La Consejería de Innovación, Industria, Turismo y Comercio pagó un total de 115.000 euros por ocho menciones de Enrique Iglesias en redes sociales. El acuerdo inicial se ceñía a sólo dos.

En concreto, fueron tres inserciones en Twitter, tres inserciones en Facebook y dos en Instagram, realizadas en un período de tres dias, con referencias expresas a Santander y Cantabria, pero sin citar el Año Lebaniego.

Enrique Iglesias

Así consta en un informe justificativo de las acciones, al que ha tenido acceso EL FARADIO, que estima el valor de mercado de esas acciones en 120.000 euros.

El informe lo elabora la empresa Market Insider, que tiene la exclusiva de la promoción en redes sociales de Enrique Iglesias, a petición de la sociedad pública que gestiona el Año Lebaniego.

La empresa recalca que el cantante tiene 70 millones de seguidores, y estima que la interacción lograda por estos perfiles superó en más de 10.000 las publicaciones realizadas.

El informe elaborado por la empresa, que es respuesta a una petición de información del diputado del PP, Santiago Recio –exdirector general de Turismo–, enfatiza que lo que se pactó fueron dos inserciones, que acabaron siendo ocho.  Es decir, estuvieron dispuestos a pagar 115.000 euros por dos inserciones de Enrique Iglesias en redes sociales. 

Así que los cálculos marcan que cada una de sus inserciones costó de media 14.375 euros, si se cuentan las ocho, pero hubieran sido 57.500 de acuerdo a lo pactado inicialmente: dos.

Esa es la parte promocional que acompañó al concierto, ya que el gasto específico del concierto lo abonó la empresa Cantabria Internacional Events, ligada al Grupo Imago, y no puede difundirse debido a las cláusulas de confidencialidad que afectan al evento, a este y otros celebrados en el marco de esta cita de promoción turística, que han sido negados al Parlamento.

Podemos ya ha registrado una petición de información en el Parlamento para que el consejero Francisco Martín dé explicaciones en el Pleno. También desde UPYD han criticado este nuevo «escándalo» en el que iba a ser el «proyecto estrella» de la legislatura, pidiendo el cese «inmediato» del consejero.

La cifra es mayor que los 95.000 que reflejaban las cuentas del Año Lebaniego –que arroja pérdidas, como señaló eldiario.es, que se están compensando con aportaciones económicas desde el propio Gobierno— porque incluye el IVA.

ES LA MISMA EMPRESA QUE GESTIONÓ EL CONCIERTO

La empresa encargada de esta gestión es Market Insider, cuyo objeto social, según información del Registro Mercantil consultada por EL FARADIO, se dedica a la investigación de mercados, marketing y publicidad.

El administrador de esta empresa es Juan Velasco, que es manager tanto de Enrique Iglesias como de Julio Iglesias.

Es un histórico directivo de Sony Music, la discográfica que trabaja con Julio Iglesias y con Enrique Iglesias,

Y que además fue quien se encargó de las negociaciones para cerrar el concierto de Enrique Iglesias, entabladas con el Gobierno y que formalmente habría hecho Cantabria Internacional Events, y cuyos gastos no pueden conocerse por las cláusulas de confidencialidad.

Es una figura alejada del manager tradicional, encargado también de optimizar económicamente los eventos. 

Enrique Iglesias, como prácticamente todos los artistas, utiliza sus redes sociales para promocionar su trabajo y comunicarse con sus fans.

En este caso, era el único concierto del cantante en Europa, lo que abre la puerta a la pregunta de si no hubiera escrito mensajes sobre su presencia aquí de todos modos, sin necesidad de pagar.

En el pasado, otros convenios de Turismo con empresas privadas han usado argumentos similares: el acuerdo con Ryanair que facilitó la llegada de la aerolínea de bajo coste a Cantabria se justificó formalmente por el pago por la inclusión en su Web de un banner promocional de la comunidad autónoma.

UN CONCIERTO POLÉMICO

El concierto de Enrique Iglesias en Cantabria fue el pasado mes de julio, y fue criticado por el público y redes sociales, con amplia repercusión de estas críticas en medios de comunicación nacional por su poca duración o el hecho de que no se despidiera ni hiciera bises.

El evento finalizó entre abucheos y gritos de “Manos arriba, esto es un atraco”, en Twitter fue trending topic, las críticas salieron en medios nacionales como El País, El Confidencial, Antena 3, La Sexta, satíricos como El Jueves y hubo hasta una petición en Change.org.

En el plano político, Podemos, Ciudadanos y el PP pidieron información sobre los gastos tanto del evento como del total de la sociedad del Año Lebaniego. IU tachó el concierto de “estafa” a los cántabros, y Revilla, en respuesta, lo negó, en una de sus habituales intervenciones televisivas.

Y no ha sido el único impacto negativo del Año Lebaniego, llamado a ser la gran cita turística del año en Cantabria:

Está la dimisión del responsable de la empresa pública del Año Lebaniego días antes del inicio de los fastos y de producirse la firma de distintas contrataciones que finalmente no firmó este profesional independiente, sustituido por un militante del PRC.

Entre esas contrataciones se encontraba la del producto alimentario específico, una novedad en el merchandising respecto a otras ediciones. De hecho, la inclusión de este producto era determinante, con más puntuación, en el pliego de condiciones, que también pedía disponer de una red de tiendas y pertenecer al sector.

Y fue en base a esas condiciones que al concurso finalmente sólo se presentaría la empresa La Gallofa, que tuvo como jefa de Recursos Humanos a una estrecha colaborada de Javier López Marcano (regionalista todavía investigado judicialmente por las ayudas del Racing pese a los intentos de rehabilitación pública de su figura por parte del propio Revilla). La Gallofa ha sido cuestionada también por sus prácticas sindicales.

También está la gestión de los patrocinios, que finalmente, tras un convulso proceso, se acabó llevando el despacho Gema Uriarte, exinterventora del Gobierno de Cantabria en la etapa de Ángel Agudo, autora del informe que justificaba la operación del Racing de Santander, y que se llevará comisión por las empresas privadas que apoyen el evento (aunque sean conseguidas por mediación del presidente Revilla).

El Año Lebaniego viene marcado también por la opacidad: nunca se llegó a saber el coste del concierto de Jean Michel Jarre (desde el Gobierno de Cantabria se sostiene que ninguno de los conciertos costaría nada a las arcas públicas al proceder de los patrocinios de empresas privadas.

Y el consejero de Industria y Turismo, Francisco Martín, ha llegado a cuestionar que el conocimiento de los gastos concretos sea un asunto de interés público, en el que, además, se reveló que se había mentido en cuanto al número de entradas puestas a la venta y regaladas.