Costas no cede y mantiene el trazado de la senda costera
El proyecto de la senda costera entre el faro y la Virgen del Mar, en la costa norte de Santander, ha salido a información pública.
Este trámite significa que a partir de ahora se pueden realizar alegaciones (sugerencias) a su contenido, por un plazo, marcado por ley, de 20 días.
Estas sugerencias no tienen por qué ser incluidas en el proyecto final, que vuelve a hacerse debido a la alarma vecinal que desataron los excesos constructivos que no se correspondían con lo que se había aprobado para la senda desde la Demarcación de Costas (Ministerio de Medio Ambiente), sin que el Ayuntamiento de Santander, a quien se le encomendó la vigilancia, los detectara.
Se han celebrado reuniones previas con asociaciones vecinales oficialistas y con la Asamblea en Defensa de la Senda Costera, colectivo surgido precisamente a raíz de esta preocupación ciudadana.
Pese a que este proyecto reduce al mínimo al vallado que tanto llamó la atención por su alto impacto visual, no recoge una de las principales demandas vecinales, el cambio del trazado para que se corresponda con la senda natural, la que durante décadas han transitado los vecinos de la capital.
Porque, tal y como han denunciado en varias ocasiones desde la Asamblea, el cambio de trazado respecto al discurrir natural del camino lo que perseguía era una reagrupación de los terrenos que permitía encajar el proyecto de campo de golf para la zona en el llamado Parque Litoral Norte, en suspenso tras la anulación por el Tribunal Supremo del PGOU de Santander, en el que la costa norte de la capital tuvo un papel muy relevante.
En las reuniones técnicas con el Ayuntamiento los vecinos pidieron un nuevo trazado y un nuevo proyecto, en lugar de retoques en el anulado, sin que se les haya hecho caso.
El proyecto tendrá un nuevo presupuesto que se sumará a los 635.029 euros que ya recibió la empresa constructora, Dragados, a quien hubo que indemnizar por la paralización y suspensión del proyecto al entenderse que fue responsabilidad de las instituciones y no suya.
Y todo pese a que supuestamente iba a darse un ahorro, ya que el proyecto se licitó en 978.608 euros, pero se presentó una baja temeraria
UN REFERÉNDUM PARA LA REMONTA
La senda costera fue uno de los más llamativos ejemplos de las consecuencias de la falta de participación en los proyectos urbanísticos en Santander, en línea con lo que viene pasando en barrios como El Pilón o el Prado San Roque, entre otras causas vecinales relacionadas con el urbanismo que cogieron un especial impulso a raíz de la lucha de la fallecida Amparo Pérez, articuladas ahora en torno al Concejo Abierto de Santander.
En la misma línea, el Partido Humanista, que ha lanzado una campaña pidiendo un referéndum ciudadano municipal sobre el parque de La Remonta, recientemente abierto al público (y que ha despertado críticas por su modelo artificial en lugar de haberse optado por un parque naturalizado). En la campaña puede participarse desde este enlace.
El Concejo Abierto de Santander también ha apuntado a La Remonta, ya que las previsiones iniciales del Ayuntamiento incluían la construcción de viviendas, de carácter protegida, en este espacio natural, objetivo que este movimiento vecinal quiere que se descarte definitivamente.