El Juzgado de las Preferentes gana aire con una ampliación del número de demandas
Estaba a punto de morir de éxito porque la rapidez en la resolución y el sentido de las demandas estaba creando una especie de efecto llamada entre unos afectados por las preferentes que sólo han encontrado respuesta a su problema en este órgano.
El Juzgado de las Preferentes (en realidad, el refuerzo de un juzgado ya existente) ha ganado algo de aire al decidirse la ampliación de su capacidad de entrada de demandas, con 100 más.
De las 400 que se habían fijado inicialmente se había llegado a estar a punto de rebasar las 600, algo que preocupaba tanto en el juzgado como a los afectados.
En el juzgado, porque pensaban que si el volumen se incrementaba se corría el riesgo de perder la eficacia y rapidez, acercándose a los plazos que manejan otros órganos de la comunidad autónoma.
Y entre los preferentistas, por el temor a que no diera tiempo a presentar demandas en un juzgado que ha demostrado bastante sensibilidad con los efectos de este producto financiero, vendido como plazo fijo y que acabó dejando retenidos los ahorros de miles de cántabros, principalmente en manos de Liberbank, el banco del que forma parte la antigua Caja Cantabria.
Por eso, la Plataforma de Afectados se había movido intensamente en las últimas semanas a varios niveles: desde el Gobierno de Cantabria hasta la propia Administración de Justicia.
Finalmente, la Junta de Jueces ha decidido este pasado lunes ampliar hasta las 700 el número de demandas que pueden presentarse en este Juzgado, con lo que se prevé que pueda prolongarse la entrada hasta marzo. De momento están en 600, con lo que hay cupo para un centenar de ‘rezagados’.
A partir de que se acabe este plazo, el Juzgado sigue funcionando y el resto de demandas se distribuirá entre el resto de juzgados, como se hacía antes de la puesta en marcha de este.