La productora cántabra ‘Antes de morir films’, responsable de la película de terror Burga y a cuyo frente está José Luis Chaves Madrazo, trabaja en un proyecto para tratar de aglutinar al audiovisual cántabro.

Rodaje de Burga

El objetivo de esta iniciativa, denominada ‘El cine. Motor industrial de Cantabria’ y que cuenta con el apoyo de la Cámara de Comercio de Torrelavega a través de su Espacio Emprendedores, es aglutinar “a emprendedores y profesionales que creen y trabajen en Cantabria y también captar a inversores, exhibidores y distribuidores para que apuesten por la Comunidad como escenario y base de producciones”, explicaba Chaves.

“Tenemos una Comunidad con una buena cantera de profesionales y talento, además de ser un gran plató natural para poder grabar y rodar películas, documentales o trabajos publicitarios y ambas cosas pueden actuar como efecto llamada para atraer más producciones, más talentos y más trabajos”, añadía.

Es decir, se concibe como una “gran empresa audiovisual” en la que trabaje todo el sector y que aproveche su condición de gran escenario para rodajes, de la mano de creadores, inversores, distribuidores, además de atender a la formación.

“Los profesionales más cualificados están en los lugares donde se rueda y aumentar el número de rodajes conlleva, al mismo tiempo, más necesidades de técnicos, productores y personal preparado. De ahí que también en este proyecto se atenderá a la formación audiovisual como una parte más de esta industria en Cantabria”, señalaba.

El proyecto, en fase incipiente, y que le han presentado al Gobierno de Cantabria (a la Consejería de Innovación, Industria y Turismo) se apoyará en un plan estratégico que defina sus fases, desde la comunicación, la formación y la creación de puestos de trabajo que van ligados a los rodajes.

Desde el Gobierno se remitían a las cifras que supone el audiovisual en otros lugares, como Andalucía, donde el pasado año se realizaron 1.406 producciones (cine, televisión, publicidad) que generaron 122 millones de euros de ingresos y 21.877 trabajos; o regiones más pequeñas como Navarra, donde las 78 producciones realizadas en 2017 generaron 27,5 millones.

QUEREMOS HACER UNA PELI: BURGA

‘Burga’ , un largometraje de terror rodado en Cantabria, cuenta una historia sobre el tratamiento de las enfermedades mentales, en este caso, la esquizofrenia paranoide, en una película de terror que explora los límites entre la ficción y la realidad.

La protagonista de ‘Burga’, encerrada en el hospital psiquiátrico

Es un rodaje posible gracias a la plataforma ‘Queremos hacer una peli’. una idea del cántabro José Luis Chaves concebida como una plataforma en la que cualquiera que tenga un proyecto de ficción y no cuente con los medios suficientes para llevarlo a las salas de cine pueda acudir con el fin de buscar apoyo y crear cine de calidad.

Fue precisamente a través de este sistema cuando conoció a Alfredo Contreras, director de Burga, que se ha convertido en el primer trabajo cinematográfico que se lleva a trámite por parte de una de las productoras que forman parte de esta plataforma, una aceleradora de proyectos cinematográficas creada hace nueve años.

Protagonizada por Mercè Llorens en el papel de Elena, del reparto también forman parte , Manuel Galiana, Federico Alonso, Alicia Jane, Miky Molina, Fernando Esteso y Margarita Cánovas.

El productor cántabro José Luis Chaves Madrazo con ‘’Antes de Morir Films’’ conforma el cuarteto de productoras de Burga con ‘’A poco a poco’’, ‘’TextandLine’’ y Canspan Film Factory.

Burga se ha rodado en el Servicio Médico de Solvay y en Gran Hotel Balneario de Puente Viesgo y se estrenará en salas a finales de año.

La historia cuenta como Elena despierta en la habitación de un hospital privado especializado en salud mental, sin saber quién es y qué hace allí. El psiquiatra encargado de su caso le diagnostica amnesia disociativa como consecuencia un shock traumático. Todo indica que ella además padece esquizofrenia paranoide y que por esta razón sufre visiones y contactos paranormales, pero Elena está segura de no padecerla.

Su padre, propietario del hospital y único pariente vivo, está ausente por trabajo, pero extrañamente nunca consigue contactar con él. Elena es la heredera universal de todos los bienes de su padre, pero la permanente ausencia de éste y ciertos datos que consigue de forma clandestina le hacen sospechar que lo han matado y que a ella la están manipulando para hacerse con el control del negocio.

La historia transcurre en la España de 1960 durante el régimen franquista. El eje principal de la película se centra en un hospital privado de costumbres clasistas y de orden militar. El hospital se encuentra alejado de cualquier núcleo urbano y sin nexos de unión con zonas habitadas, por lo que la historia transcurre en un ambiente de aislamiento total y sin posibilidad de ayuda exterior, todo en una época en la que los métodos psiquiátricos apoyaban toda su estructura médica en terapias de choque brutales y fármacos sin gran experiencia clínica.00