Ante la sentencia de La Manada y la impresionante respuesta ciudadana por no verse lo sucedido como una agresión sexual, José Elizondo responde con poesía:

NO ES UN ABUSO, ES VIOLACIÓN

No es el aullido de un lobo
ni el Leviatán en la hoguera
no es el sombrerero loco
que un día perdió la cabeza
enajenación transitoria
por beber mas de la cuenta
no es una noche de novias
con derecho de pernada

para abrirla las piernas
y dejarla tirada…
Y aquí no ha pasado nada

Y aquí ¿No ha pasado nada?

Eso no es una manada
son unos violadores de mierda

No es una cuestión de miradas
ni de elogios a la ceguera
no es un día fuimos de caza
y cazamos la presa
Y ella no hizo nada
solo mira como tiembla
estaba quieta
mientras la apuntaban…

y la abrían las piernas
y la violaban entre todos

Eso no es una manada
de lobos…

Es una jauria de mierda…

No es un se dicta sentencia
y tenía una venda en los ojos
no es una noche cualquiera
donde nos propasamos un poco
y lo grabamos en el móvil
como si fuera una escena porno…

mientras la abriamos las piernas
como si fuera una muñeca

Sin corazón

No es en el fondo quería
no es nunca dijo que NO
no es ella parecía
mas mayor….

No es cicatrizarán sus heridas
No es «ya todo pasó»
no es «así se hace justicia»
no es «pero usamos condón»…

No es «esa no es la medida
no es «Ella nos provocó»
no es nadie cerró la salida
no es «en el fondo la gustó
parecía una orgía…»

(Eso dice el juez…..¡¿Que vió….?!

NO, NO, NO!

No es «así no se visten las niñas»
no es «ya la han pedido perdón»
no es «ella se hace la víctima»
no es «no hay noticias de dios»

No es «ellos no sabían
que eso era violación
no es «nadie oye como gritas»
no es «ni siquiera gritó»
no es «ella no se negó»

NO, NO, NO!

No es un abuso es Violación…

¿Desde cuando la guillotina decide
cual es la medida del cuello
desde cuando es el nazi quien dice
quien es el judío bueno
el que merece ser gaseado
sonriendo…
Desde cuando el asesino es quien pone
la bala en el corazón abierto

Desde cuando el verdugo es quien escoge

Desde cuando eso un hombre

¿desde cuando dejamos de serlo?

Autora: Tú misma