Julio Revuelta, en la presentación de la Asamblea Arronti Cantabria, de la que este 21 de junio se harán públicos los resultados

El Secretario General de Podemos Cantabria, Julio Revuelta, ha dimitido este martes al frente del partido, tal y como ha confirmado en declaraciones a EL FARADIO.

En cuanto ha trascendido la noticia también ha presentado su dimisión de su cargo en el Consejo Ciudadano el diputado Alberto Bolado. Y podría no ser la última.

Tras delegar la portavocía y la representación legal para la gestión de personal al Consejo Ciudadano en la reunión del pasado viernes, este martes ha dado por finalizado su ciclo al frente de la formación morada, coincidiendo con la noticia de la dimisión en los últimos días de otros cinco miembros de la dirección.

“He hecho todo lo que podía hacer como secretario general”, ha valorado, al tiempo que ha manifestado su deseo de centrarse en su trabajo en la Universidad de Cantabria, donde es profesor de Economía Pública.

Revuelta considera que ha cumplido los objetivos que se había marcado al acceder al cargo. El primero era «estabilizar el partido”, tras la rebelión planteada ante el anterior secretario general, José Ramón Blanco, que derivó en la Asamblea en la que salió electo.

El exdirigente relativiza el vacío que deja ahora en el partido. “No necesariamente tiene que haber un secretario general, que es más que nada un portavoz de las decisiones que residen en el Consejo Ciudadano Autonómico”.

Un órgano de dirección que queda más controlado por el sector de la diputada Verónica Ordóñez y al que deja “un mandato muy claro”, que es el de poner en marcha “las herramientas política y electoral”, de cara a las autonómicas de 2019 a las que Revuelta siempre había dejado claro que no concurriría.

En este sentido, ha avanzado que mañana se harán públicos los resultados de la Asamblea Arronti Cantabria, en la que se presentaron propuestas de forma anónima con el objetivo de armar “un proyecto político que sea capaz de vertebrar la mayoría social”.

Y ese es el otro objetivo que considera Revuelta que se ha cumplido en este último año, en el que Podemos ha constatado “ese espacio existe”, aunque ahora le hace falta “crecer en la calle y en las urnas”, para poder “liderar un Gobierno progresista” en un momento en el que “otros partidos están reaccionando”, en referencia al PSOE.

“Más no puedo hacer desde la Secretaría General”, ha reiterado, en la convicción de que “a partir de ahora el proyecto tiene que ser otro, ejecutar lo siguiente, con gente que tenga esa capacidad y que no se haya desgastado antes”.

NUEVE DIMISIONES EN EL CONSEJO CIUDADANO

Las de Julio Revuelta y Alberto Bolado son la octava y novena dimisión (de 34 integrantes) en el Consejo Ciudadano, siete de ellas en los últimos cinco días. Por el momento puede seguir operativo el Consejo Ciudadano autonómico pero si siguiera el goteo de dimisiones podría estar en riesgo el quorum y por lo tanto la permanencia del órgano de dirección.

La noticia llega después de publicar el Diario Montañés que se han producido cinco dimisiones en el Consejo Ciudadano en los últimos tres días. Tres de los integrantes no han querido hacer valoraciones: Mabel Ojeda, Concepción Fernández y Victoriano Fernández.

Los otros dos, Daniel Ahumada y Ruth Ruiz Toraño, han justificado su salida en el agotamiento de un ciclo.

Ahumada ha sido el responsable de anticorrupción y ha estado al frente de la estrategia de marcaje al Gobierno, sobre todo al PSOE y a la empresa pública SODERCAN.

La renuncia del que fuera responsable de Desarrollo y Promoción Internacional de la empresa pública, Víctor Gijón, inhabilitado judicialmente, o la más reciente del histórico ‘fontanero’ (secretario de organización y tesorero) de los socialistas, Pepe Guerrero, en el marco del proceso de renovación del PSOE en las elecciones primarias, han hecho considerar a Ahumada que era el momento también de cerrar su ciclo en ese área de Podemos.

Por su parte, Ruth Ruiz Toraño era la responsable de movimientos sociales. Durante su periodo de gestión se ha incrementado el contacto de Podemos con la sociedad civil. Además de aumentar el poder de convocatoria de la formación política, ha sido el contacto con la agenda reivindicativa que después se ha plasmado en iniciativa parlamentaria.

Su gestión se ha culminado con los preparativos de la Asamblea Arronti Cantabria y la inauguración de ‘La Moraduca’, la nueva sede de Isaac Peral concebida filosóficamente para ser más un centro social que la sede de un partido.

Otras fuentes del partido consultadas consideran que las explicaciones ofrecidas sobre estas dimisiones tienen más que ver con un deseo de no perjudicar la imagen del partido, que ya ha sufrido dos graves crisis internas.

Un “hacer de tripas corazón” que de fondo tiene un “agotamiento” por discrepancias insalvables con el bloque que lidera Verónica Ordóñez dentro del Consejo Ciudadano.

El sector de Ordóñez, que tiene su origen en Castro Urdiales, vincula los cambios y movimientos en el partido a la aplicación en Cantabria de los acuerdos de la Asamblea de Vista Alegre. Entre ellos, los recursos (económicos y humanos) pasan a estar controlados por el Consejo Ciudadano Autonómico en detrimento del Grupo Parlamentario.

TERCERA CRISIS EN DOS AÑOS DE VIDA

Hay que recordar que Podemos sufrió su primera gran crisis en la fase de creación del partido en Cantabria, con la expulsión del abogado Juanma Brun, que fue candidato a las primarias que dieron lugar a la composición de los órganos del partido. Eso ocurrió en la previa de las elecciones autonómicas, precipitado por la necesidad de presentar listas autonómicas.

Su adversario en aquel proceso y a la sazón primer secretario general de Podemos, José Ramón Blanco, sufrió una rebelión interna sin llegar a cumplir un año de mandato y tras haber cosechado un buen resultado electoral (la entrada en el Parlamento de Cantabria con tres diputados en las elecciones de 2015).

Cuestionado por el Consejo Ciudadano y sin la confianza de los otros dos diputados de Podemos, Verónica Ordóñez y Alberto Bolado, los inscritos en Podemos Cantabria eligieron con un 83% de los votos a Julio Revuelta. El segundo secretario general de la formación ha durado poco más de un año.

Su dimisión reabre una crisis interna que si concita el consenso de las distintas sensibilidades: Nadie oculta que el momento no podía ser más inoportuno, cuando la formación había conseguido visibilizarse como referente de la oposición parlamentaria. Además, las crisis internas de PSOE y PP o Ciudadanos también eran viento a favor.

Ahora, es el PRC de Revilla el que navega de empopada, como único partido con representación parlamentaria que mantiene la cohesión interna.