Terele Pávez: “En la asignatura humanidad aún dejamos mucho que desear”
Con papeles como el de La Celestina y Régula, en los Santos Inocentes, Terele Pávez ocupa ya un lugar de oro en historia del cine español. Con más de 30 películas en su currículum, más de 20 obras de teatro, otras tantas participaciones en series de televisión y habiendo logrado el Premio de la Unión de actores tres veces, y el ansiado Goya que llegó en 2013, esta actriz bilbaína aún tiene cuerda para rato.
No piensa aún en la retirada y desde luego no cree que los papeles hayan pasado de largo con su vida. “Si hay personaje, el actor no tiene edad”, revela en una entrevista concedida a El Faradio de la Tarde.
Se encuentra en Santander para participar en el homenaje a Mario Camus, quien retrató en Los Santos Inocentes la realidad de una España profunda, injusta y con una brutal desigualdad de clases.
Era la Extremadura de los años 60 que inmortalizó Miguel Delibes en su novela del mismo nombre, y que el realizador cántabro llevó al cine en 1984. El personaje de Régula, que interpreta Terele Pávez, muestra la doble crueldad de esa España: la de una clase oprimida y pisoteada y la de la realidad de las mujeres en la época, destinadas al papel de soporte silencioso de una familia resignada a los azares de la vida.
Una historia que Delibes supo plasmar con un realismo sin anestesia y que Camus llevó al cine con lo que Pávez describe como “una sensibilidad especial”. “Es un maestro que ha sabido narrar en imágenes una novela tan importante y no ha perdido el ritmo y la categoría de la novela”.
“Mario es un hombre muy silencioso, que habla muy bajo y directamente a ti”, revela del modo de dirigir del cántabro. “Crea un clima que hace que te sientas especial. Es un hombre de gestos y miradas más que de palabras, y trata a todo el mundo igual”.
“ESTO VA A IR A PEOR, NO PORQUE VENGAN LOS MODERNOS SINO PORQUE VENDRÁN LOS DE SIEMPRE”
La historia es dura, pero también muestra cómo se han dividido las clases sociales y el valor a las personas en una época tan dura para este país, como lo es la dictadura. Algo que en opinión de la actriz no ha cambiado tanto.
“Hemos cambiado de formas o de sitios pero el problema social cada vez es peor. Hay un problema menos clasista, aparentemente. La gente joven es la que permite que se hayan roto muchas cosas. Pero no nos engañemos, mucho mucho no ha mejorado, por no decir nada”, confiesa.
“Esta película habla del respeto, de dar valor al ser humano”, asegura. En su memoria ha quedado la escena por la que todos recordamos, en la que el señorito del cortijo, interpretado por Juan Diego, mata a la grajilla de Azarías, el hermano deficiente mental de Régula, al que da vida magistralmente Paco Rabal. “¿Cómo se puede tratar así a un ser humano, romperle lo más hermoso del mundo, que es un pájaro? Cuando se hace no se para ni a pensar porque esa persona es tan inferior para ti que no te importa pisarle el cuello”.
“Eso todavía no se vence”, asegura. “Es parte del ser humano, tanto en España como en Japón. Tenemos muchos móviles y aparatitos, y nos creemos que hemos llegado lejos. Pero nada, en la asignatura humanidad dejamos mucho que desear”.
Y es que considera que la situación actual, con la crisis económica, la desigualdad, el descontento y la incertidumbre política esta hilada a esta estructura social heredada. “Nos preguntamos por qué pasa esto, y es porque alguien lo está consintiendo”, insiste, “Y va a ir a peor, no porque vengan los modernos sino porque van a venir los de siempre. Que no somos tontos y sabemos que el que manda a Rajoy es el que va machacar a todos”.
“ES UNA VERGÜENZA, HAN QUITADO TODO LO QUE SEA DINERO EN CULTURA”
El mundo del cine siempre ha sido muy crítico por cómo le trata la derecha, y desde que entró al poder Mariano Rajoy y comenzó su guerra contra la cultura con el aumento del IVA, las críticas han aumentado.
Terele Pávez no es ajena a estas polémicas, justo cuando se ha sabido que Hacienda ha bloqueado los presupuestos para los premios nacionales y el Premio Cervantes.
Precisamente este mes se ha sabido que los jurados de los premios han debido suspender sus reuniones de manera indefinida, hasta que Hacienda no tramite en los presupuestos el galardón más importante de las letras españolas y que está dotado con 125.000 euros.
Es una vergüenza, han quitado todo lo que sea dinero en cultura”, critica Pávez, que considera que se busca “desprestigiarlo”, al dejarlo sin fondos. Desde Cultura han asegurado que se trata de una situación temporal, pendiente de la decisión del Consejo de Ministros y que su departamento tiene como prioridad.