a ser peor que el físico”, recuerda el foro DEAN, “se atemoriza a los animales con ruidos fuertes y movimientos bruscos, se les separa y aleja de sus familias, reciben golpes y empujones en un sitio desconocido para ellos y son sometidos, no solo durante la celebración sino a veces también durante el transporte, a una ansiedad, miedo y estrés innecesarios”.
“No deben mantenerse las tradiciones que nos impiden avanzar como sociedad”
Los taurinos justifican estas fiestas como una tradición, pero el argumento de los abolicionistas de estas prácticas es sólido: “no deben mantenerse las tradiciones que nos impiden avanzar como sociedad”. De hecho, consideran que utilizar el sufrimiento de los animales para divertirse “es innecesario, injusto y totalmente inaceptable”.
«En pleno siglo XXI debemos ser capaces de divertirnos sin maltratar a los animales», insisten, por lo que animan a los Ayuntamientos a dar pasos al frente y adquieran compromisos firmes para convertir sus Ordenanzas Municipales de Protección Animal en avanzadas y libres de maltrato.
Además, instan al Gobierno regional, que actualmente tiene un Borrador de Ley de Protección y Bienestar Animal de Cantabria encima de la mesa, a dar muestra de su compromiso hacia el avance en esta materia.