El incendio de Santander de 1941 asoló entre 12 y 14 hectáreas de la ciudad y dejó a 10.000 personas sin hogar. El desastre constituyó una de las mayores tragedias que recuerda la capital cántabra. El incendio provocó que la familia de Ceferino Carrión (Santander, 1928 – Los Angeles, 1996), más conocido como Jean Leon, tuviera que marcharse a Barcelona. El incendio de Santander fue el inicio de su vida de aventuras que se ha convertido en novela.

Martí Gironell (Besalú, Girona; 1971) ha sido el encargado de novelar la vida de uno de los cántabros más interesantes. “La fuerza de un destino” (Editorial Planeta, 2018) relata la vida de Carrión en forma de novela histórica, un género que destaca por la mezcla de pasajes de ficción y reales. El libro ha recibido el Premio Ramon Llull, dotado con 60.000 euros.  En cuanto a ventas, Anna Soler, de Pontas Literary & Film Agency y agente literaria del escritor catalán, explica a EL FARADIO que ha alcanzado las 60.000 copias vendidas y que la obra se traducirá al inglés. El autor presentará la novela el 29 de abril a las 12,00 horas en la Feria del Libro de Santander y Cantabria, en la Plaza de Alfonso XIII, junto a Correos.

Martí Gironell, escritor de «La fuerza de un destino». Foto: EL FARADIO

Años más tarde de la llegada de la familia Carrión a Barcelona, el hermano mayor y el padre de Ceferino fallecieron en una travesía marítima.

Con 21 años y en época del franquismo, Ceferino Carrión decidió abandonar España para perseguir sus ambiciones. Después de múltiples intentos, Carrión consiguió llegar a Nueva York, donde empezó a forjar la  vida que le llevaría a cambiar de nombre: comenzaba la historia de Jean Leon.

El año 1949 fue un punto de inflexión en la vida de Carrión. Ese año se cambió definitivamente el nombre por el de un escultor y pintor francés de la época: Jean Leon. Además, en 1949 se trasladó a Los Angeles para evitar ir a la Guerra de Corea. Una vez en la ciudad californiana, Carrión comenzó a labrar su leyenda en Hollywood.

Carrión (derecha) junto a James Dean. Foto: Pontas Literary

En 1956 Carrión inauguró La Scala, un exitoso restaurante que recibía a las estrellas del cine y que concibió con su amigo James Dean, que falleció días antes de la inauguración.

Por La Scala pasaron mitos de Hollywood como Marilyn Monroe y Frank Sinatra, con los que Carrión tuvo una gran amistad. También presidentes de los Estados Unidos como Kennedy o Reagan.

Uno de los proyectos por los que más se conoce al cántabro es la creación de su propio vino, el Jean Leon. En 1971, y tras varios años de sacrificio y esfuerzo, Carrión pudo beber por primera vez el vino que llevaba su nombre.

“Es una persona inspiradora”, comenta Gironell en conversación con EL FARADIO.

El escritor catalán conoció la historia de Carrión en la Vinoteca Torres de Barcelona. Explica que la vida del cántabro le pareció fascinante y decidió escribir una novela sobre ella.

Para documentarse el escritor contactó, entre otros, con Ana Carrión, hermana de Ceferino, y con Jaume Rovira, el enólogo que asesoró a Ceferino Carrión en la creación de su vino.

Además de hechos probados, “La fuerza de un destino” también incluye pasajes de ficción, algo que caracteriza a Gironell.

“La novela contiene hechos documentados y otros que, aunque no lo están, podrían haber ocurrido”

El libro contiene anécdotas y vivencias de Carrión junto a mitos de Hollywood y de la política. Una de las más destacadas cuenta que Carrión sirvió la cena a Marilyn Monroe la noche en que la actriz falleció, algo que, según Gironell, es un hecho comprobado. También está documentado que, en la primera cena presidencial de Ronald Reagan, el vino con el que se brindó fue un Jean Leon.

Otras vivencias, tanto o más increíbles, no se han incluido en el libro. El escritor narra cómo Carrión evitó una pelea entre Marlon Brando y John Wayne. El último reprochó al actor de “El Padrino” que rechazara el Oscar, y Carrión tuvo que intervenir para que no llegaran a las manos. “Carrión tenía mucha mano izquierda”, confirma Gironell.

Carrión era una persona muy apreciada por las personalidades hollywoodienses. El cántabro, destaca el escritor, era una persona atenta a los detalles. Además, ejerció de confidente de muchas estrellas, a las cuales escuchaba y aconsejaba. El autor de la novela añade que, de entre sus cualidades, Carrión se distinguía por su discreción, cosa que valoraban mucho sus amistades.

“Valía más por lo que callaba que por lo que contaba”

La vida de Carrión también se caracterizó por los sacrificios que hizo para conseguir el éxito. Uno de ellos, confirma Gironell, fue su familia. Tras abandonar España y embarcarse en la aventura americana, el santanderino no contactó con su familia hasta pasados doce años. Además, mantuvo en secreto gran parte de su pasado a su mujer y sus hijos.

La vida de Carrión, en cierto sentido, fue una huida hacia adelante. En el documental sobre su figura, se explica que el cántabro no quería recordar los tiempos en los que pasó penurias.

UNA VIDA ¿DE CINE?

El autor de “La fuerza de un destino” querría ver su obra convertida en una película. Para conseguirlo, su agente literaria, Anna Soler, está llevando la novela a despachos de productores. Soler aclara a EL FARADIO que la obra debe pasar varios filtros para llegar al cine.

Llegue o no a la gran pantalla, Carrión ha dejado huella en la historia de Hollywood, y en la de muchas personas. Gironell afirma que del cántabro ha aprendido la importancia de creer en uno mismo. Carrión demostró que con esfuerzo, sacrificio y algo de suerte, tu historia puede empezar en un incendio y acabar en el Olimpo de Hollywood.