“Los países de Europa son cómplices del genocidio contra el pueblo palestino”
La Flotilla de la Libertad, la coalición Internacional que lleva funcionando desde 2008, volvió a realizar su anual trayectoria con destino Gaza, esta vez con suministros necesarios tras el último bombardeo, cuando sus tripulantes fueron asaltados y retenidos por el ejército de Israel.
Los pasajeros de la Flotilla de la Libertad, entre ellos Lucía Mazarrasa, en su camino a Gaza, a tan solo 42 millas de su destino, fueron abordados hacia las 14h por la armada israelí. “Comenzamos a ver por el horizonte barcos de guerra que rodeaban el barco y de repente aparecieron unas lanchas a gran velocidad con soldados enmascarados con gafas de sol que tomaron el barco. Venían armados hasta los dientes”, relata Lucía.
“Los soldados subieron al barco y comenzó la violencia. Querían tomar el control de mando, pero nosotros nos entrelazamos con los brazos formando una muralla para protegerlo. En este momento los empujones y golpes que habían sido continuos fueron sustituidos por disparos eléctricos. Tres personas quedaron completamente fuera de juego”, continúa Lucía.
Una vez que se hicieron con el control del barco, obligaron al ingeniero encargado del control de los motores a explicarles el funcionamiento del navío. Lucía explica lo ocurrido, “cogieron a German, el capitán del barco, para amenazar al ingeniero con dispararle sino les explicaba cómo funcionaban las máquinas, porque el barco era un pesquero y no conocían su control”.
Los tripulantes del barco fueron despojados de sus objetos personales y llevados a popa donde fueron vigilados por una soldado que al atar las manos y piernas con bridas provocó graves heridas a un pasajero.
Pasadas ocho horas, llegaron a puerto israelí donde fueron detenidos. La violencia en todo momento fue notable y las amenazas continuas. No pudieron coger ni su equipaje, ni tan siquiera sus objetos personas. Les ofrecían agua y comida, pero se negaban a aceptarla alegando que ellos ya portaban en el barco comida, agua y medicamentos como suministro a Gaza.
Antes de llevarlos a prisión, consiguieron acceder a sus objetos personales, aunque la mayoría habían sido robados, incluso a través de las tarjetas de crédito les robaron el dinero y bloqueado la cuenta bancaria. “Tuve la suerte o la desgracia de haber perdido el bolso en una de las marejadas. Sin querer tiré el bolso por la boda”, declara Mazarrasa.
En la prisión, donde estuvieron retenidos e incomunicados tres días, fueron separados por sexos. Después de negociaciones diplomáticas entre los países de origen de los tripulantes de Al Awda, el barco de La Flotilla de la Libertad en el que viajaban, e Israel, todos los pasajeros fueron enviados a sus casas.
Lucía Mazarrasa aterrizó en Madrid el 1 de agosto después de haber vivido un auténtico calvario. Ahora mismo todo ha quedado en un susto y los tripulantes de la Flotilla de la Libertad exigen que los suministros interceptados por Israel sean llevados a Gaza. Así mismo también están elaborando una lista con todos los objetos que la armada les ha robado.
LA FLOTILLA DE LA LIBERTAD LUCHA POR LOS DERECHOS DE PALESTINA
La Flotilla de la Libertad es una coalición internacional que nació en 2008 con el objetivo de visibilizar la alarmante situación de Palestina. La flota solidaria de 2018 estaba compuesta por cuatro barcos que zarparon desde Noruega (1) y desde Suecia (3) con el objetivo de terminar con el bloqueo ilegal de Gaza que a día de hoy mantiene Israel desde 2007. Un control que se centra especialmente en el dominio de los suministros de agua y electricidad, pero de igual manera afecta en más aspectos de la vida cotidiana como la limitación de la pesca. Los pesqueros no pueden alejarse más de 3 millas del puerto, cuando lo permitido son 10, lo que reduce la cantidad de pescado.
Lucía Mazarrasa señala que “Palestina se encuentra en una situación de precariedad, más del 50% de la población son menores, de los cuales el 70% son refugiados que sufren desnutrición crónica”.
“Gaza es una prisión al aire libre, pero en realidad la situación es peor que en una prisión, en una cárcel tienes derecho a comida y bebida, en Gaza ni eso”, dice Lucía. Israel tiene el control total sobre Palestina. Los ciudadanos de Gaza solo tienen electricidad cuatro horas al día y el agua del que disponen a penas es potable. Además, debido a las amenazas de Israel, Egipto ha cerrado su frontera con Palestina.
“Debemos llamar la atención de nuestros políticos y frenar las negociaciones con Israel, un país pirata que se salta las reglas”, declara Lucía, “al comerciar con Israel, los países europeos son cómplices del genocidio del pueblo palestino”, completa.
LUCÍA MAZARRASA, ACTIVISTA Y FEMINISTA
La enfermera jubilada que fue abordada en el barco Al Awda (Retorno) Es socia del Foro de Política Feminista desde su fundación en 1987. Desde allí ha participado en el desarrollo de campañas de solidaridad y apoyo a los derechos humanos de las mujeres marroquíes, argelinas y afganas. Además, ha colaborado con el Barco de Mujeres en Gaza “Rumbo a Gaza” en 2016 a través de un acto que realizaron en su sede de Madrid.
“Desde las escuelas se debería enseñar que es la teoría y la práctica feminista, que es un conocimiento científico, filosófico, ético y político, sino se explica eso, ¿cómo vamos a cambiar las mentalidades retrógradas?”, se pregunta Mazarrasa.
El nombramiento de Pablo Casado como líder del Partido Popular y sus intenciones como político está provocando el descontento del colectivo feminista al que cada día se suman más mujeres. Mujeres que luchan por el reconocimiento de sus derechos y la igualdad de sexos.
“Me parece retrógrado que este señor -Pablo Casado- no se haya enterado todavía de lo que son los derechos de salud sexual y reproductiva de las mujeres, y que las mujeres estamos en nuestro derecho de decidir acerca de nuestra maternidad”, declara Lucía. “Es un cenutrio, no vamos a consentir que gobierne de ninguna de las maneras”, completa.
“La gente tiene que comprender que el derecho al aborto es un derecho de las mujeres que puedes ejercer cuando quieres, la decisión de ser madre o no ser madre”, explica Lucía.
FelicianoPalacios
Parece que considera al hombre, no como padre y compañero, sino como donante de esperma, sin derecho a decidir. Algún día, estoy seguro, se hablará de los excesos del hembrismo. ¡Qué pena!