El PP se podemiza en Cantabria
Son momentos muy confusos y no hablamos de Donald Trump ni de la postverdad. No… pero algo de muy difícil comprensión está pasando en la política de Cantabria cuando un sólo grito representa el sentimiento de todas las corrientes del Partido Popular: «que no, que no, que no nos representan».
A Ignacio Diego no le representa la opción traidora de Sáenz de Buruaga. No le representa ni Mariano Rajoy y ha decidido desafiar a la dirección nacional del partido en una maniobra que le confirma como el líder más empecinado de la democracia. Tal vez de la historia.
A Sáenz de Buruaga, no tenemos claro exactamente desde cuando, pero ya no le representan las formas crispadas de Ignacio Diego y pretende representar un cambio de talante y una apertura hacia el diálogo, cuando la última experiencia de esa práctica tuvo que ver con el ‘diálogo competitivo’ con el que entregó a Ferrovial el control del Hospital de Valdecilla.
Aquella gestión sí le representa al ministro de Fomento, Iñigo de la Serna, principal baluarte en el cambio de timón. Y también le representa a Miguel Ángel Revilla (No podemos dar más pistas sobre cuál es la opción del sistema y, lamentablemente, no ha llegado el día del sufragio directo a las constructoras).
Pero son tiempos demasiado confusos, de verdad. A Pedro Sánchez le dieron un golpe palaciego en el PSOE, porque el partido socialista se estaba «podemizando» y para que no se rompiera España lo que pusieron al borde de la quiebra fue su propio partido.
El giro a la derecha es tan pronunciado que el próximo congreso socialista (aquí en Cantabria) está «atado y bien atado», porque si había críticos están esencialmente colocados en el Gobierno.
Y lo que tanto tiempo descalificaba a los procesos internos del PP, aquellos congresos «a la búlgara», tiene toda la pinta que acompañará al titular de la reelección de la secretaria general, Eva Díaz Tezanos. Cuando toque, que por ahí no hay prisa.
Cuando se aborda la podemización como una peste, es como si el PSOE se la hubiera pasado al PP: «tú la llevas». Y ahora es el PP de Cantabria el que se podemiza. Tienen hasta tercera vía, como el laborismo británico que encumbró a Tony Blair o la sorpresa de Zapatero que irrumpió entre Bono y Rosa Díaz.
Una tercera vía, la del PP, que se apoya en un círculo, renovador, alejado de élites y del establishment, pero analizando perfiles… un círculo un poquito nacionalcatólico. Qué más da, el caso es que podría acampar en el Santemar y gritar: «que no, que no, que no nos representan».
Y así es como da la bienvenida el PP a la democracia interna. Sentados en corro, con micrófono abierto y agitando las dos manos en alto en la Plaza de Italia, muy a favor ahora de todas aquella dinámicas que antes estaban reservadas a los perroflautas del 15-M.
Es lo que tiene, cuando las negociaciones para encauzar las diferencias las ha llevado, desde Génova, María Dolores de Cospedal, que ya definió al PP como «el partido de los trabajadores» y hasta fue a un acto con pañuelo palestino. De Burberry, pero Palestino. Y así están, de intifada.
Y en Vista Alegre II gritando «unidad». Lo dicho, tiempos muy confusos.
angel
Lo que daría un gystazo era que se pasasen a la oposición unos largos años por el bien de Cantabria
angel
Se miran cualquier tipo estadísticas y estamos los ultimos en todo y si sube algo siempre se compara con las que más baja esta…cuenta mentira
angel
Espero que pppsoeprc se enteren que son ellos los que siguen gobernando esta AUTONOMIA?
angel
O se les da bien en el coco a través de los medios de comunicación o se cambiarte en un compadreo y después no os que jeis que cada vez más gente no os haga no caso