Llegan las Guerras Cántabras con el objetivo de ampliar su Imperio
Este viernes, 26 de agosto, comienza la XVI edición de las Guerras Cántabras, una de las fiestas más famosas de Cantabria en la que se rememoran los enfrentamientos entre los soldados romanos y los guerreros cántabros que se resistían a la invasión del que entonces era el Imperio más grande de la tierra.
En este acto festivo se recrea la Gran Guerra que duró dos años, 27-25 a.C, en la cual el emperador romano César Augusto mandó a su ejército a luchar contra las tribus cántabras. La resistencia de estos pueblos ante la conquista romana en el norte de la península fue tan épica que incluso siglos después sigue inspirando a escritores y compositores en relatos con más gloria que verdad.
Por esa razón la Asociación de la Guerras Cántabras decidió revivir esos momentos de rebeldía y de lucha de las tribus, negadas a renunciar a su identidad y sus territorios. El primer festejo fue en el año 2001, y ha acabado siendo cita obligatoria debido al gran éxito que cosechó.
Durante este 2016, hasta el 4 de septiembre Los Corrales de Buelna acogerá estos festejos que movilizan a toda la ciudadanía y atrae a miles de turistas cada año. Más de 1.500 personas participan en las diferentes representaciones que tienen lugar en la localidad.
Este año, tras 16 ediciones de constante evolución, las 13 Legiones romanas, 13 Tribus cántabras y miles de asistentes que abarrotarán el lugar intentarán ampliar sus fronteras como el Imperio al que recuerdan.
Quieren llamar la atención de todo el mundo, superar la declaración de Fiesta de Interés Turístico Nacional que lograron en 2008 y pasar a formar parte del catálogo de recomendaciones internacionales.
Los organizadores, la Asociación de Guerras Cántabras con su presidente Oscar del Val a la cabeza, se han volcado en estos 10 días de celebración dónde se rescatan valores profundos que conforman la identidad de un pueblo.
Más allá de la lucha, en su interés prevalece la fusión cultural, el aporte de conocimiento, la importancia de la identidad de los pueblos, la defensa de la cultura y la naturaleza, el honor, el valor de la familia… en definitiva, la gran aportación de una gran simbiosis cultural.
Estos valores universales hacen de esta celebración un acto dónde todo espectador podrá sentirse identificado, y que pretende superar fronteras y culturales para conmover e interesar a ciudadanos de todo el mundo.
Junto con “La Vijanera”, el primer Carnaval del mundo que tiene lugar el primer fin de semana del año, esta es una de las fiestas más conocidas de Cantabria fuera de nuestras pequeñas fronteras. El objetivo es que a partir de ahora lo sean aún más.
LOS CÁNTABROS Y LOS ROMANOS PREPARAN LAS ARMAS
La programación de este año comenzará el viernes a las 21.00 horas, en el Circo Máximo, donde tendrá lugar la concentración de Legiones y las Tribus y se llevará a cabo el izado de las enseñas. Posteriormente se procederá a los augurios y el encendido del Fuego Sagrado, que se entregará a las tribus y y legiones, y a la entrada de los personajes principales.
Seguidamente, en el Campamento festero se procederá a la inauguración de este, a la apertura del Templo de Jano.
Allí se retomará la actividad la mañana del sábado, a las 11.00, con diversas actividades como el concurso de cocina cántabro-romana, que va por su VIII edición, el taller de Cerámica Cántabra o la inauguración de los juegos juveniles.
Por la tarde, a las 20.00 horas, el emperador Augusto entrará en el Circo Máximo, donde Corocotta reclamará su recompensa ante él, seguido, a las 23.00 horas, de un combate bélico entre cántabros y romanos.
A la mañana siguiente, las tropas y legiones juveniles desfilarán por las calles de Los Corrales de Buelna a las 12.00 horas, y se dirigirán al Circo Máximo para presentar a los jóvenes festejos y convocar una reunión del Consejo de Tribus, formados por los jóvenes. También los jóvenes romanos se reunirán en una sesión del Senado y, a las 16,30, todos participarán en una sesión de Castrorum Ludi, los conocidos como juegos del campamento.
Habrá momentos más pacíficos, como la sesión de relatos y teatros de guiñoles en el Campamento Festero pero, como en toda guerra, la tregua durará poco y a las 20.00 horas el emperador Augusto se dirigirá en una arenga a las legiones en el Circo Máximo, donde seguidamente se impondrá la ‘Corona Triumphalis’ y tendrá lugar la proclama de la Diosa Minerva y la cesión de las tropas a Cayo Antistio Vetus.
A las 21.00 horas Augusto marchará a Tarraco, seguido de un periodo de calma donde se hará entrega del fuego del hogar en una boda cántabra, que será interrumpido por la llegada de los esclavos insurrectos, con un final de infarto que se resolverá el siguiente fin de semana.