La fragilidad de las victorias

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En el Día Internacional contra el Cáncer de Mama –una enfermedad, el cáncer, que en EL FARADIO desgraciadamente conocemos bastante bien- recordamos que hace exactamente siete meses, Oscar García Mayo – un alumno de la Universidad del Atlántico en prácticas- publicó en El Faradio que el Defensor del Pueblo criticaba la “inaceptable” lista de espera para la operación de reconstrucción mamaria en Cantabria.

Al día siguiente de la noticia, el Gobierno, a través del gerente del Servicio Cántabro de Salud, anunció que modificaría la Ley de Garantía de Demoras para incluir esta operación de reconstrucción de mama.

Pero siete meses después, y en pleno Día Internacional contra el Cáncer de Mama, tenemos que decir que la promesa está incumplida.

Seguimos pensando que a veces se gana. Lo acabamos de ver, un joven abogado tumba una ordenanza de la plusvalía en Santander, porque era ilegal, pero todavía no se ha cambiado.

Lo comentábamos el otro día en la Asamblea de Socios de EL FARADIO, los que sacan adelante este proyecto: tenemos que ser conscientes de la fragilidad de los cambios.

-Habíamos logrado cambiar una ley, habíamos conseguido, con una noticia de un alumno en prácticas, que todo un Gobierno se comprometiera a garantizar los plazos de demora de la reconstrucción mamaria, pero todavía no se ha cambiado. Seguimos confiando en que sepan utilizar la Ley de Acompañamiento a los presupuestos para más que garantizar los avales a un empresario en problemas.

-Habíamos visto a un MENA camerunés, Samuel, ganarle un juicio al Gobierno para evitar una expulsión del país injusta como consecuencia de sus decisiones, con la ley y sólo con la ley, pero otros menores extranjeros siguen sufriendo los mismos procesos de expulsión, ilegales, contra los derechos humanos.

-Habíamos conseguido mucho consenso en Europa sobre la acogida de refugiados, pero en el Santander corre por Siria ya hemos tenido que escuchar aquello del España para los españoles.

-Habíamos celebrado la dimisión de Salvador Blanco, un gestor marcado por las corruptelas que sigue campando a sus anchas: sigue ahí porque quien tiene que aceptar sus dimisiones hace 15 días todavía no lo ha hecho, dentro de un esquema de valores que ha priorizado en todo momento los gestores cuestionados a las directrices de su propio partido,

-Habíamos conseguido poner la lupa en la corrupción, pero todos los esfuerzos serán en vano si tapamos todos los debates con grandes banderas.  Habíamos logrado un clima de convivencia, una discusión plural muy civilizada, y ahora vivimos días donde es difícil defender un mínimo matiz sin que a uno le sitúen a la contra de algo que ni siquiera comparte en un debtate público en el que cada pequeño matiz es recibido con un grito.

-Hemos visto hacer oposición en el Parlamento de Cantabria, pero incluso eso es frágil si quien inclina las mayorías acaba siendo un tránsfuga.

-Habíamos conseguido poner en valor las necesarias aportaciones de los movimientos sociales al conjunto de nuestro día a día (el fracking, los desahucios, el realojo de los expulsados por el urbanismo…), pero hemos pasado a sufrir la criminalización de la protesta o la identificación de algo que no deja de ser una muestra de la libertad de expresión con algo malo, oscuro y conflictivo. (La semana que viene será juicio a los estudiantes de la protesta contra Ignacio Diego en la Universidad de Cantabria).

-Habíamos conseguido que la xenofobia no tuviera cabida en el espacio público (no por capricho, porque no cabe en los derechos humanos, porque no cabe en esa misma constitución que se emplea como parapeto para otras cuestiones), y la xenofobia sigue ahí, se manifiesta, ataca sedes de partidos y librerías, nos ataca también a nosotros

-Hemos visto a una sociedad civil concienciada, con capacidad para sobreponerse a los discursos de odio (de denunciar la homofobia en Santander y Torrelavega, de salir a la calle contra la transfobia del autobús naranja…), pero todavía escuchamos usar las orientaciones de cada uno como insultos o cotilleos mientras las leyes que intentan algo tan básico como su protección se enfrentan a trabas.

-Cada vez tenemos más clara la necesidad de apostar por otras formas de hacer energía y de combatir una amenaza que es inevitable, pero no hemos conseguido que quienes se sientan en los despachos tengan la misma conciencia o dejen de poner trabas.

-Nos hemos acostumbrado a que algunas cosas forman parte del paisaje, como Las Gildas, que el domingo empiezan su VIGÉSIMA temporada, pero tenemos que seguir ahí, porque nos hacemos falta y a veces a quienes más queremos tiene problemas que les impiden estar como siempre.

Es así, a veces se gana, muchas veces se gana, pero que los cambios que hemos conseguido entre todos son frágiles y que tenemos que seguir ahí para consolidarlos.

Se trata de defenderse, como decía Miguel Gómez Cotera; de resistir como hacen Las Gildas; o de luchar, como nos dijeron nuestras madres cuando nos enseñaron que no estamos ni solos ni de paso, que a nuestro alrededor hay más gente y que al final todo esto va de ser útil.

A veces se gana y a veces las cosas cambian cuando se cuentan. Ayúdanos a contarlas: hazte socio de EL FARADIO.

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1 Comentario

  • Carlos Muñoz
    19 de octubre de 2017

    Para entender que es el fracking y el shale gas,

    es recomendable ver el documental Gasland:

    https://vimeo.com/75524062

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