De izquierda a derecha, Manuel, pareja de una trabajadora afectada por el acoso laboral, Sonia, del sindicato MAYSA Cantabria, Gerardo, trabajador de Mercadona y María Eugenia, madre de un hijo con dependencia severa y afectada por la negativa a la reducción de jornada || FOTO: El Faradio

María Eugenia es trabajadora del Mercadona de Igollo de Camargo (el supermercado que tiene abiertas denuncias en su contra por el acoso laboral de una encargada que se autodenomina Hitler) y ha llevado al gigante de la distribución a los tribunales.

Lo ha denunciado en una rueda de prensa convocada por el sindicato MAYSA (que no tiene representación en la empresa pero sí en otros supermercados del sector, como Día o Lidl) en la que los trabajadores han puesto voz a las denuncias sobre las vejaciones a las que han sido sometidos por la encargada, además de otras irregularidades que han puesto en conocimiento de la inspección de trabajo y procedimientos abiertos ante el ORECLA(Organismo de Resolución de Conflictos Laborales), presuntamente cometidas por la responsable de este supermercado.

La situación ha llegado a los tribunales por la negativa del mando a concederle a una trabajadora una reducción de jornada, a la que defiende que tiene derecho (por convenio y por el estatuto del trabajador) como madre de un niño de 10 años que tiene reconocida una dependencia severa: le han diagnosticado una TEA (Trastornos del Espectro Autista), en concreto padece un síndrome de Asperger y tiene una discapacidad del 35%, reconocida por los Servicios Sociales de la Comunidad Autónoma.

Este jueves se verán las caras, la empleada y Mercadona, en el Juzgado de lo Social de Santander, ante la negativa de la encargada del supermercado de Igollo (un núcleo de la periferia de la capital cántabra) a facilitar una reducción de jornada – que conlleva una reducción salarial- en turno de mañana, con el objetivo de poder conciliar su trabajo con la atención que requiere su hijo a la salida del colegio.

Ante la petición, basada en derechos fundamentales, la encargada, que en una ocasión llegó a ofrecerle «dos tortas» a la trabajadora afectada, tal y como ha relatado, le recriminó que estuviera pidiendo un «horario a la carta» e igualó su situación con la del resto de trabajadores y la suya misma: «yo también tengo hijos con necesidades y aquí estoy».

VEJACIONES, PRESIONES Y MIEDO

La responsable del sindicato MAYSA, Sonia Argüelles, ha recalcado que tiene declaraciones juradas de varios clientes de este Mercadona que acreditan los malos tratos continuados a los trabajadores.

Una actitud permanente de trato vejatorio hacia los empleados, con expresiones como «prefiero que me llaméis Hitler a ser la madre de todos vosotros» o «teníais que agradecer a Mercadona» hasta el punto de hacer sus funciones «de rodillas».

En relación a las presiones, la trabajadora que ha pedido la reducción de jornada ha relatado que la encargada suprimió el turno de noche, por lo que consiguió un ahorro que redunda en incentivos económicos (de los que se beneficia la encargada), pero que en la práctica supone que la carga de trabajo se deriva a otros turnos, empezando por el de mañana.

Incluso, por las presiones, el acoso y el miedo que reina en el supermercado entre los trabajadores, algunos de ellos han llegado a tomar la determinación de entrar antes al trabajo o de no disfrutar de su tiempo de descanso para poder responder a las exigencias de la encargada que según este relato ejerce el mando de forma caótica y deriva la responsabilidad en los empleados.

Además, el sindicato ha dado cuenta de que otra trabajadora ha iniciado una reclamación ante el ORECLA por despido improcedente, así como irregularidades en la contratación de personal para sustituciones, presuntamente en fraude de ley (ya que los sustituidos estaban de alta).

Todas estas denuncias se habían hecho públicas en el Facebook de MAYSA Cantabria antes de la publicación en EL FARADIO de la noticia sobre la situación de acoso laboral, una página que ha sido suspendida (y aseguran que no es la primera vez desde que comenzó a denunciar la situación).

Mercadona tiene más de 1.600 supermercados en toda España (once de los cuales se ubican en Cantabria), da empleo a 79.000 trabajadores y domina el mercado por encima de la suma de sus principales competidores (Carrefour, Eroski y Lidl).