Sindicatos y empresarios unidos frente a Gobierno y poder financiero
Destacados empresarios de la región y sindicatos están de acuerdo en que el Plan Industrial presentado por el Gobierno de Cantabria y la patronal CEOE Cepyme no es más que un copypaste (copiar y pegar), que suma las actuaciones ya en marcha, sin planificación a largo plazo y que no concreta aspectos esenciales como el objetivo de empleo.
Los dos colectivos han quedado fuera de la foto del ‘No Plan Industrial’, pero el acercamiento es más significativo si empresarios y sindicatos unen además sus posiciones ante la tendencia de los grandes concursos de servicios de la administración, que están marcados por la adjudicación a enormes empresas que presentan ofertas con bajas temerarias.
El detonante ha sido el documento que se presentó el jueves pasado, en una rueda de prensa del presidente regional, Ignacio Diego, con su consejero de Industria, Eduardo Arasti, y la presidenta de la patronal, Gema Díaz Real.
A las muchas voces que criticaron desde un primero momento un dossier que no es sino la suma de varias iniciativas programadas, hoy se han sumado las de Enrique Conde, socio de Soningeo y decano del Colegio de Ingenieros de Caminos, y la secretaria general de UGT, María Jesús Cedrún.
Para Conde, un Plan Industrial deber reunir a todos los agentes sociales: a una representación real del tejido empresarial de Cantabria – que no reúne la CEOE Cepyme en estos momentos-, a los sindicatos y a los partidos políticos de la región, algo que tampoco se ha dado.
Pero a quien dirige su crítica es a la CEOE Cepyme, que «debería haberse ido» en lugar de comparecer junto al Gobierno en rueda de prensa, porque no se dan los requisitos para dar por bueno el Plan Industrial presentado, como la planificación a largo plazo.
Por su parte, para Cedrún tampoco es un Plan Industrial, por mucho que se hayan juntado en un documento los cuatro ejes en los que ya se trabajaba, como el suelo industrial (con los cinco años de carencia en el pago del alquiler para empresas como Tubacex Services que se vayan a instalar en Cantabria).
Y llama la atención sobre la partida de 400.000 euros para empleos que se creen en el sector industrial, una competencia del Servicio Cántabro de Empleo, pero que no cuenta con un objetivo claro de creación de empleo.
A estas voces se pueden sumar otras, como la de Mar Bolado, empresaria, directora de Stringflex – una fábrica ubicada en Camargo, con más de 10 empleos estables y que exporta al extranjero el 100% del material para el deporte de tiro con arco que fabrica en esta planta-
En su opinión, hasta su Guinea natal tiene un plan a 20 años. Y asegura que aquí sólo se están dando subvenciones, sin atender a los problemas de competitividad que suponen para los empresarios de Cantabria cuestiones como, por ejemplo, las comunicaciones.
Luis Marina, consultor en Saciva, refuerza la idea de la falta de planificación estratégica a corto plazo del Plan Industrial presentado, y subraya la apropiación, por parte del Gobierno y la CEOE, del debate y la reivindicación que existía desde hace meses.
BAJAS TEMERARIAS
En un debate a dos bandas en Buenos Días Cantabria, Conde y Cedrún han identificado problemas comunes para las pequeñas y medianas empresas y para los trabajadores, como las bajas temerarias en los concursos públicos.
No es la primera vez que aflora, pero resurge una preocupación que también es compartida entre los empresarios de Cantabria y las centrales sindicales: las bajas temerarias.
Para Quique Conde el comportamiento de la administración en los concursos públicos está siendo «lamentable» por aceptar unas bajas «terroríficas» de hasta un 70%.
Y la metáfora que emplea para significarlo es tan demoledora como gráfica: «si tienes una chuleta y se la tiras a diez lobos hambrientos no se la van a repartir; se van a despedazar».
María Jesús Cedrún redirige la crítica a la CEOE, porque los sindicatos sí están denunciando una práctica que, como en el caso de contratos del área de Educación, tiene como consecuencia el incumplimiento de los convenios colectivos.
Todo conecta: los empresarios y los sindicatos, los mismos que se han quedado fuera del ‘No Plan Industrial’, están unidos en el agravio y manifiestan otra preocupación que todavía no ha mostrado la patronal por las bajas temerarias.
Y es que la CEOE, a quien está representando es a la delegación regional de alguna entidad financiera, representante de un sector que sí da crédito a las empresas multinacionales que están acudiendo a la baja (temeraria) de los concursos de la administración, que previamente empaqueta servicios para sacar contratos más grandes bajo el pretexto del ahorro y la eficiencia.
Pero el resultado es el riesgo en que queda el tejido productivo de la región, que, o se queda fuera de los contratos con la administración, o se queda en manos de las grandes empresas multinacionales, que van a repercutir esas bajas a los pequeños proveedores.
Con el agravante de que, en muchos casos, según denuncian los empresarios, incumplen en muchos casos la Ley de Morosidad con pagos a sus a más de 200 días, cuando la norma establece un máximo de 60.
En definitiva, interesante agrupamiento de posiciones entre el tejido empresarial real de Cantabria y los sindicatos, como lo es el del Gobierno de Cantabria con el poder económico.