Salvador Blanco presenta su dimisión de SODERCAN

Los máximos responsables de las empresas públicas SODERCAN y MARE, Salvador Blanco y Rosa Inés García, encuadrados en la macroconsejería de la exlíder socialista Eva Díaz Tezanos, han anunciado esta mañana su marcha del Gobierno de Cantabria.

Lo han hecho por su propio pie, pero después de las múltiples peticiones que sobre su marcha le ha trasladado el nuevo secretario general del PSOE, Pablo Zuloaga, a su predecesora en la dirección del partido, la vicepresidenta Eva Díaz Tezanos.

En los dos casos, la dimisión está presentada, pero falta que Díaz Tezanos las acepte. Tanto Blanco como García han expresado que la decisión ya es únicamente de la vicepresidenta. Cuenta con las cartas de los dos, pero falta ese último paso para que sean firmes.

Ambos, que han comparecido por separado, pero a la misma hora,  han querido dejar muy clara su defensa de su máxima valedora dentro del PSOE de Cantabria. Blanco ha hablado de «amenazas» contra la vicepresidenta, mientras que García se ha también expresado en términos de «acoso«.

La fractura dentro del PSOE de Cantabria, que la misma Díaz Tezanos pronosticó tras perder las primarias el pasado día del Carmen (16 de julio), ha quedado escenificada en estas dos comparecencias. García ha manifestado la necesidad de acabar con esta «crisis institucional abierta por Pablo Zuloaga».

La dirigente de MARE no sólo le ha responsabilizado sino que ha ido más allá, y ha sugerido que la solución para terminar con este periodo de inestabilidad podría haber terminado antes si Zuloaga hubiera tomado la decisión de cesar, directamente, a la vicepresidenta cántabra.

Blanco ha hecho hincapié en las «interferencias interesadas», en el «ruido» y en los «objetivos interesados» que se han hecho patentes en los últimos tiempos, y espera que todo ello cese con este paso a un lado que da abandonando SODERCAN.

En su comparecencia de Blanco, ha enaltecido a la vicepresidenta, de quien ha querido destacar su trayectoria, «capacidad de trabajo y compromiso», así como su «esfuerzo» para llevar a cabo «políticas progresistas». Y se ha puesto a su disposición «para todo aquello en que me crea útil».

Rosa Inés García anuncia su dimisión en MARE

Preguntado por la coordinación de las ruedas de prensa de su homóloga en MARE y la suya propia, el consejero delegado de SODERCAN ha dicho que se ha tratado de una «casualidad», mientras que la máxima responsable de MARE ha apostillado «que no se ha coordinado con nadie» para convocar su comparecencia.

El PSOE le había dado a Díaz Tezanos un plazo que vencía esta semana para que ejecutara ambos ceses, con la advertencia expresa de que llegarían “hasta el final” con medidas que podrían implicar incluso la expulsión de Eva Díaz Tezanos de su partido.

La marcha de ambos supone un alivio para Díaz Tezanos por varios motivos: consigue evitar la imagen de debilidad que hubiera supuesto ceder a las instrucciones de Zuloaga, puesto que Blanco y García Ortíz se van del Gobierno pero no ha sido ella quien formalmente les haya echado.

Al tiempo, su reticencia a hacer los cambios ordenados por la dirección socialista amenazaba con su expulsión del PSOE, lo que debilitaría las pretensiones de la vicepresidenta de intentar recuperar el poder interno. Con los ceses de Salvador Blanco y Rosa Inés García Ortíz congela, por el momento, el inicio de un expediente disciplinario,

A partir de ahora pasan algunas cosas:

-Por un lado, que hay que sustituirles, y formalmente sus áreas dependen de Díaz Tezanos, que siempre ha defendido su derecho a nombrar su equipo. De momento, el PSOE ha citado a la vicepresidenta para hablar de los nuevos nombramientos desde las premisas del «diálogo» y el «acuerdo».

-Y, por otro, ha causado malestar en la nueva dirección del PSOE las alusiones a la palabra «acoso» que han hecho los dos dimitidos –y que también hizo Ramón Ruiz, cesado como consejero de Educación–. Para el partido, se ha «frivolizado» con el drama social del acoso simplemente para justificar posturas políticas, y se ha avanzado que se tomarán «determinaciones» al respecto.

UNAS MARCHAS COREOGRAFIADAS

Las dimisiones se producen después del órdago de Díaz Tezanos a Zuloaga, apenas 24 horas antes, con el que le instaba a que la cesara del Gobierno si no gozaba de la confianza del PSOE, al tiempo que insistía en desobedecer las órdenes de su partido y reivindicaba su derecho a rodearse de sus equipos.

La comunicación por carta al secretario general de su respuesta al ultimatum y la convocatoria simultánea de ruedas de prensa en MARE y SODERCAN se hacen con una evidente intención de crear expectativa para amplificar el eco mediático, sin citar el motivo de la rueda de prensa, algo inusual.

Y las dimisiones llegan antes del fin de semana en el que se ha convocado la comida-homenaje a Ramón Ruiz, exconsejero de Educación, que sí fue cesado en cumplimiento de las órdenes de Zuloaga, precisamente por pérdida de confianza. En la comida de este próximo domingo intervendrá tanto el propio homenajeado como la vicepresidenta, Eva Díaz Tezanos, entre otros.

En una entrevista tras su dimisión, Ramón Ruiz criticaba la situación de la agrupación del PSOE de Santander, que encabeza Pedro Casares, colaborador de Zuloaga. Tras la renovación de la dirección regional vienen las primarias en las agrupaciones locales, y la más importante es la de Santander, en la que siempre ha tenido un peso importante Rosa Inés García.

SALVADOR BLANCO, ‘LA BESTIA NEGRA’

Salvador Blanco, durante su comparecencia en la Comisión de Investigación de Ecomasa.

Salvador Blanco, al frente de SODERCAN, ha sido una de las figuras más controvertidas desde el comienzo de la legislatura: los cambios en esa empresa pública, sacada de su consejería natural, la de Industria (ahora para el PRC), marcaron las negociaciones del pacto.

Y luego ha sido objeto de las críticas de toda la oposición, especialmente Podemos y a raíz del informe de Intervención que señalaba malas prácticas en su gestión, en una situación que él ha llegado a achacar a una especie de conspiración.

Y eso que este cargo a cuyo destino ha ligado hasta el empecinamiento su futuro político Eva Díaz Tezanos ni siquiera es miembro del PSOE: es un funcionario que coincidió con Ángel Agudo en los años de ambos en la UC, luego fue director general cuando este era consejero de Economía.

El que acabara siendo presidente del PSOE le situó en cuanto pudo, en la anterior etapa de Gobierno, al frente de la principal empresa pública que manejaban los socialistas, SODERCAN, que a la postre ha sido la que ha supuesto el final de su carrera política.

ROSA INÉS GARCÍA, LA MIRADA SOCIALISTA

Rosa Inés García

Distinto es el caso de Rosa Inés García: si Blanco no es militante, ella vive por y para el PSOE cántabro desde hace décadas. Ha sido diputada autonómica y concejala en Santander, una ciudad en la que tiene un peso importante en la agrupación socialista, de la que ha sido secretaria general y contrapeso a otras opciones dentro del mismo partido.

En el complejo y cambiante mundo de relaciones que es el socialismo cántabro, Rosa Inés García ha pasado de ser el oficialismo histórico del que dependía orgánicamente Dolores Gorostiaga, con el tiempo secretaria general en una sucesión desde dentro a ser la opción crítica frente a sus excompañeros de equipo.

Pero es un juego de ida y vuelta, porque esta legislatura el oficialismo al que combatió la nombró como alto cargo en una empresa pública, MARE, adscrita a Díaz Tezanos y con un perfil muy inversor.

Todo dentro de una cadena de nombramientos institucionales que parecieron más encaminados a pacificar las distintas corrientes críticas del partido socialista.

No previeron que las primarias ‘un militante un voto’ habían llegado para quedarse, ni tampoco la corriente de desafección por el golpe perpetrado contra Pedro Sánchez para facilitar la investidura de Rajoy. Ante aquella ilusión de cambio la vieja guardia del PSOE de Cantabria se situó con la jerarquía, matemáticamente repartida en apoyos a Susana Díaz y Patxi López.

Su derrota definitiva vendría en el Congreso Regional, en las primarias que ganó Pablo Zuloaga. Su candidatura aprovechó la corriente de Pedro Sánchez, con el tirón de liderazgos más jóvenes como Zuloaga o Casares y el apoyo del socialismo de base municipal y los más veteranos que querían volver a reconocerse en el PSOE.