Cantabria baja el paro mientras reduce su población activa y aumenta la temporalidad
Este jueves se han conocido los datos del segundo trimestre de la Encuesta de Población Activa, que reflejan que el paro ha descendido un 6,4% respecto al anterior trimestre, y la comparativa con el mismo período del año anterior hace que Cantabria sea líder, con un 18,5%. El paro se redujo en 2.100 personas, y en total hay en Cantabria según la EPA 31.400 desempleados. La cifra trimestral es menor que la media nacional.
Pero estas cifras esconden una debilidad a la que se han referido agentes sociales y partidos: no sólo por la temporalidad y precariedad propias del verano, sus meses previos y su sector servicios (UGT recordaba que tenemos las mayores tasas de empleo temporal y a jornada parcial de los últimos 10 años, con un 60% de contratos temporales de los 2.400 más registrados en el trimestre), más ocupados con jornada parcial (el 70% de los nuevos ocupados) y empleo no asalariado o autónomo (1.900 nuevos en el trimestre.
El otro factor de preocupación es, según UGT, que «seguimos teniendo además una de las tasas de actividad más bajas del país y una pérdida incesante de activos jóvenes de menos de 45 años (hay 4.300 menos que hace un año y 8.100 más de 45 o más años), lo que reafirma que el mercado de trabajo de Cantabria no termina de repuntar porque muchas personas no buscan quedarse en él y prefieren otros lugares»,
«Además, no hay que olvidar que en esa baja tasa de actividad en Cantabria, la de los hombres (60,7%) supera en más de 10 puntos a la de las mujeres (49,9%), lo que confirma el problema es grave para todos pero especialmente para las mujeres», subrayó el secretario de Empleo de UGT en Cantabria.
Desde Comisiones Obreras llamaban la atención sobre otro factor que no se está consiguiendo, la mejora de las condiciones laborales y los derechos laborales perdidos con la crisis.
Así, detallaban que hay 10.600 personas que llevan dos o más años en búsqueda de trabajo y 5.200 durante un año, además de que en un 14,22% de los hogares de Cantabria m a finales de junio, al menos la mitad de sus miembros están parados.
En USO lamentan que «la economía de Cantabria se desliza por su feliz tobogán» en el que «el desempleo baja y crecen los ocupados durante el último año». «La realidad es que sólo 1 de cada 2 parados cántabros que han causado baja como desempleado lo ha hecho por que ha encontrado empleo» mientras que «casi la mitad, el 48%, ha abandonado la comunidad o ha desistido de encontrar un empleo».
A esa debilidad se refería el delegado de Gobierno en Cantabria, Pablo Zuloaga, quien matizaba que aunque el descenso del paro en 2.100 personas es un “dato bueno”, no hay que confiarse y se debe seguir trabajando por generar un empleo “de calidad” para reducir las “elevadas” tasas de temporalidad y parcialidad que siguen manteniendo cerca del 26% y del 15% de los contratos.
Y el consejero de Economía y Hacienda, Juan José Sota, hacía hincapié en otro dato: la ocupación en el sector industrial se ha incrementado en 1.800 personas, frente al aumento de 1.700 ocupados en el sector servicios, lo que indica una buena “evolución” de la industria que crea más empleo que los servicios en una época del año en que esto no suele ser habitual. Además, ha destacado que el empleo industrial suele ser más estable y de calidad, y es por el que apuesta el Gobierno.
Desde CEOE, su presidente Lorenzo Vidal de la Peña, ponía en valor «el esfuerzo de las empresas de Cantabria que está haciendo posible que los últimos datos de empleo de la Comunidad muestren una radiografía en positivo de la actividad económica», si bien llamaba la atención sobre la pérdida de población activa respecto al año pasado y también expresaba su preocupación porque “machacar con nuevos impuestos a las empresas mientras hacen el esfuerzo que está soportando una frágil recuperación del empleo es un disparate”, en alusión a los anuncios de subidas de impuestos del Gobierno central. Vidal de la Peña recibía una airada réplica de Sota, quien le espetaba que la subida de impuestos no afectará a negocios como el del propio De la Peña porque se dirige a empresas grandes.
En el plano político, el Partido Popular consideraba los datos «preocupantes», «porque casi la mitad de la caída del paro se debe a la caída de la población activa, un signo de fragilidad de la economía y no de bonanza», según la secretaria autonómica del PP, María José González Revuelta.
En concreto, la dirigente popular ha explicado que mientras en España la población activa ha subido en 106.600 personas, en Cantabria ha bajado en 3.400, dos tercios entre la población femenina, donde, además, se ha reducido el empleo.
«La población cántabra en disposición de trabajar es una parte cada vez menor del conjunto, porque si en el segundo trimestre de 2017 los activos cántabros representaban el 1,2 por ciento de los españoles, ahora representan el 1,1», ha explicado.
«La falta de velocidad de crecimiento le ha costado a Cantabria dejar de crear 2.800 empleos, que Revilla debe a los cántabros», lamentaba, incidiendo asimismo en que el sector servicios también empieza a concentrar menos empleo.
En la misma línea, el diputado de Ciudadanos en el Congreso y coordinador de la formación en Cantabria, Félix Álvarez, remarcaba que «no hay nada que celebrar» ya que la comunidad «sigue ocupando el vagón de cola si establecemos una comparación con el conjunto del país».
En su opinión, «la excesiva dependencia de la temporalidad es un problema estructural que el Gobierno de PRC-PSOE ya ha demostrado que no es capaz de resolver».
Por su porte, la coordinadora autonómica de Izquierda Unida, Leticia Martínez, ha advertido del “récord en precariedad” que alcanza Cantabria en materia de empleo, ya que si bien las cifras muestran un descenso del paro también es cierto que la comunidad autónoma tiene “mínimas” cifras de personas ocupadas, con el cuarto peor resultado de las comunidades en las que hay subidas y por debajo de la media estatal.
Desde Izquierda Unida reiteran que más allá de la cifra de empleo, “existen otros datos alarmantes: los parados que no consiguen encontrar trabajo, los que no cobran ayudas o los hogares con varios miembros en situación de desempleo”, que suma a las “elevadísimas” cifras de temporalidad en los contratos.
Una temporalidad que, remarcaba Martínez, “se debe a que la única apuesta del Gobierno de Cantabria de PSOE y PRC en materia de empleo ha sido seguir el mismo modelo productivo del PP: turismo y servicios”, lo que, ha recriminado, “lleva a buenos datos cuando se acerca el buen tiempo pero también hace que la economía de Cantabria sea precaria y temporal, por tanto, sin un futuro claro a la vista”.
Frente a esto, Izquierda Unida mostraba su apuesta por un mayor peso del sector agroalimentario, de los empleos ligados al medio ambiente y su conservación, y de la atención a la industria, las energías renovables y los servicios sociales.