La Fundación Comillas tiene “un presente oscuro” y “un futuro nada halagüeño”. Es lo que Ciudadanos ha sacado en conclusión tras las declaraciones ante el Parlamento de Miguel Ángel Revilla el pasado tres de abril, y también a raíz de su investigación de los informes de intervención sobre la realidad económica de la fundación.

Seminario Mayor de Comillas

“Es la única que presenta un informe desfavorable”, ha asegurado el portavoz de Ciudadanos, Rubén Gómez, manejando la documentación de los únicos años disponibles y correspondientes a los ejercicios de 2013 y 2015.

Ya entonces había pérdidas de más de 10 millones de euros en la Fundación, y entre los año 2013 y 2018 sus previsiones de ingresos bajaron en 21 millones, tras la retirada de la subvención del Ministerio.

“Sin embargo, el Gobierno de Cantabria solo tiene intención de reclamar tres millones”, indicó Gómez. El consejero de Economía, Juan José Sota, ha asegurado que el Gobierno de España “nos debe 16 millones de euros, no tres, a través de un convenio legal”.

Sota ha recordado que el Ejecutivo nacional dejó de pagar la subvención en 2013, incumpliendo un acuerdo al que se había llegado en diciembre de 2010. “El Gobierno anterior no hizo nada por recuperarlos, y vamos a reclamarlos”, ha asegurado el consejero, que ha achacado la mayor parte de la deuda a que “se cambiaron las normas a mitad del juego”.

INGRESOS ANUALES DE CASI 200.000 EUROS CON UNOS COSTES FIJOS DE 700.000 EUROS

En total, Ciudadanos asegura que la Fundación Comillas mantiene una deuda con el Instituto Cántabro de Finanzas de 41,5 millones de euros por un préstamo que le supone el pago de una cuota anual de 3.525.000 hasta el año 2031, según el informe de Intervención de 2013.

Al mismo tiempo, y según el informe de 2015, la fundación tiene una deuda con la SAICC que asciende a 6,5 millones de euros en el ejercicio auditado y que se prevé en crecimiento para el 2016.

Los ingresos de la entidad auditada en su actividad principal son 195.387 euros en 2013, cuando soporta unos costes fijos de funcionamiento de 700.000 euros.

“La Intervención no dispone de evidencia documental que justifique que la fundación contará con ingresos suficientes para dar continuidad a su actividad y atender a las necesidades financieras, tanto propias como las de su empresa participada SAICC y no aporta un plan de viabilidad del proyecto tras la sucesión de los factores causantes de lo anteriormente explicado”, ha explicado el portavoz de Ciudadanos.

Además, el informe recoge que la fundación y la SAICC sobreviven por el apoyo financiero del Gobierno de Cantabria y la intervención señala una serie de hechos que constituyen peligros o debilidades para el mantenimiento del mencionado apoyo financiero.

El saldo a cobrar por SAICC de la fundación asciende a casi 6 millones de euros. La intervención duda de que se pueda garantizar que la tesorería regional tenga en su momento la liquidez suficiente para hacer frente a sus compromisos con la Fundación, han incidido desde Ciudadanos.

“Debo ser muy malo en economía porque no acierto a ver cómo la comunidad autónoma recupera la inversión”, ha reiterado Gómez, que asegura que “da la sensación de que se abre el agujero y se empieza a tirar el dinero”, en lo que le recuerda al portavoz de Ciudadanos al caso de GFB.

SOTA: “EL GOBIERNO DE ESPAÑA ES RESPONSABLE DE LA SITUACIÓN»

El consejero de Economía ha asegurado que “el Gobierno de España es responsable de la situación, porque el Gobierno de Cantabria tomó la decisión de comprar el edificio contando con 18 millones de euros del Ejecutivo, del que no recibió más que una pequeña parte”.

“Ese proyecto se pone en macha contando con que de 2010 a 2018 vamos a contar con aportaciones de 28 millones de euros al año”, matizó Sota, insistiendo en que “la viabilidad es complicada porque Cantabria en solitario tiene que hacer frente a un compromiso adquirido”.

El consejero asegura que la mayor parte de los gastos van destinados a pagar el préstamo de lo que costó comprar el edificio y la reforma. “No hay ninguna otra cosa oscura”, ha sentenciado.

Además, ha criticado que el mayor proyecto que el Ejecutivo tenía para la Fundación Comillas era Colegios del Mundo, una de las iniciativas de Revilla en la anterior legislatura que murió al cambiar el Gobierno de manos, “dejando el proyecto cojo”. Eso, asegura Sota, ha repercutido en la decisión de los patronos de aportar cada vez menos en la Fundación.

De todas formas, el consejero ha insistido en que “ese edificio” que es el seminario, “no se puede dejar caer, porque es una responsabilidad del Gobierno como Bien de Interés Cultural”.