Este jueves, la Sala II del Tribunal Supremo ha rechazado la querella por delito de injurias y calumnias hechas con publicidad presentada por el concejal de Santander Sí Puede, Antonio Mantecón Merino, contra el exalcalde de la ciudad y actual ministro de Fomento, Iñigo de la Serna.

Antonio Mantecón se querelló contra De la Serna y su ex compañera de partido, Tatiana Yáñez-Barnuevo.

Mantecón anunció y llevó a cabo esta denuncia después de que, en repetidas ocasiones en plenos municipales y ruedas de prensa, le llamara ‘tránsfuga’. Además, en uno de esos plenos De la Serna llegó a insinuar que Mantecón había desviado fondos públicos a usos particulares, aunque luego no se atrevió a confirmar esas acusaciones, atribuyéndolas a terceros.

El Supremo señala que las afirmaciones de De la Serna tienen encaje en el marco de la libertad de expresión, y en consecuencia los hechos no son constitutivos indiciariamente de ilícito penal alguno.
Según el auto publicado, las acusaciones se amparan dentro de los plenos del Ayuntamiento, “en un marco en el que el ejercicio de las libertades de expresión e información están en conexión con asuntos que son de interés general por las materias a que se refieren y por las personas que en ellos intervienen”.

Sobre la expresión «intento de desviar fondos para uso particular», el Supremo indica que el propio querellante reconoce que fue una acusación velada o insinuación más que una atribución directa, por lo que no entra de lleno a valorar la cuestión.

LA DENUNCIA

El Supremo ampara en libertad de expresión las acusaciones veladas de De la Serna.

Antonio Mantecón es el concejal de Santander Sí Puede, una asamblea que en 2016 se quedó sin grupo municipal en la corporación santanderina en una maniobra de Ganemos, la marca-paraguas con la que se presentó a las elecciones de 2015, en “connivencia” con el equipo de Gobierno del PP que lideraba De la Serna, como denunció en su día el propio Mantecón.

Fue en este contexto, que tanto el exalcalde como la concejala enemistada con Mantecón, Tatiana Yáñez Barnuevo, que se quedó con los recursos del grupo municipal, hicieron sendas declaraciones en las que acusaban a Mantecón de haber desviado fondos del grupo a una cuenta particular.

Por este motivo, Mantecón presentó en su día una demanda de conciliación en Cantabria, pero como posteriormente De la Serna fue nombrado ministro de Fomento, el asunto debía tramitarse ante el Supremo, al no poder ser juzgado por los tribunales ordinarios.

Esta cuenta fue registrada a nombre de varios compañeros del partido con el fin de gestionar los recursos municipales a los que nunca tuvieron acceso (el Ayuntamiento cambió las normas para que se pudiera formar grupo propio con solo dos concejales a favor de Ciudadanos, lo que indirectamente favoreció a la formación que meses después se rompería).

De hecho, esta cuenta nunca tuvo ingresos ni movimientos de ningún tipo, ya que finalmente se creó una cuenta específica del grupo con su preceptivo CIF. El propio Mantecón aseguró que todo se hizo con las preceptivas consultas a Intervención, que en ningún momento emitió ningún informe.