La Clementina lanzará una línea de leche y yogures sin lactosa
La fábrica láctea La Clementina lanzará a principios del año próximo una línea de leche y yogures sin lactosa, cada vez más demandada por aquellas personas que tienen algún tipo de alergia a este producto.
Granja La Clementina se encuentra en Puente Viesgo, desde donde produce leche fresca de vaca yogures, arroz con leche y batido de yogur,
Esta pequeña empresa tiene la particularidad de que ejecuta completamente el ciclo de elaboración de sus productos, desde la cría, alimentación y ordeño de sus propias vacas.
Es la primera granja que transporta la leche y los yogures directamente a domicilio, que comercializa bajo la marca Clem.
Además, sus yogures están en el mercado 24 horas después del ordeño como un producto natural, sin añadidos artificiales ni conservantes ni colorantes.
Igualmente, el arroz con leche es totalmente artesanal, elaborado con leche de vaca recién ordeñada y arroz de primera calidad.
Bajo ese modelo Clem transforma 900.000 litros al año y facturó 800.000 euros en 2016, con un producto artesano que cuenta con diferentes sellos y certificaciones de calidad.
La firma inauguraba este miércoles su nueva fábrica, en lo que supone una modernización de las instalaciones que además implica el traslado desde Villasevil (Toranzo) al Polígono La Mies de Vargas (Puente Viesgo).
El responsable de Clam, Olegario Fernández, ha explicado que la empresa cuenta en este momento con 8 trabajadores, entre ellos los tres hermanos propietarios, a los que esperan incorporar en breve dos más.
Las nuevas instalaciones han supuesto una inversión de 481.315 euros, de los que la Consejería de Medio Rural, Pesca y Alimentación del Gobierno de Cantabria ha aportado 144.395, a través de la orden de ayudas a la comercialización y transformación de 2016.
Los inicios de Granja La Clementina se producen en 1966 cuando Clemente y Valvanuz contraen matrimonio. Como hijos de ganaderos, inician su andadura con una pequeña cabaña de seis vacas en el pueblo de Tezanos, situado en el valle de Villacarriedo.
En 1998 sus tres hijos tomarán las riendas del negocio familiar, lo que supone una transformación radical en la explotación, con iniciativas para mejorarla y modernizarla como la mejora de la base genética de las vacas.
El aumento del número de reses les hizo trasladarse a Villasevil, en el valle de Toranzo, Cantabria. En 2010 dieron el paso de la transformación de su leche para la venta y distribución de leche fresca, yogures y postres artesanales que van directamente de su granja a los hogares.
A la inauguración asistían, entre otros, el presidente Revilla y el consejero de Medio Rural, Jesús Oria, quienes destacaban la fortaleza del sector agroalimentario: la industria agroalimentaria representa a día de hoy el 22 por ciento de la producción industrial de Cantabria, con una facturación en 2016 de 1.400 millones de euros, además de su contribución a fijar población en el territorio a través de industrias más sostenibles.
Precisamente esta semana se celebraban en La Hermida unas jornadas en las que se analizaban las formas de hacer frente a la pérdida de población en el mundo rural.
A ese objetivo responden, desde una perspectiva económica, iniciativas como la cooperativa ganadera ecológica Siete Valles de Montaña, de la que forman parte los propios ganaderos, que trabajan con métodos más sostenibles, con el apoyo del grupo hostelero Deluz (precisamente este mes de diciembre sus restaurantes ofrecen en unas jornadas gastronómicas platos basados en los productos de la cooperativa).