Son las 08.30 de la mañana en el Centro de Atención de Dependientes (CAD) de Sierrallana y, a las puertas del centro, frente a la rotonda que también da acceso al hospital, se empiezan a reunir trabajadores para protestar en esta jornada de huelga.

Protesta de los trabajadores del CAD de este jueves en Sierrallana.

En la calle, precedidos por un reguero de pancartas que, como las migas de Pulgarcito, señalan el camino al centro, se han reunido cerca de 50 empleados. Portaban globos blancos y rojos, como la bandera del Gobierno al que se enfrentan contra el traslado de 24 residentes al Asilo San José, de momento de forma temporal y amparándose en un tratamiento contra las termitas y en unas futuras obras que no tienen proyecto ni fecha.

Una gran pancarta reza ‘Nuestro CAD, su casa. No al traslado de residentes’. Otros eslóganes reclaman a Miguel Ángel Revilla y Eva Díaz Tezanos que “no vacíen un centro público para llenar uno privado”, y que cumplan con sus compromisos de palabra con los servicios sociales.

La rotonda la cruzan constantemente coches que pitan y apoyan a los huelguistas, que han llegado más reivindicativos y musicales que nunca, adaptando grandes éxitos a su causa. La popular Fuente de Cacho se ha transformado en la Fuente del CAD, cantando un estribillo en el que le preguntan a Revilla “dime, qué es lo que pretendes, dime, vaciando el centro, dime qué es lo que tú quieres, dime, que yo no lo entiendo”.

La canción del verano, ese ‘Despacito’ tan radiado, ha conseguido un nuevo significado donde acusan al Gobierno de buscar dejar el centro en mínimos para justificar que su mantenimiento sería demasiado caro en el futuro; y el ‘Viento del Norte’ de los hermanos Agüeros clama que «por qué tú a mis chicos te quieres llevar si aquí, en Sierrallana, tienen su hogar».

En tono más serio, una de las empleadas, Susana García Marugán, asegura que en el día a día en el centro se percibe el ambiente de incertidumbre sobre el futuro de los pacientes. “Ellos tienen discapacidad pero viven el día a día, perciben la situación y muchos viven con miedo a una posible salida”, asegura. “Son personas, no son muebles ni objetos que se puedan trasladar a su antojo”.

Asímismo, recuerda que algunos de estos usuarios llevan en el centro más de 20 años y están muy adaptados a las rutinas y a sus cuidadores. “Cambiarles sin un motivo real es una barbaridad”, y “su vida va a verse afectada gravemente”, defiende.

Por ello insiste en que su protesta no es una simple defensa del empleo, y que los propios familiares no quieren que se saque a los usuarios. De hecho, también se quejan de la falta de requisitos en la selección de los 24 residentes que se trasladarían temporalmente al Asilo San José. “Se dijo que iban a seleccionarse a personas que pudiesen adaptarse mejor a otro centro pero estamos viendo que cuando una familia dice que no, se contacta con otras”.

“ES UNA MUESTRA DE INSENSIBILIDAD CON LOS USUARIOS DE DEPENDENCIA”

Algunas trabajadoras de los servicios mínimos han salido unos segundos a las puertas para apoyar la protesta.

Esta semana, con las horas contadas para la huelga, la secretaria general del Sindicato de Trabajadores Unidos, envió una carta a Miguel Ángel Revilla para pedirle un gesto de entendimiento para paralizar la protesta.

El presidente no lo ha realizado, y todavía no se ha pronunciado con respecto a su petición, que también se hizo desde el Parlamento, de que acudiera a visitar el centro. “Sabemos que le han transmitido que las instalaciones tienen un deterioro importante y hemos pedido que viniese a ver que están en perfectísimo estado y cumpliendo su finalidad”, asegura ella a las puertas del centro.

Su miedo es que ocurra como en otros recientes cierres, en el que “los informes se centran en la foto o aspecto deteriorado del centro”, lo que en su opinión “es algo bastante tendencioso que se hace para justificar lo injustificable”. El CAD, insiste, “está en perfecto estado y cumpliendo su finalidad”, por lo que considera que este traslado, que recuerda que no hay informes que lo justifiquen, es “una muestra de insensibilidad con los usuarios de los centros de dependencia».

“Los familiares no quieren que salgan de aquí porque saben que los profesionales han hecho un trabajo que va a ser complicado poder igualar en otro centro”, matiza para finalizar, alegando que no tienen “nada en contra” del Asilo San José, el cual cree que “cumple su función»; al igual que defienden unas futuras obras de mejora sin necesidad de trasladar a nadie.

A última hora de esta sesión de huelga, algunas de las trabajadoras de los servicios mínimos que cumplían el horario de mañana han salido a la puerta para unirse por unos segundos a la protesta y demostrar así la unión de la plantilla en este conflicto.

Un conflicto que arrastra una polémica más, que los servicios mínimos impuestos por el Gobierno son del 80%. El presidente del Comité de Empresa, Carmelo Renedo (CCOO), ha denunciado “el desprecio” con el que el Gobierno está gestionando este conflicto. “Solamente ha habido una reunión para negociar los servicios mínimos”, que asegura que son “totalmente abusivos” y “los han impuesto”.

Sin ir más lejos, en el turno de mañana de forma habitual trabajan algo menos de 50 personas, y en esta jornada de huelga se han quedado en 35. Es el primer turno de los tres que este jueves harán huelga en el CAD. De 08.30 a 10.30 de la mañana, de 19.30 a 21.30 por la tarde y de 22.00 a 00.00 por la noche.