El Partido Popular vive este martes su jornada de reflexión, en la que sus militantes, deben pensar, y mucho, sobre si la renovación del partido la abandera su presidente de la última década o la secretaria general de la última década.

Si las elecciones de Obama o Trump se dilucidaron en Twitter, en el PP cántabro la cosa va más de Facebook, un medio caliente y sin limitación de caracteres, más apto para los mensajes de emociones y los memes de Paulo Coehlo.

Rozando la esquizofrenia, a los militantes se les está preguntado si quieren más a papá o a mamá, haciendo honor al tópico de que la política hace extraños compañeros de cama: personalidades fuertes enfrentadas hace años coinciden ahora en los mismos bandos y grupos de Whassap.

Porque la principal pregunta que hay aquí es: ¿Quién es el sector crítico?

-¿Lo es Nacho Diego? ¿Un presidente del partido enfrentado al aparato, con ese amplio difusor que está siendo en redes su portavoz parlamentario, el carismático, querido y facebookero Eduardo Van den Eynde? ¿Un rebelde apoyado en senadores, como si esto fuera La Guerra de las Galaxias? ¿Un líder del PP que habla de “cambio tranquilo” como si fuera Zapatero? Peor aún, ¿se está haciendo Nacho Diego un Pedro Sánchez?

-Pero, ¿puede ser el sector crítico su secretaria general, su número dos, la misma con la que iba a pactar su sucesión? ¿Es una rebelde quien se rodea también de diputados nacionales como Diego Movellán o Ana Madrazo, quien cuenta con el apoyo de Génova y de ni más ni menos que un ministro del Gobierno de Mariano Rajoy? ¿La que tiene la llave de la sede y del censo?

Eran otros tiempos

De fondo, el gran trauma no abordado de un PP que no se concibe a sí mismo sin estar en el Gobierno, y que no sabía como moverse en un escenario político de cinco partidos, más plural y abierto. Pero esa falta de interlocución no es nueva, ya se vivió en el PP de Martínez Sieso.

El debate ahora es quién dialoga más, (o menos)

…..si el Nacho Diego que le pisó el puro a Revilla, que se enfrentó con sindicalistas y que ha protagonizado en privado momentos relatados entre el bochorno y la pena

…o la Sáenz de Buruaga que descalificó a quienes defendían el carácter público de Valdecilla y que se apoya en el Íñigo de la Serna que se inventó el término plataformitis.

Y de fondo 2, el eterno debate de la política cántabra, ese que planea sobre todos los partidos cada vez que se enfrentan a una decisión: al alba blanca yo cantaré, Revilla.

Sí, el presidente que ha jubilado ya a una buena generación de líderes protagonizó los congresos del PSOE cántabro cuando se debatía entre tener más personalidad frente al PRC o afianzar su alianza, y también ha sido parte importante en procesos de toma de decisiones de Podemos o Ciudadanos.

Dice Diego que Buruaga quiere pactar con Revilla. Dice Buruaga que Diego le entregará el Gobierno a Revilla por su incapacidad de pactar. Dice Revilla que con Buruaga se pacta mejor.

Dice nuestra memoria que Buruaga en la oposición no ahorraba en descalificaciones. La pregunta más clara es ¿qué dirán los militantes? Y, sobre todo, ¿qué dicen las élites?