2013, el año que los preferentistas vencieron a los bancos
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Se preveían nubarrones sobre los afectados por las Participaciones Preferentes este 2013 y se confirmaron las tormentas. Pero nunca llovió que no escampara.
Todo empieza con la comercialización de un producto financiero tóxico que se generalizó en las cajas de ahorros españolas, antes y en plena crisis financiera mundial. Una auténtica burbuja de intereses, surgidos de la nada, que la Comisión Europea detectó y trató de pinchar con aquel Memorandum of Understanding (MOU) de julio de 2012, el del rescate bancario, que recetaba quitas de hasta el 60% en los ahorradores, a quienes desde entonces se trataba como a inversores.
Antes de eso, en el último trimestre de 2011, las Cajas de Ahorros ocultaron información muy relevante a los tenedores de participaciones preferentes, como que el Banco de España obligaba a las entidades financieras a sacar ese dinero del limbo de las cajas y a lanzar emisiones a mercados secundarios de bolsa, donde todos esos ahorros de los preferentistas irremediablemente se depreciarían inmediatamente. En ese impass, cuentan los afectados por las participaciones preferentes que los directivos y personal mejor informado de algunas entidades de ahorro, traspasaron sus propias preferentes a clientes desinformados. Y hay algún proceso en marcha que podría ir en el futuro al fondo de los que los afectados han tachado de «estafa», en toda regla.
Ya en el otoño de 2012, con el MOU firmado y el rescate bancario en marcha, las ordenes volaron a toda velocidad de Bruselas a Madrid, y de la capital se descentralizaron a los bancos fusionados a partir de las viejas cajas de ahorros. Entonces el conflicto pasó a mayores.
En Cantabria, se calcula que ha habido más de 17.000 afectados por las participaciones preferentes, la mayor parte de los cuales eran clientes de Liberbank. El resto de entidades financieras ha sabido dar soluciones a los afectados, después de causar bastante perjuicio también a sus clientes. Pero con más músculo financiero que el banco en el que se integra la vieja Caja Cantabria, pudieron resolver el conflicto con créditos equivalentes al dinero retenido, cual minicorralito, de las preferentes.
De manera que el conflicto en 2013 se enfocó casi exclusivamente a Liberbank, la vieja Caja de Ahorros de Santander y Cantabria, aquella a la que se acudía porque había más confianza con el bancario, facilidades para el crédito y cercanía en el trato. Todo eso ha cambiado, cada vez es más difícil dar con alguien al otro lado de la ventanilla. Al menos con alguien que sea capaz de resolver el problema o proponer la solución. Ahora todo pasa por Asturias, el lugar de origen de la caja líder entre las fusionadas en Liberbank, y también de Manu Menéndez, presidente del nuevo banco y centro de las críticas.
DESCENTRALIZACIÓN Y ORIGINALIDAD DE LAS PROTESTAS
El 12 de mayo, coincidiendo con el segundo aniversario del 15-M, más de 1.000 afectados se manifestaban en Santander contra la “estafa” de las entidades financieras que comercializaron este tipo de productos, para recordar que son “ahorradores” y no “inversores”, y frente al Plan de Fidelización de Liberbank, que consideran un “chantaje”.
Venían de todas partes de Cantabria, para ratificar el fenómeno de descentralización de estas protestas, pueblo a pueblo, oficina a oficina. Estaban los afectados de Castro Urdiales, los de Torrelavega, los de Cabezón de la Sal… Todos, eclipsando en parte la efeméride del 15-M. De hecho, fueron recibidos en la Plaza Porticada con una gran ovación.
A lo largo del año, los afectados por las preferentes han destacado por la originalidad de sus protestas. Recientemente, vestidos de pastores para cantar villancicos adaptados al conflicto por las oficinas de Caja Cantabria en Santander, con el objetivo de «armar el belén» a Liberbank. Pero también hemos visto como proponían el sorteo de un crucero entre todos aquellos que retiraran dinero de la Caja, o acciones que han consistido en llenar de basura los cajeros, como metáfora del producto que les habían colocado.
JUZGADO DE LAS PREFERENTES
Nadie pone en duda el interés social que ha suscitado la cuestión, en una región en la que cualquiera conoce a algún afectado: un familiar, un compañero de trabajo, un amigo. De la determinación de los colectivos que se han unido para luchar contra los bancos, se han planteado tantas querellas en los tribunales que el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria decidió reforzar uno de los juzgados, que pasaría a convertirse en el primer juzgado de las Preferentes en España.
Su titular, José Luis Sánchez Gal, está resolviendo a bastante ritmo. Y esa agilidad, como destacaba recientemente el presidente del TSJC, César Tolosa, en declaraciones a El Faradio, está llevando a que muchos de los litigios se resuelvan con acuerdos entre las partes antes de llegar al juicio. De momento sabemos que Liberbank acumula del orden de 800 causas judiciales por preferentes. Los primeros autos están siendo favorables a los afectados, y una primera estimación eleva a 50 millones de euros el dinero que tendría que devolver Liberbank a los preferentistas.
El fin de año nos ha dejado fotografías históricas: las de los primeros preferentistas que han ganado sus pleitos con su banco de toda la vida, brindando con champán en la puerta de la oficina central, robándole al sorteo de la Lotería de Navidad la foto. La última de estas instantáneas nos la daba Rosa, la semana pasada. Rosa es la primera que ha conseguido cancelar todas sus cuentas con Liberbank, después de todos los avatares. En la oficina de Numancia lloraba de alegría junto a los suyos, después de pelear hasta el último segundo. El bancario, un árbitro de Segunda División B, acostumbrado a chorreos mayores, había escrito en su cartilla «agotada». Rosa, para nada agotada, exigió que anotara «cancelada». Y así fue, su último día en la Caja. Vendrán más, todos ellos candidatos al I Premio El Faradio al Espíritu Crítico 2013.
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