Éxtasis tecnológico en Pronillo
Desde luego, no hay mejor espacio para una obra sobre milagros y apariciones que una Capilla.
Así se llama el espacio dedicado a la videocreación ubicado en el Palacio de Pronillo, sede de la Fundación Santander Creativa, que exhibe desde este miércoles ‘El cuadro de la calleja’, una obra en la que la artista cántabra Julia Montilla recoge las supuestas apariciones divinas que se produjeron en San Sebastián de Garabandal, un pequeño pueblo de Cantabria rodeado de hayedos y robles.
El 18 de junio de 1961, cuatro niñas de San Sebastián de Garabandal, contaron que habían visto una figura envuelta en una extraña luz. La visión, que se identificó con el arcángel Miguel, fue la antesala de una larga lista de supuestas apariciones. Entre ellas, la de la Virgen María, que al parecer también habría visitado esta remota aldea cántabra de la que se han hecho eco medios de comunicación, fieles, curiosos y extranjeros.
‘El cuadro de la calleja’ recoge el supuesto éxtasis repentino de una peregrina en la actualidad. El perfil de la mujer refleja el cambio de edad de las videntes. Con esta obra, Montilla hace hincapié en la importancia de la tecnología para popularizar el acceso ‘al más allá’.
La cosa va de cambios : de cómo crecen los videntes, y de cómo los testimonios se recogen por otras vías. En el siglo XXI, la misma credulidad llega a través de una cadena de whassapp.
Plácido Ruiloba, un vecino que supuestamente fue testigo de algunas de estas visiones, grabó desde 1961 las conversaciones y los mensajes que mantuvieron las menores con la presencia divina mediante un magnetófono.
Emulando está práctica, en la actualidad las palabras de las videntes son grabadas con móviles, y posteriormente transcritas y difundidas mediante hojas fotocopiadas.
La autora de esta pieza de nueve minutos de duración que ha sido expuesta recientemente en la Fundació Joan Miró de Barcelona da un paso más y sobre este hecho articula un mensaje de género: en los espacios basados en la visión y el carisma, las mujeres continúan careciendo de una voz propia. En este caso, no hablan ellas: se reproducen sus palabras. Y la concepción que les atribuye el papel de caja de resonancia de los deseos divinos se mantiene vigente, señala.
Julia Montilla es licenciada en Bellas Artes, tiene un máster en Producciones Artísticas e Investigación y se doctoró en Producciones Artísticas. Su producción aborda los contextos sociales, políticos o culturales que propician la construcción e implantación de imágenes estereotípicas. Desde el año 2008, investiga el papel de las tecnologías de la reproducción en la configuración de representaciones ‘identitarias’ en los ámbitos de la psiquiatría y la religión.
Su trabajo se ha exhibido en diversas galerías de arte (como Toni Tàpies) y muestras de vídeo (Dia Art Foundation en Nueva York y The Center for Contemporary Art en Tel Aviv). Además, ha desarrollado producciones en ciudades como Nueva York, Mumbai o Berlín. También ha recibido numerosas becas de creación y publicación como la beca PS1-MoMA (2002-03), las otorgadas por la Generalitat de Catalunya (20004-05, 2006-07 y 2009) o la Fundación Botín (2011-12). Su obra figura en las colecciones del Centro Gallego de Arte Contemporáneo (Santiago de Compostela), Artium (Vitoria- Gasteiz) y el MUSAC (León), entre otras.