Ganador del premio a la fotografía castiza del año pasado, obra de Felipe Hernández.

La tasca madrileña Celso y Manolo, del grupo hostelero cántabro Deluz, ha ampliado hasta el 23 de febrero la convocatoria  de su segunda edición de los premios que llevan el mismo nombre del establecimiento, en los que vuelven a reconocer a los jóvenes creativos de la escena artístico-cultural de Madrid.

El objetivo es contribuir a que los jóvenes con proyectos e inquietudes en disciplinas con poco reconocimiento puedan realizar su trabajo, teniendo difusión y algún tipo de apoyo.

En concreto, los II Premios Celso y Manolo están destinados a los jóvenes creativos que quieran
participar en alguna de las seis categorías de las que consta el premio —collage,
creación escénica, fotografía castiza, moda sostenible, cerámica creativa y videoarte—.

La dotación del Premio consiste en un primer premio de una “White Card” o vale canjeable de 1.000 euros por servicios de restauración en el propio Celso y Manolo y un accésit de otra “White Card” de 500 euros cada una que se canjearán por servicios de restauración en el Café del Nuncio; en cenas, comidas, meriendas o aperitivos que ayuden al joven madrileño en su labor creativa, que pueden focalizar a reuniones, presentaciones, etc.

Con este premio, la tasca Celso y Manolo otorga a los ganadores la oportunidad de reunirse en torno a una mesa, con amigos, familia o clientes para que les ayuden a desarrollar su ardua labor de creación, en un entorno y bajo un espíritu ideal para sus procesos creativos.

La dotación total de los Premios Celso y Manolo asciende a 9.000 euros. El nombre de los premios, las White cards, trata de darle la vuelta a un concepto que se llegó a hacer muy popular, las Black Cards de Caja Madrid con las que se financiaban gastos de ocio y lujos, para demostrar que en los restaurantes se pueden hacer auténticos encuentros de trabajo.

Esta segunda edición de los Premios Celso y Manolo ha contado con el apoyo de la gestora cultural Cristina Vicario, quien conoce de primera mano el mundo de la cultura y es consciente de las necesidades de los jóvenes artistas.

La gran novedad de este año ha sido la cerámica creativa, una categoría novedosa e inexplorada en otros concursos de arte.

Los premios están pensados para jóvenes de 18 a 40 años que residan en Madrid. Las obras deben dirigirse en formato digital a premios@celsoymanolo.es antes del 23 de febrero de 2018 antes de las 00.00 horas. Para más información,  celsoymanolo.es/premios-celso-manolo

GANADORES DE LA PRIMERA EDICIÓN

En su primera edición, los ganadores en la categoría de Dinamización de barrios fueron el proyecto  ‘Hostia, un libro!’ ,  un grupo de amigos que imparte talleres y que organiza el Festivalito de Autoedición de Villaverde. Enseñan a jóvenes a hacer fanzines para que los vendan a cambio de

Los miembros del colectivo ‘Hostia un libro’, ganadores de anterior edición de los premios

dinero social para un banco de alimentos,

También se premió a SEPA, una iniciativa que consiste en pegar carteles con frases que  incitan a la reflexión o Germinando, un espacio agroecológico.

En la categoría de Videoarte la ganadora fue Ana Martínez, con NO.2, una pieza en blanco y negro grabada con Super 8. Los dos accésits han recaído en Javier Hernando y Miguel Rodríguez con Stream, un relato a través de wecambs y El Sentido de la Vida de Araceli Fernández.

En Collage, el ganador fue Juan Jurado, con un collage de 65×70 en técnica mixta con recortes de la antigüedad clásica a la actualidad. Los dos accésits han ido para María Gallardo, con un fanzine hecho con técnica de collage; y Daniel Esteban con una pieza sobre Felipe II rey Gambón.

La categoría de Creación Escénica tuvo como ganador a la compañía Los Bárbaros, con ‘Cosas que me gustaría ver sobre un escenario’, y los dos accésits son para la Juan Gallery y sus metros cuadrados con performance, y para Compañía Vehemente con ‘Bruma’.

Otra categoría era la muy madrileña y barrial Fotografía Castiza, en la que el vencedor fue Felipe Hernández con su “Encurtido”, en la plaza de Sol. Los dos accésits se los han llevado Álvaro Gómez y Nicolás Asensio, con fotografías una dentro de un bar y otra dentro del Hotel Señorial, respectivamente.

Finalmente, en la disciplina de Moda sostenible el ganador fue Fernando García de la Calera con una cazadora vaquera de sastre. Los accésits son para Emma Sancho y su colección Al-Zuleique Namorado inspirada en las tradiciones artesanales portuguesas y para Wonderlust con sus diseños unisex.

Cada categoría contó con un jurado específico de expertos en sus respectivos campos, entre los que había investigadores en creación escénica o Pepa Bueno, la directora de la Asociación de Creadores de Moda Española, entre otros.

La ceremonia de entrega de los premios tuvo lugar en el Mercado de la Cebada en un acto que fue presentado por la periodista y escritora Elvira Lindo, una habitual de los establecimientos del grupo Deluz en la capital de España.

CELSO Y MANOLO

Cuando los hermanos Zamora abrieron en Madrid La Carmencita, una de las tabernas más antiguas de la capital, que en su momento fue punto de encuentro de creadores o tertulias de la Generación del 27, conocieron la historia de Celso y Manolo Argüelles, dos hermanos asturianos que emigraron a Madrid en la posguerra, y montaron una taberna.

Cada día, durante décadas, comían al lado, en La Carmencita, y cuando se jubilaron, los Zamora, que les conocieron, quisieron mantener ese establecimiento y el nombre de los fundadores, adaptando el concepto de taberna a la actualidad en un negocio que conserva el nombre de sus fundadores.

En Madrid, los Zamora tienen ya varios establecimientos, aparte de La Carmencita y Celso y Manolo, están La Vaquería Montañesa, Angélica (que tuesta café para otros y financia proyectos de cooperación) o el Café de Nuncio, en el Madrid de los Austrias, que trata de recuperar en la capital española el espíritu de los grandes cafés europeos.