El Puerto Deportivo de San Vicente incluye un dragado para aumentar el calado
El nuevo Puerto Deportivo de San Vicente de la Barquera tendrá seis pantalanes con capacidad para 272 amarres a lo largo del paseo marítimo, frente a la estación de autobuses.
Los trabajos, con un presupuesto de licitación de 6,5 millones de euros, incluyen el dragado de aproximadamente 200.000 metros cúbicos de arena y tierra, actuación con la que se logrará tener un calado mínimo que oscilará entre los 2 y los 3 metros, dependiendo de la zona de atraques, y una canal de navegación de 3,30 metros.
De los 272 nuevos amarres previstos, 137 serán para embarcaciones de hasta 6 metros de eslora; 65 para las de 8 metros; 51 para las de 10 metros y 19 para las que alcancen hasta los 12 metros.
El proyecto ya ha superado uno de los trámites fundamentales, la declaración de impacto ambiental, informe favorable que recibió en el año 2012.
Ese informe favorable pedía actuaciones mediambientales que compensaran por el impacto del puerto. Con una inversión de 300.000 euros, estas son la recuperación del sistema dunar de la zona del Rosal, en la playa de Merón; la recuperación y mejora de la Senda del Faro a La Barra; la creación de un observatorio de aves en la Marisma de Rubín y la construcción de una senda interpretativa en el estuario de Oyambre.
El Gobierno destaca que será una intervención mínima, sin construcción de nuevos edificios ni obras en el paseo marítimo, más allá de una intervención en la escollera. Si bien no se han dado plazos concretos, se confía en que la obra pueda comenzar este mismo año.
PRESENTACIÓN EN SAN VICENTE
Son los principales datos que describen este proyecto, en contra del cual se ha presentado ya una Plataforma compuesta por movimientos sociales y ecologistas, y que han convocado una manifestación el domingo a las 12 en la villa barquereña, frente a la estación de autobuses.
Los detalles del proyecto los daba en un acto público abierto abierto a los vecinos, en el auditorio David Bustamante en el propio San Vicente de la Barquera, el consejero de Obras Públicas, José María Mazón, cuyo departamento lo promueve.
En la presentación se refirieron a algunos de los argumentos que vienen aportando los críticos, como la comparativa con el Puerto de Laredo (que acabó vacío, en una situación que luego se ha ido revirtiendo, y pendiente de un rescate económico público).
Algo que Mazón rechazaba «totalmente», aludiendo tanto al volumen de la inversión como al número de atraques.
En la misma línea, el director general de Obras Puertas, José Luis Gochicoa, negaba fuera un «macropuerto», como lo denomina la Plataforma, señalando para ello que supone un 18% de incremento a lo ya existente. El Gobierno considera que el proyecto es en realidad una ampliación del puerto actual, aunque en un nuevo emplazamiento.
También recalcó que existe demanda. No sólo por reagrupar los atraques dispersos por la Ría, sino por la lista de espera de 87 embarcaciones en toda la zona occidental (47 en la propia San Vicente, además de, de cara a fuera de Cantabria, por la situación de la villa, entre Santander y Gijón). Al existir, se integraría en la red de puertos deportivos del Gobierno de Cantabria.
El Gobierno confía en que el puerto supondrá un “impulso económico” para la villa, y destacó el «apoyo mayoritario», Lo tiene del propio equipo de Gobierno municipal, presidido por el alcalde socialista Dioniosio Luguera, que gobierna en coalición con el PRC e IU –tanto el partido como su concejal rechazan el proyecto–, como de otros entes como el Club Náutico, la Cofradía de Pescadores y la Asociación de Empresarios de San Vicente (Afodeb), que consideran que servirá de motor para desestacionalizar el turismo.