Teresa Rodrigo ensalza la “mezcla de culturas” y el valor de lo «infinitamente» pequeño
Teresa Rodrigo, directora de lnstituto de Física de Cantabria, experta en física de partículas involucrada en el Laboratorio Europeo para la Física de Partículas y en trabajos que llevaron al descubrimiento del bosón de Higgs, es desde anoche también doctora Honoris Causa por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.
Frente a una visión de la ciencia como algo que deja un mundo cerrado y conocido, ella ha reivindicado la “libertad” de “dudar” y de dejar “puertas abiertas” a lo “desconocido”. Frente a quienes creen en un mundo cerrado gracias a un gran logro, esta referente apuesta por no dormirse en los laureles y seguir buscando respuestas. Frente a los personalismos, llamaba al trabajo al equipo; frente a las fronteras, apelaba a la diversidad cultural, y frente a la búsqueda de lo grande, llamaba la atención –no deja de ser su campo—sobre el valor de “lo infinitamente pequeño” que, y esa es su principal lección, lleva a grandes descubrimientos cuando suma colaboración.
En su discurso, titulado La colaboración científica y el mundo de lo infinitamente pequeño ha recordado los valores asociados a la ciencia y al trabajo científico: “la integridad, el pensamiento crítico, la curiosidad, la creatividad, la libertad intelectual, y la capacidad de colaborar y alcanzar las metas propuestas en entornos de extraordinaria riqueza de mezcla de culturas”.
Valores que, ha considerado, se materializan “de forma ejemplar” en uno de los proyectos científicos en los que participa -y que ha mencionado Carmen García en su laudatio-, el proyecto del Gran Colisionador de Hadrones, (LHC por sus siglas en inglés), del CERN.
Teresa Rodrigo dirige el IFCA, un centro mixto de la Universidad de Cantabria y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas implicado en estos descubrimientos internacionales.
Respecto a su labor profesional, ha señalado que “cada vez más la ciencia se reconoce como un hecho colectivo”, poniendo como ejemplo el resultado de los trabajos en los que ha participado, y que ha explicado en su discurso.
Además, ha reivindicado en su discurso “otro importantísimo valor de la ciencia: nuestra capacidad de dudar, nuestra libertad para rechazar las certezas”.
Y ha emulado las siguientes palabras de Feynman: “…para resolver un nuevo problema hay que dejar una puerta abierta a lo desconocido… Es nuestra responsabilidad como científicos, enseñar a debatir la duda, proclamar el valor de esta libertad, y exigirla para las generaciones futuras”.
Esa “puerta a lo desconocido”, ese siguiente reto en el que trabaja ahora el mundo de la ciencia es “la materia oscura”, tras asumir que ““esta materia visible no lo es todo, en realidad el 95% de la energía disponible en el Universo se debe a un par de componentes aún desconocidas: la energía oscura y la materia oscura”, ha explicado. “Ojalá la naturaleza sea de nuevo amable con nosotros y podamos entender en las próximas décadas lo que hoy nos oculta”, ha expresado Rodrigo.
La responsable de la laudatio, en la que se exponen los méritos de la doctora, ha sido la profesora de Investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el Instituto de Física Corpuscular, Carmen García, con un discurso con el título ‘La mujer protagonista de la ciencia, en el que definió a la investigadora como una “luchadora incansable” y “defensora del papel de la mujer en el mundo científico”.
“Ser mujer en Ciencia ha sido una carrera de obstáculos” que Rodrigo ha superado con “enorme éxito” y cuyo ejemplo “ha ayudado a otras mujeres a vivir este apasionante viaje”, ha ensalzado, tras detallar su contribución al descubrimiento del bosón de Higgs.
En el acto se ha investido también a la soprano Ainhoa Arteta y ha contado con la presencia del ministro de Ciencia, Innovación y Universidades, Pedro Duque,
La ceremonia ha sido acompañada por la agrupación musical Scherzando, que con violín, viola, violoncelo, piano y voz, han interpretado La zarabanda de Georg Friedrich Haendel, así como el Veni creator y el himno universitario Gaudeamus igitur.