Las palabras al viento se refugian en Espacio Argumosa

Tiempo de lectura: 4 min
Palabras al viento, el refugios de las palabras

Palabras al viento, el refugios de las palabras

Hay quien cree que a las palabras se las lleva el viento, quizás porque como decía Neruda:

 El viento es un caballo: óyelo cómo corre / por el mar, por el cielo. / Quiere llevarme: escucha / cómo recorre el mundo / para llevarme lejos.

Y así agarrado a sus crines recorramos el sentido de un verso, el significado de cada caricia, la aritmética de los silencios, los que suman y los que restan, los que buscan acomodo en tu lengua, a veces mordida por el miedo, la prudencia, la duda, el enfado o la indignación.  Donde cuelga una palabra que ni siquiera tú conoces, dispuesta a saltar al vacío del verbo para  decirlo todo antes de estrellarse de bruces contra el silencio. Para dejar la silueta de su cadáver dibujada sobre tu piel, mientras los ecos de las sirenas tocan el réquiem de otro suicidio involuntario: Es otro desahucio de la libertad de expresión. Otra ley mordaza que fiscaliza palabras y pensamientos.

Quizás también por eso a las palabras se las lleve el viento, porque no le queda más remedio antes de ser enjauladas en las cárceles del pensamiento. Quizás sea por eso que  a las palabras se las lleva el viento, y se convierten en perseguidas, en refugiadas, en exiliadas por querer decir lo que piensas. Son palabras que se las lleva el viento, tal vez, para evitar el secuestro de usureros del último aliento, de mercaderes del aire, que te cobran por respirar, que facturan cada palabra de más hasta hacértelo pagar caro, muy caro. Es el precio de la libertad con minúsculas. La que okupa espacios donde quepamos todos y no se deje fuera a Nadie. La que escribe en los márgenes de la indiferencia para no olvidar el relato de lo que puede ser. La que cabe en el último suspiro. La que nace con el primero.

Tal vez por eso las palabras buscan refugio allí donde el viento oxigena el ambiente, allí donde el viento revuelve los cimientos, allí donde el viento es agitador de conciencias. Allí donde el viento tiene aires de re-evolución.

 

Palabras al viento en el IV Refugio de Poetas del Espacio Argumosa

Palabras al viento en el IV Refugio de Poetas del Espacio Argumosa

 

Porque el viento no sabe estarse quieto y necesita de palabras amontonadas en la hojarasca de tu boca, para re-sembrar otoños, para repensar las horas, para detener el tiempo en un poema a quema-ropa.

Porque el viento se reinventa en tus palabras y se cuela en las rendijas de una infancia arrebatada. Porque  en ella todo era posible. Quizás  por eso existen refugios de poetas, lugares donde las palabras pueden ser lo que quieran ser, sin que nadie las marque con el hierro de los prejuicios, del sectarismo, de la intolerancia, del dogmatismo. Sin que nadie las golpee con los nudillos del insulto, de la violencia, de la sinrazón. Sin que nadie las prostituya y las venda al mejor postor. Sin que nadie las secuestre y las encadene a su trinchera. Por eso, quizás, el refugio de las palabras sea el viento.

También hay para quienes las «Palabras al viento» son el motivo para llenar el Espacio Argumosa de poesía; de compartirla a viva voz, como hace el viento. Donde te invitan a llevar tus poemas, propios o ajenos, en prosa o en verso, para que  las palabras nos agiten y vuelen después con otros aires. Donde te invitan a buscar entre los «tonos ya rojizos de las hiedras» poemas de diversos autores repartidos por todo el espacio. Donde leer sea compartir, recitarse en el verso ajeno, verse en los ojos del otro, mirarse antes de mirar de nuevo. Por eso, continúan «la particularidad de esta edición consiste en que, para leer lo propio, antes habrá que escoger un poema al azar y leerlo

Y así con cada verso, con cada poema, con cada lectura, el viento puede recitarse en palabras. El viento sea mensajero de tu voz, de tu aliento, para empezar un viaje, para continuar uno empezado. Para desandar el camino y empezar de nuevo, para repensar principios, para reinventar lugares. Para seguir llevándose las palabras ¿dónde? tal y como nos proponen “solo el viento lo sabe”. Porque quizás, tal y como nos dicen desde este refugio de poetas, para saberlo, para entendernos, para hacer futuro, quizás solo sea cuestión de “escucharse”. O por lo menos el primer paso sea ese. Ojalá…

Este sábado 29 de octubre El Espacio Argumosa organiza su IV Refugio de poetas. “Palabras al al viento”…quién sabe…

 

  • Este espacio es para opinar sobre las noticias y artículos de El Faradio, para comentar, enriquecer y aportar claves para su análisis.
  • No es un espacio para el insulto y la confrontación.
  • El espacio y el tiempo de nuestros lectores son limitados. Respetáis a todos si tratáis de ser concisos y directos.
  • No es el lugar desde donde difundir publicidad ni noticias. Si tienes una historia o rumor que quieras que contrastemos, contacta con el autor de las informaciones por Twitter o envíanos un correo a info@emmedios.com, y nosotros lo verificaremos para poder publicarlo.