Qué normalizamos
||por JAVIER GONZÁLEZ (Jardinero, activista en Pasaje Seguro Cantabria. Fue quien plantó la Rosa de Siria en un acto de este colectivo en la Plaza de Atarazanas, frente a la Catedral. )||
No es normal que cuestiones clave para la sociedad civil, como el respeto de los Derechos Humanos de las personas refugiadas, no estén en la agenda de nuestros políticos. Mañana, en la conferencia de presidentes autonómicos, ni rastro de los refugiados en la agenda.
Cuando yo era pequeño, para mí era normal tirar la basura al río. Sí, en mi contexto era normal: no habían llegado a mi pueblo los contenedores de recogida de basura, y a mi entorno tampoco las preocupaciones ambientales. Luego, se extendió la ética ecológica y me contagió. También recuerdo algunos bares que hoy serían de tapas, con el suelo nevado de una capa de servilletas de papel, huesos de aceituna, cáscaras de cacahuetes o trozos de pan y hasta conchas de mejillones… ¡en el suelo!
Despuéss, ya adolescente, era normal ir en autobús bajo una niebla de humo Celta o Malboro… Recuerdo al señor que me quitó los puntos de la apendicitis con un bisturí en la mano y un puro en la boca.
La sociedad veía también “normal” hacer chistes homófobos, machistas etc. Veíamos normal que los homosexuales no se pudieran casar si se amaban, que un trabajador llevara vino a la fábrica, que las mujeres obedecieran a los hombres… Normalidades que hoy ya no lo son tanto, por suerte.
Es muy importante lo que hacemos para “normalizar” un estado de cosas. Hay mil ejemplos pequeños y grandes, pero voy a los grandes, con un ejemplo sangrante, la guerra en Siria.
Millones de personas huyen del horror jugándose la vida… No hay vías seguras -pueden hacerse con voluntad política- para acogerse a derechos que tienen reconocidos y muchos mueren ahogados al pasar de Turquía a Grecia de forma precaria. Europa cierra sus puertas gracias a un acuerdo vergonzoso con Turquía. Gracias a ese acuerdo las personas que buscan refugio dejan la vía griega de entrada -lo que se buscaba-, pero no su desesperación.
No consideramos normales los acuerdos que desprecian los Derechos Humanos
Ahora la vía a la que les hemos avocado es hacia el paso por Libia -país fallido- hacia Italia: una ruta más larga, más cara y mucho más peligrosa: morirán más familias a las que Europa cerró la puerta. Ya flotan los cadáveres. No es normal y ciudadanos y ciudadanas no lo damos por bueno.
Hay más. Miles de personas en tiendas de campaña, en naves industriales abandonadas en Grecia (Europa) esperando ser acogidas. Niñas, ancianos, familias, congelados de frío. (vean las imágenes, es como si fueran de otro tiempo) ¿estamos dispuestos a entender que eso es normal en nuestro tiempo? No, no lo es.
España es cicatera con los derechos humanos y negocia acoger solamente a 17.000 personas en 2 años. A Cantabria, por población, le tocaría acoger 200-300 personas. Se ha cumplido más de la mitad del plazo y a España han venido menos de mil. ¿A Cantabria? 8 personas.
Y no es normal. Muchos ciudadanos estamos en contra de las actuaciones del Gobierno de España -colaborador de esta situación-, pero también estamos hartos de la actitud del Gobierno de Cantabria, que no ha sido valiente y que tiene miedo a gestionar mal la integración de 200-300 personas. ¿Será mejor que se pudran en una nave en Grecia?
Podemos seguir con nuestras vidas, y debemos hacerlo, pero también debemos plantarnos frente a la superlativa tragedia que Europa está perpetrando. Argumentar con sitios comunes como “no hay trabajo para todos”, “primero los españoles” etc., es tan injusto como equivocado, pero aún más: no señalar como noticia lo que es extraordinario, no clamar como ciudadanos para que nuestros políticos hagan frente a lo prioritario, normalizar la muerte injusta, el dolor, el rechazo a quien huye del horror… es consentir que nuestros hijos beban un agua podrida. ¿Cómo explicarles que pasó todo esto y nosotros no hicimos nada?
Mañana los políticos se reúnen en Conferencia de presidentes autonómicos y no piensan abordar cómo acoger a más refugiados. ¿Qué se han pensado? ¿Que no va con ellos? ¿No le importa este tema al señor Revilla? No es normal que la acogida a los refugiados, con la que está cayendo -literalmente también- en Europa no sea tema prioritario y urgente. Y la sociedad civil se mueve, no nos queda más que marcar camino ante el abandono institucional, porque esto no es normal.
Jose Luis Quintana Mantecon
Al caballo de cartón
le faltaba el ojo izquierdo, y las ruedas
rodaban bastante mal
Al caballo de cartón
le brotó una lágrima seca
por la cuenca vaciada
que el niño creyó verdadera
Caballo pío , blanquinegro
juguete roto, un regalo
para el niño refugiado. J.L.Q.