El Bahri Jazan deja Santander abriendo el debate sobre el tráfico de armas en el Puerto
El barco saudí Bahri Jazan ya ha abandonado el Puerto de Santander, en una estancia exprés d menos de un día de duración, y al que había llegado para cargar embarcaciones patrulleras con fines bélicos y militares.
Pese a que el fin de este tráfico haya sido militar, esta ruta no ha sido clasificada por el Puerto con los parámetros de seguridad que se emplean en este tipo de cargas.
El barco ha estado atracado en el muelle 3 de Raos, que opera Bergé, si bien ha sido visible en todo momento desde Castilla-Hermida.
De momento no es posible conocer cuál será el destino final del viaje del barco, si bien los movimientos sociales sospechan que acabará en la guerra de Yemen.
Dentro de la opacidad que rodea a estos tráficos, tampoco es posible saber si el barco venía con armamento o dentro.
Pero el paso por Santander ha ido íntimamente ligado a la estancia hace casi un mes de su barco ‘hermano’, el Bahri Hofuf.
Este otro barco es de la misma compañía saudí, Bahri, que hace unas semanas recaló en el Puerto de Santander, ‘rebotado’ desde Bilbao, donde la presión social consiguió echarle.
Además, llegó tras desconectar sus sistemas de localización, lo que ha provocado que Unidos Podemos pregunte en el Congreso de los Diputados si se ha producido alguna sanción, y estando aquí cargo armas.
Ese primer barco no pudo cargar todo lo que tenía previsto, dejándose aquí diverso material que su barco ‘hermano’, el Bahri Jazan, ha recogido ahora, además de las embarcaciones patrulleras marítimas, con estética militar.
LO ECONÓMICO POR ENCIMA DE LA VIDA
El barco ha sido recibido entre protestas de ciudadanos y activistas, convocados por Pasaje Seguro Cantabria, organización que critica que el Puerto de Santander se esté convirtiendo en un «puerto de guerra» y que recogió más de 18.000 firmas contra la presencia del anterior barco.
Los participantes han coreado el lema “La guerra empieza aquí”.
“Que porque nos dé un resultado económico estemos dispuestos a ignorar que de aquí salgan armas para matar a la gente en otro país por un conflicto injusto, lo dudo”, expresaba uno de los asistentes.
Mientras que otro apuntaba que “no somos lo suficientemente conscientes del sufrimiento que suponen la guerra” y otra de las participantes en el recorrido hablaba de la “preocupación ciudadana importante” que generan este tipo de tráficos.
Entre los asistentes estaba Vicente Carro, de Pasaje Seguro, que horas antes había sido interrogado por la Guardia Civil tras un intento de acceder al Puerto.
Vicente Carro ha estado trabajando en campos de refugiados en Grecia , y, desde esa perspectiva, criticaba que se anteponga el bienestar económico “por encima de cualquier muerte o desgracia”, incidiendo en que los refugiados “huyen de la guerra, de la miseria, del hambre”, mientras que aquí no sólo “les cerramos las puertas”, sino que “fomentamos el comercio de armas” con las que se atacan sus países.
DEBATE INSTITUCIONAL
A la reacción ciudadana se ha sumado la institucional: tanto Gobierno de Cantabria como Parlamento autonómico han expresado su rechazo a estos tráficos, si bien orgánicamente el Puerto de Santander depende del Gobierno central.
En este sentido, Mercedes Boix, de la Plataforma Cantabria por lo Público, considera un “desprecio a Cantabria” la actitud del Gobierno central.
LA GUERRA DE YEMEN
Según explicaba en EL FARADIO DE LA MAÑANA de ARCO FM (103.2 FM) el historiador Mariano de Miguel, especializado en el mundo árabe, la guerra en Yemen comienza hace tres años, en marzo de 2015, como una guerra civil en la que no sólo está implicado el propio país, sino otras potencias: Arabia Saudí formó una coalición con el apoyo de Estados Unidos y países de la zona ante la sospecha de que los denominados rebeldes de Yemen estuvieran financiados por Irán, a quien Arabia Saudí ve como una amenaza.
Yemen era ya el país más pobre de la península arábiga, y fue uno de los últimos en unificarse. Antes de la guerra había conflictos, pero el panorama desde hace tres años deja un país dividido en tres partes, “con los señores de la guerra y las milicias campando a sus anchas”, y una economía “destrozada” y una pandemia de cólera, efectos ambos acrecentados por el embargo al país por parte de Arabia Saudí que impide la llegada de víveres o medicamentos.
Según explica Mariano de Miguel, es una guerra en la que confluyen los motivos religiosos por la presencia de Irán, los económicos debido a que Yemen se constituye como la salida natural al mar Rojo y al Cuerno de África, y también los políticos, como forma de dar “un toque de atención” a las potencias, además de suponer un “campo de pruebas para probar máquinas de destrucción”.
MÁS INFORMACIÓN, EL LUNES EN LA VORÁGINE
Los interesados en saber más sobre este tema tienen una ocasión el lunes en la librería La Vorágine (calle Cisneros), que ha organizado un encuentro con activistas de Bilbao que denuncian tráfico ilegal de armas a países en guerra.
Será a las 19.30 horas, con el título ‘La guerra de Yemen comienza aquí, en Europa’, con la participación de Joseba Sanz y Luis Arbide, miembros de Ongi Etorri Errefuxiatuak, el equivalente a Pasaje Seguro en el País Vasco.
En el País Vasco hay un intenso movimiento ciudadano, que ha formado la comisión ‘La guerra empieza aquí’, con acciones de denuncia e información, y que está impulsando el rodaje de un documental sobre la industria armamentística, que se financiará a través de una campaña de crowdfunding.