Peláez y la Federación Cántabra siguen fuera del objetivo del juez Pedraz
El magistrado de la Audiencia Nacional ha emitido un nuevo auto para determinar el cambio de situación que han experimentado las personas detenidas por los delitos detectados en la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Y la situación del presidente de la Federación Cántabra de Fútbol (FCAF), José Ángel Peláez, sigue fuera de la lista de investigados del juez, como ya publicó EL FARADIO.
Peláez publicó en su perfil de Facebook este nuevo auto para recalcar su inocencia, al mismo tiempo que los detenidos han quedado todos en libertad tras el pago de sus respectivas fianzas.
Ángel María Villar, que ha dimitido de sus cargos en la UEFA y en la FIFA, ha tenido que depositar 300.000 euros para poder abandonar la prisión de Soto del Real. Ha sido inhabilitado durante un año para poder seguir ocupando el cargo de presidente de la RFEF, pero el juez Pedraz ya no considera que exista un gran peligro de destrucción de pruebas, por todos los registros que se han llevado a cabo hasta ahora.
El proceso judicial continua, pero Villar ya está en la calle y eso le da mayor fuerza para defenderse ante los delitos que se le imputan, aunque se han adoptado contra él algunas medidas cautelares como la entrega del pasaporte y la obligación de personarse todas las emanas en el juzgado. Su hijo Gorka y el vicepresidente económico, Juan Padrón, están en la misma situación, con la excepción de que su hijo ha pagado la mitad de fianza.
En el auto, fechado el 31 de julio, el juez Pedraz hace una lista de personas físicas y jurídicas que están siendo investigadas por este caso, que en su fase de pesquisas policiales tomó el nombre de ‘Operación Soule’. Ahí no aparece la figura del presidente de la FCAF, ni la propia institución.
El de Peláez fue uno de los nombres más llamativos del auto del juez Pedraz de 20 de julio, el que decretó el ingreso en prisión de los tres actores arriba citados, puesto que aparecía en 27 ocasiones. Es decir, se le señalaba como alguien cercano a la trama, que incluso podría haber cruzado favores con Villar, pero las actuaciones judiciales no se han activado en ningún caso contra él.
Hay que recordar que Peláez, en un principio, pensaba apoyar en el reciente proceso electoral al rival de Villar, Jorge Pérez, pero descubrió algunas prácticas que no le convencieron, así como tampoco lo hacían algunas compañías de Pérez en su candidatura, como el caso de José María Castillón, muy cercano a Alberto Vilar, el antecesor de Peláez en la FCAF.
El mandamás del fútbol cántabro ha aprovechado la situación para reivindicar su figura. «Recién llegado de la RFEF en su asamblea general. Pero antes de irme a descansar del largo día, sólo quería recordar una cosa». Así es como empezaba el largo mensaje de Peláez en las redes sociales, en el que adjuntaba el auto judicial.
En ese mensaje recuerda que su nombre no aparece en la lista, por lo que espera que las personas «que han sacado su larga lengua a pasear sepan pedir disculpas a todos aquellos que formamos la FCAF».
Peláez ha llegado a señalar a una persona que aún pone en duda la situación diciendo que el juez ha ocultado su imputación, y cita algunos nombres de personas que le han criticado diciendo que serán ellos quienes tengan que dar explicaciones por sus palabras.
En sucesivos mensajes ha mantenido el tono frente a quienes le han acusado por todo este caso, llegando a un «los que me odian, que se jodan», una frase que invita a pensar en que la situación vivida por el presidente de la FCAF ha estado salpicada de tensión en los últimos tiempo, y no sólo por la ‘Operación Soule’. Recientemente, Peláez recibió el apoyo de muchas personalidades del fútbol cántabro por episodios de acoso que ha sufrido.
El caso no ha terminado. La investigación ya dispone de toda la información que podía conseguir y queda determinar qué responsabilidades se derivan de ella, si se señala a los mismos acusados o si aparecen nuevos encausados. Y también queda por ver cómo sale de este tremendo embrollo el fútbol español, gobernado desde hace casi tres décadas por la misma persona.