El pasado mes de junio el ‘Astral’, antiguo velero de lujo adaptado para convertirse en un barco de salvamento marítimo, levó el ancla y se lanzó al Mediterráneo.

Su tripulación, compuesta por médicos y voluntarios de la ONG Pro-Activa Open Arms, tenía, y mantiene el objetivo de ayudar a las personas que se han lanzado al mar desde Libia para huir de la guerra; en unas embarcaciones que no cumplen los requisitos mínimos para mantenerse a flote.

Cartel de ‘Astral’, la película documental de Salvados y Jordi Évole que se proyectará en varios espacios de Cantabria.

En su trayecto estuvo acompañado durante 11 días por parte del equipo de grabación de Salvados, el programa de Jordi Évole que comienza con esta historia su temporada el próximo domingo. Uno de los realizadores del programa, David Cabrera, ha hablado con El Faradio de la Tarde para relatar cómo fue la grabación del programa durante el mes de julio.

El viaje del ‘Astral’ comenzó este año, cuando el empresario italiano Livio Lo Monaco se gastó más de 300.000 euros en transformar un navío recreativo en un barco de salvamento. El barco lo compró hace años a un armador israelí, momento en el que originalmente se denominaba Luis Ginillo.

Posteriormente, después de dejar de usarlo, decidió adaptarlo al salvamento marítimo y cedérselo a una ONG para rescatar a personas en el Mediterráneo. En total, en este mar puede haber un total de 6 ó 7 barcos pertenecientes a diferentes ONGs, como Sea Watch, Médicos Sin Fronteras o Pro-Activa Open Arms.

“Luego allí te encuentras barcos oficiales, guarda costas italianos y sobre todo militares”, asegura Cabrera recordando sus días en alta mar. “Aunque puedan parecer muchos, el mar es inmenso por lo que es casi fortuito encontrarlos cuando te encuentras a la deriva”.

El rodaje del documental tuvo lugar desde el proceso de transformación del barco y fue testigo de los primeros rescates. “Solo en un día se sacaron del mar a 4.500 personas, el mayor rescate de la historia del Mediterráneo, aunque nos han dicho que la pasada semana se superó el récord en 11.000 rescates en un día”.

Es una cifra muy alta. 11.000 personas que han sido recogidas del mar y puestas a salvo en un solo día. “Para que te hagas una idea, es lo que mueve de media un aeropuerto como Menorca al día. Imagínate a toda esa gente lanzados al mar en unas barcas que no tienen posibilidad de llegar a tierra”, cuenta Cabrera.

Él recuerda perfectamente ese día de julio. “Vimos una barca en el horizonte y, de repente, estábamos rodeados de ellas. Ten en cuenta que cuando hace buen tiempo, buen mar, las mafias los lanzan unos tras otros. Cuantas más barcas salen, más dinero recaudan ellos”, asegura. El precio medio de cada pasaje en estas barcas de la muerte ronda los 500 euros por viajero. Un negocio redondo para unas mafias que juegan libre e impunemente con la vida de estas personas.

“LLEGAN TAN CANSADOS Y DERROTADOS QUE NO PUEDEN MÁS QUE LANZARSE A DESCANSAR”

De media, el ‘Astral’ tiene una capacidad de recoger entre 130 y 140 personas, aunque su función no es tanto recoger pasajeros como remolcar la barca a un lugar seguro para sus ocupantes.

Sin embargo, cuando se han sentido desbordados durante esos días de verano, Salvados también pudo hablar con algunos de los refugiados que recogían. “Realmente llegan tan cansados y derrotados que no pueden más que lanzarse a descansar”, aunque los que sí contaron sus historias, Cabrera coincide en que “son terroríficas”.

Aunque admite que hay presencia institucional y militar, Cabrera tiene la sensación de que “excepto Italia, que sí trabaja sobre el terreno, la Unión Europea abandonó la misión de rescate hace años. Ahora está exclusivamente en una misión de vigilar las fronteras. Si encuentran a alguien, le salvan, porque es la ley del mar, pero no salen a la búsqueda”.

“La sensación que te queda es que poniendo medios, si la gente del Astral, con sus propios medios, con su voluntad y un barco prestado, pueden ayudar a sacar del mar a cerca de 15.000 personas desde el mes de julio…¿qué no podría hacer la UE si realmente hubiera voluntad?”, reconoce Cabrera, que añade como reflexión que “deberían abrir corredores seguros porque esa gente no va a dejar de intentarlo”.

Para explicarlo recurre a las palabras de un activista de Pro-Activa, Óscar Camps, que le explica en el documental que “si el mar es un lugar seguro para ellos, la tierra debe ser algo insoportable”. “Lo más humano es prestarles algún tipo de ayuda”, insiste. “Se podría hacer más, solo hace falta voluntad”.

“EN TELEVISIÓN SE VE SOLO UN 10% DE LO QUE ES”

El objetivo de llevar a los cines españoles el documental antes de estrenarlo en el programa de Salvados, que se emitirá este domingo, es para recaudar fondos, que irán íntegramente a la ONG.

“Es una historia que nos salió y queremos regalarla”, dice Cabrera. Los 5 euros que cuestan las entradas irán a parar a los voluntarios que luchan en el Mediterráneo por salvar vidas. “Ha habido una reacción popular maravillosa, hay cadenas de cines, cines municipales y sala de centros cívicos que se han puesto en contacto con nosotros. En total son 140 salas de toda España”, asegura.

En Cantabria se han unido el Teatro Municipal de Los Corrales de Buelna, El Autocine de Torrelavega y Cinesa, que han proyectado el documental este jueves, y la Sala Bretón de El Astillero que este viernes emite el largometraje de 90 minutos en triple sesión, a las 17.00, 20.00 y 22.30 horas.

“Queremos que se sientan como nos sentimos cuando estuvimos en el mar grabándolo”, finaliza Cabrera, que asegura que “en televisión se ve solo un 10% de lo que es”, de lo que se vive en el mundo real.