Los intercambiadores que no intercambian nada
Tengo que empezar diciendo que cuando se anunció el proyecto de Metro-TUS a mí me pareció la leche. En plan bien, quiero decir. El transporte público en Santander necesita una profunda actualización, y en vistas de llegar a tener un centro histórico totalmente peatonal, es necesario reforzar el acceso a éste en transporte público. Además, liberar espacio destinado al aparcamiento y destinarlo al peatón, junto con reducir el número de carriles, favorece la circulación del resto de vehículos.
Cuando salieron las primeras infografías (la licencia de SketchUp que pagó el Ayuntamiento hace años ya está totalmente amortizada, pero cuánto daño ha hecho a la arquitectura santanderina) mi gozo se fue directamente al pozo y luego Gema Equal cerró el pozo por fuera. ¡Pero a quién se le ocurre proyectar un intercambiador de 50×35 metros en forma de L, y encima naranja!. Gema chata, en serio, ¿NARANJAS? Parece que nadie en el Ayuntamiento pensó «hombre igual dado que nuestra identidad es completamente en azul, estaría guay que los intercambiadores fuesen azules también», de hecho en alguna reunión seguro que alguien se levantó a decir «sí, sí, naranjas están genial, ponedle también un tejadito gris que así los hacemos un poquito más oscuros y claustrofóbicos»
No todo en esta vida es estética, así que quise tranquilizarme un poco y pensar fríamente. A ver, igual los intercambiadores son feos, pero están pensados para la escala humana… Os anticipo ya que la respuesta es que no. ¡Que le han puesto los mismos bancos de la calle!
Es en este momento cuando me veo en la obligación de recordarle a Gema Egalité y sus secuaces la definición de intercambiador: Un intercambiador es un lugar de articulación de redes encaminado a facilitar la intermodalidad entre distintos modos de transporte de viajeros. Esperad. Wait. INTERMODALIDAD. Vamos a pararnos un momento a pensar qué intercambian estos intercambiadores. ¡NADA! ¿Y qué instalaciones tienen que lo diferencien de una parada de autobús tradicional? ¡NINGUNA! Por no tener no tienen ni mobiliario apropiado, lo cual demuestra que únicamente se han limitado a instalar mobiliario urbano como el de cualquier zona verde debajo de un techo feo. Dejemos pues de hablar de intercambiador, y llamemos a las cosas por su nombre: marquesinas.
La marquesina del Sardinero, por ejemplo. El intercambiador premium. Donde han puesto las paredes de oro. Bueno, esto último no, pero al menos tiene una sala para resguardarse de la lluvia. Mamparas para protegerse del viento no, porque total en Santander nunca hay viento, y menos teniendo en cuenta que el intercambiador está delante de una explanada en forma de aparcamiento. ¿Qué se intercambia ahí? 5 líneas. Y ya. Para ponerlo en contexto, hay diez paradas en Santander con más correspondencias de líneas que este intercambiador. Y para más inri, sin necesidad de crear una megamarquesina de 50×35 metros en forma de L en la que te has dejado un millón de euros. Hay paradas de Santander, de esas verdes de JCDecaux, de esas que compras como mobiliario urbano ya diseñado por lo que el coste es mucho menos, de esas en las que cuando te metes dentro no te mojas, te protegen del viento y encima tienes un asiento pensado para una parada de autobús, en las que hay hasta siete correspondencias con distintas líneas.
Pero esperad, porque lo traigo caliente y me lo quitan de las manos: CUATRO líneas paran tanto en la marquesina de Valdecilla como en la marquesina XL del Sardinero. ¡Excelente idea! Aún así, que nada arruine tu megalómano sueño de decir que Santander tiene METRO, y que fue durante tu alcaldía cuando se construyó: las paradas de la marquesina XL del Sardinero están divididas en ANDENES. Os juro por mi vida que esto es cierto:
¡ANDEN 2! Esto es llevar hasta las últimas consecuencias tu megalomanía. Eso sí, como se puede apreciar en la primera fotografía, ni un solo cartel que indique dónde paran los autobuses de las distintas líneas. Los turistas este verano van a estar encantados con la facilidad que les ofrece este sistema de transporte público, y la cantidad de likes que van a tener en sus fotos de Instagram si de fondo sale una de las marquesinas naranjas.
¿Sabéis dónde habría que haber construido un intercambiador? ¡Exacto, en las Estaciones!. Podrías dejar el bus y coger otro de media/larga distancia o trenes FEVE o RENFE. ¿Y sabéis qué? Que en esa ubicación ¡sería un intercambiador y no una marquesina grande y fea! Tenemos un ejemplo muy cerca para copiar: el Intercambiador de San Mamés, estación que engloba los servicios de Metro Bilbao y Renfe Cercanías en sus instalaciones subterráneas, y de Euskotren Tranbia y Termibús en la superficie.
Comprendo totalmente el malestar de todos los vecinos afectados por los cambios. Me resulta vergonzoso como desde el Ayuntamiento se sigue defendiendo esta decisión, y solo espero que lo paguen en las urnas, puesto que parece que no están dispuestos a recular en su decisión. No se trata únicamente de vecinos mayores y viejos que no saben adaptarse al cambio, no es algo a lo que nos vayamos a acostumbrar dentro de tres meses. Es algo de lo que nos reiremos durante los próximos años, «¿recordáis cuando construyeron unas marquesinas naranjas y las llamaron intercambiadores?» Y beberemos, claro, porque qué nos queda si no.
Desorientado
Brillante
Me pasa igual que a ti. Conceptualmente parecía buena idea.
Al final, una pesadilla de la que emerge la soberbia de los que llevan gobernando la ciudad a su antojo durante 80 años y nunca pensando en el bienestar de la mayoría
Martius
Y la pasta que ha costado todo esto? 7 millones a la basura. Bien PP bien.
J
Nacho se va a quedar sin callos la próxima vez, los tragones Peperos y Cuñadanos no le van a dejar ni un callo por haberse portado mal.
Javier
Yo también he pensé que era una buena idea al inicio, y que se podía mejorar el transporte público, pero a día de hoy solo pienso que se ha empeorado, y lo que es peor, desde la prepotencia de estar en la alcaldía y sin visos a decir nos hemos equivocado.
Mejorar el servicio público no puede basarse en el estudió realizado por la universidad pagado por el propio ayuntamiento, y con solo 30 llamadas de teléfono a los ciudadanos para saber sus necesidades. Se necesita sentar y que toda la ciudad participe, abriendo canales de discusión, y no solo con los taxistas o las asociaciones de vecinos, sino con cada uno de los vecinos, y con mayor participación de los que usan todos los días el autobus.
Mejorar el servicio público es que la combinación de aparcar el coche en un aparcamiento fuera del centro y el autobus sea mas barato y cómodo que aparcar en el centro. Se trata de escuchar a los vecinos, añadiendo más frecuencias, eliminando por ejemplo las 5 paradas que existen en 700 metros desde Jesús de Monasterio a los Jardines de Pereda y en las cuales todos los autobuses paran. Mejorar el servicio es poner pequeños autobuses eléctricos que unan la ciudad transversalmente, no siempre desde Valdecilla hasta el Sardinero. Mejorar el autobus es pensar en la salida de los colegios, en la cantidad de usuarios que en verano utilizan las playas o el palacio de la magdalena, que son los turistas, y que ahora tienen menos autobuses y frecuencias, e irán por tanto llenos (no quiero imaginar pillar el 1 a la salida de la playa).
Mejorar el servicio de transporte no es ganar 1 o 2 minutos, sino en calidad, precio y servicio.
Pero sobre todo escuchar, y si las has cagado, pedir perdón, devolver el dinero y quizas, apartarte para que sean otros los que lo puedan hacer.
Mª Luisa Álvarez Martín
Está muy bien escuchar a los vecinos pero pienso que no es necesario preguntar a tanta gente. Preguntaron a la asociación de vecinos de San Román y resulta, q más bien, ellos no usan el autobús.
Los gerentes del TUS saben perfectamente cuales son los intercambiadores naturales. Supongo que son aquellos en donde más correspondencias se producen.
Los gerentes del TUS, esos señores que se han encargado de ir mejorando día a día el servicio público de transporte. Y a ellos agradezco el paréntesis de buen servicio que hemos disfrutado los vecinos de San Román.
Desde el extrarradio
Una red de transporte sirve para CONECTAR, UNIR, RELACIONAR, ACERCAR, y en esos 9 – 15 minutos de espera por transbordo para un trayecto total de 3-4 kilómetros, en la inhóspita parada naranja de Valdecilla, veo a mi barrio más DESCONECTADO, más SEPARADO, más ALEJADO, más EXTRARRADIO que antes del Metro-Tus, que ha supuesto un paso atrás en la conexión de las periferias (San Román o Peñacastillo) con el centro urbano, antes era más fluida y rápida; y lo siento porque yo también estaba espectante con una novedad relacionada con el transporte público.
Fernando Díaz
Está bien 🙂
La verdad es que este engendro del Metro Tus es una barbaridad que no hay por dónde cogerla.
Es una megalomanía absurda e infantil, una especie de juego de mesa para entretenerse politiquillos que viven en su propio mundo a espaldas de los ciudadanos. El problema, aparte de empeorar las cosas, es que los gastos no los pagan ellos.