La Asamblea de la Senda Costera apoya la lucha contra los diques de La Magdalena
Es una lucha que se ha recordado estos días, sobre todo, porque demostraron que estaba mal hecho, consiguieron parar las obras y porque el responsable es el mismo, el Ministerio de Medio Ambiente.
La Asamblea en Defensa de la Senda Costera, germen de un movimiento crítico en Santander cuyos ecos se mantienen en el tejido vecinal de la ciudad en estos momentos, ha mostrado su apoyo a quienes se oponen a la construcción de las escolleras de La Magdalena.
Un proyecto que el Ministerio del Medio Ambiente ha encomendado a la empresa pública Tragsa para frenar la pérdida de arena en la playa de La Magdalena y que está despertando alarma por su fuerte impacto visual, que perjudica el paisaje que se pretendía proteger, además de por las dudas sobre sus efectos en la navegación y sobre si efectivamente paliará el problema, expresadas durante la tramitación por organismos como el Puerto de Santander y el Instituto de Hidráulica Ambiental.
De momento, se han celebrado ya dos protestas enfrente mismo de la escollera (la primera de las dos previstas), convocadas por el grupo Alceda y por la asociación ecologista Arca, se ha celebrado una charla informativa por expertos en ingeniería que han cuestionado el proyecyo y se ha creado un movimiento específico.
A ellos les muestra su apoyo la Asamblea en Defensa de la Senda Costera,
Según recuerdan, allí se produjo en 2014 una “agresiva intervención” promovida por la Demarcación de Costas del Ministerio de Medio Ambiente en Cantabria y supervisada, de forma inadecuada, por el Ayuntamiento.
“Ante este despropósito los vecinos de Cueto, Monte y San Román y posteriormente el resto de la ciudad y la comunidad autónoma, no tuvieron más remedio que paralizar las obras y hacer ver que aquello no podía ser, que aquella joya natural, paisajística y cultural no podía ser atacada de aquella manera”, relatan.
Ahora desde la zona norte de Santander miran a La Magdalena y los peligros, una actuación que “supone un grave impacto paisajístico, una afección a la dinámica costera difícilmente predecible, y una degradación de este paraje”.
Además, recuerdan que ellos en su lucha “siempre” tuvieron a las administraciones “enfrente” y no “al lado”, gastando el dinero sin vigilancia ni ofrecer participación ciudadana.
En lo que respecta a la nueva senda costera (las obras se paralizaron para ofrecer un proyecto más naturalizado, que además es lo que se había aprobado), inciden en que “seguimos esperando la respuesta a las numerosas alegaciones al proyecto presentado hace un año por la Demarcación de Costas””, de quien creen que en realidad “tiene por estrategia dilatar los tiempos con la esperanza de que los vecinos nos cansemos y desistamos de defender lo que es de todos”.
La Asamblea en Defensa de la Senda Costera ve, por tanto, un paralelismo entre su lucha y la de los diques, que, recalca, incluso tienen “el mismo padre”, la Demarcación de Costas de Cantabria “con José Antonio Osorio Manso como responsable”.
El asunto de los diques saltará a las instituciones: el PRC anunciaba ayer (no sin recibir críticas debido a que el Gobierno de Cantabria en su día retiró el recurso contra la obra) que lo llevará tanto al Pleno de Santander como al Pleno del Parlamento, para conseguir que el PP y la alcaldesa Gema Igual aclaren si consideran o no excesivo el impacto, como aseguran que dijo durante la tramitación, y pidiendo la paralización de las obras. También el PSOE se suma a la petición, a través de Pedro Casares, portavoz en Santander.
Y desde Podemos pedirán en el Parlamento la paralización de las obras, como avanzaba su secretaria general en Santander, Lidia Alegría.
La polémica subía de nivel político con la intervención de cargos del Gobierno: el director de Medio Rural del Gobierno de Cantabria, Antonio Lucio, ha hecho público un informe en el que aseguran que se refleja que el Ayuntamiento prefirió la alternativa que era más económica, pese a que era la que más impacto visual generaba.
Y el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, insiste en que el PRC no ha dado ningún bandazo en su postura porque no se está hablando de legalidad sino que una vez se ha visto el impacto de la obra ha apreciado que no es lo que querían
En respuesta, el concejal de Medio Ambiente de Santander, José Ignacio Quirós, mantiene la línea municipal en la que insisten en que esta opción ya se ha debatido durante años y es la que prefirieron tanto la Universidad de Cantabria, que elaboró un informe a favor, como los propios santanderinos, además de cargar contra el Gobierno de Cantabria y contra los partidos de oposición en Santander, PSOE y PRC, a quienes acusa de preferir apoyar al Gobierno que apoyar los proyectos que se desarrollan en la capital.